PABLO se encontró se encontró con Jesús
Quiero entregarte todo Mi corazón
Saulo estaba ciego cuando llegó a Damasco. Después, ya pudo ver bien con los ojos y con el corazón.
Todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿no es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban el nombre de Jesús?
En virtud del espíritu santo sanaba en el nombre de Jesús
Así como Cristo convirtió el corazón de Saulo, lo puede hacer con nosotras cuando abrimos el corazón a su llamada
Cada mañana al despertar y por la noche al descansar, te agradezco Señor todo lo que haces en mi vida y lo que me permites disfrutar.
No te quedes solamente con la lectura de la Palabra, déjate transformar por ella.