LA CENICIENTA
Habia una una vez una joven muy bella que no tenía padres, sino madrastra, una viuda impertinente con dos hijas a cual más fea.
2 Era ella quien hacía los trabajos más duros de la casa y como sus vestidos estaban siempre tan manchados de ceniza, todos la llamaban Cenicienta
Un día el Rey de aquel país anunció que iba a dar una gran fiesta a la que invitaba a todas las jóvenes casaderas del reino.
La madrastra no dejaba ir a Cenicienta al baile. Ella quería que se quedara en la casa y que limpiara.
Cenicienta se lo contó a sus amigos los ratones que la madrastra no la dejaba ir al baile del príncipe. Estaba muy triste.
La Cenicienta estaba muy triste y se puso a llorar. De repente vio a una diminuta anciana.
Esa diminuta anciana era la Hada Madrina que venia a ayudar a Cenicienta para que fuera al baile. Pero con una condición.
La Hada Madrina le hizo un traje especial para el baile. La condicon era quecuando el reloj de Palacio dé las doce campanadas tendrás que regresar sin falta.
La Hada también hizo una carroza a partir de una calabaza
Los ratones se convirtieron en caballos para la carroza.
La cenicienta fue preciosa al baile del príncipe. Que causo admiracion.
Al entrar a la sala de baile, el Príncipe se quedó prendado de su belleza que bailó con ella toda la noche.
Sus hermanastras no la reconocieron y se preguntaban quién seria aquella joven.
En medio de tanta felicidad la cenicienta oyó sonar el reloj.....
La cenicienta atravesó el salón apresuradamente
De la prisa que llevaba perdió un zapato. El zapato era de cristal.
El príncipe encontró en zapato en las escaleras de palacio.
El príncipe quería averiguar de quien era el zapato de cristal.
El príncipe ideo un plan muy especial para encontrar la dueña del zapato.
El príncipe dijo que se casaría con la dueña del zapato.
El príncipe envió a sus heraldos a recorrer todo el Reino.
Las doncellas se probaban el zapato en vano.
Solo les quedaba una casa y era la de Cenicienta
Las hermanastras de Cenicienta se lo querrían probar en seguida.
Las hermanastras se lo probaron, pero no les entraba el zapato de cristal.
Las hermanastras no quieran que se lo probaran.
Cenicienta se probo el zapato y les quedaba perfecto. Sus hermanastras están enfadadizas.
El príncipe se dio cuenta que Cenicienta era la chica del baile. Se enamoraron y se casaron. Vivieron felicices y comieron perdices.
FIN...!!!
Cuento creado por: Cristina Palmero