JAVIER OSUNA, SJ ESCUELAS EE EE

OBJETIVO DE LOS EJERCICIOS Para San Ignacio era esencial "buscar lo que quiero". A este fin lo dirige y lo subordina todo. Para darlos es clave saber lo que quiero. Los EE fueron tarea y ministerio esencial de los primeros jesuitas; luego dicho ministerio fue eclipsado por la labor educativa y nuevas actividades apostólicas. Hoy, por lo general, es tarea circunscrita a algunos jesuitas y a la que no pocos le tienen miedo. Sin embargo, es de los ministerios presentados explícitamente en la FORMULA DEL INSTITUTO ofrecida al papa para la aceptación de la Compañía de Jesús: entre los que podríamos llamar "ministerios de la palabra" se enumeran la predicación, la enseñanza de la Sagrada Escritura, los ejercicios espirituales..

1º. ESCUELA ELECCIONISTA: A lo largo de la historia se han interpretado los ejercicios de diversas maneras: 1º. ESCUELA ELECCIONISTA: Esta escuela entendía los ejercicios como un medio para ordenar la vida; y se apoyaba en la práctica misma de San Ignacio que los daba sólo a personas en disposición de elegir un estado de vida, un camino para ordenarla.

Para él la disposición del ejercitante era clave Para él la disposición del ejercitante era clave. Por eso es importante que quien hace los ejercicios sea una persona libre para tomar un estado de vida. Esta es la razón por la cual aconsejaba menos dar ejercicios a religiosas: eran personas que ya habían elegido un estado de vida. Más adelante acepta que se den en pequeños grupos, cuando la Compañía es utilizada por el papa para reformar conventos. Era esencial el elemento de acompaña-miento espiritual, el discernimiento de la acción del Espíritu Santo en quien los hace.

muy debilitada eficacia. 2º. ESCUELA UNIONISTA: Para esta escuela el fin de los ejercicios es como "escuela de oración". De esta manera pierde fuerza la elección de un estado de vida. Esto permitió prolongar y extender la experiencia con muy debilitada eficacia.

Aquí el ejercitador es el "padre predicador" (con lo que, o no se hace la experiencia de elección o ésta no es acompañada). Se pierde el enfoque de que en los Ejercicios siempre hay una tarea de elección; elección que no siempre será de estado de vida, pero sí de ordenar la vida y quitar el desorden dentro de nuestro seguimiento a Jesús. Esto es indispensable (San Ignacio habla de elecciones "mutables" y elecciones "inmutables").

A lo largo de la historia dentro de esta escuela encontramos dos tendencias claramente determinadas a) Tendencia moralizante, voluntarista: Según esta tendencia, los ejercicios son dados para ordenar la vida frente a la ley, frente a los mandamientos. El ejercitante es bastante interpelado por el miedo y no principalmente por el seguimiento apasionado de Jesús. Se trata de una ascética, de unos ejercicios carentes de afecto, fríos. Unos ejercicios que no llevan al encuentro con Dios para dejarse afectar por El. El ejercitante se confronta con una ley estática, con una ley moral.

b) Tendencia intelectualista: Fomentada por el P. Roothan, General de la Compañía de Jesús a partir de 1829, pocos años después de que fue restaurada. Dentro de esta tendencia se da menos fuerte atención a los afectos para enfatizar la vertiente racional (por ejemplo: proponer el "Principio y Fundamento" de forma filosófica). Se trata de una interpretación fría de los ejercicios que desconoce al Ignacio místico.

Hoy día se ha hecho la síntesis de estas dos escuelas, de manera que: 1º) Los ejercicios sí son escuela de oración que nos lleva a captar la comunicación de Dios en nuestra vida, a santificar la vida; pero, 2º) nos llevan al encuentro personal con el Dios de Nuestro Señor Jesucristo; el Dios para los hombres, para el Reino; el Dios que quiere que todos tengamos vida, y que nos interpela a colaborar con El.

No podemos, de ninguna manera, prescindir del fin apostólico de los ejercicios: Dios siempre interpela a ser colaboradores en la construcción del Reino. Por tanto, dar los ejercicios para conseguir una paz estática, es falsearlos. El Espíritu Santo siempre saca, compromete a hacer de este mundo un mundo como Dios lo soñó desde el principio de la historia. Y la elección busca ordenar la vida integrándola amorosamente en este seguimiento de Jesús para la vida del mundo.

3º. ESCUELA MISTICA: Esta escuela redescubre al San Ignacio místico 3º. ESCUELA MISTICA: Esta escuela redescubre al San Ignacio místico. Según ella, los ejercicios son para un encuentro con Dios-Amor, un amor actuante que interpela a responder con un amor-servicio. Se subraya de manera muy especial lo afectivo. Esto ya lo hacía el P. Fabro. Otros exponentes de esta escuela son el P. Baltasar Alvarez, el P. Louis Lallemant; cobra especial fuerza en la segunda mitad del siglo XX, sobre todo con los padres Hugo y Karl Rahner. Entre los autores contemporáneos que van por esta línea: E. Przywara, G. Cusson, Daniel Gil...