No use el ratón
Si pudiera vendería mis pocos sueños, mis brazos en innumerosos abrazos, mis noches en anhelos y deseos, la angustias divorciando de mi pecho.
Cambiaría ojos negros como noche por los tuyos castaños marrón arena y vendería fantasma impúdico vacío por la certeza de tu amor en mi vida.
!Ah! esa sí, vendería con todo ardor, mi dolor en pared del alma plegada, añoranza a llevarme al hondo de río, mis amores rotos, mi pecho herido.
Se pudesse venderia meus sonhos, meus braços em numerosos abraços, minhas noites em anseios e desejos, a angustia divorciando de meu peito. Trocaria olhos negros como a noite pelos teus castanho marrom areia e venderia fantasma impudico vadio pela certeza de teu amor em minha vida. Ah! essa sim, venderia com todo ardor, minha dor na parede da alma pregada, saudade a levar-me ao fundo do rio, meus amores partidos, meu peito ferido.
Nana Mouskouri La Violetera J. Padilla Como aves precursoras de primavera, en Madrid aparecen las violeteras, que pregonando, parecen golondrinas que van piando, que van piando. Llévelo usted, señorito, que no vale más que un real, cómpreme usted este ramito, cómpreme usted este ramito, pa' lucirlo en ojal. Son sus ojos alegres, su faz risueña, lo que se dice un tipo de madrileña, neta y castiza, que, si entorna los ojos, te cauteriza, te cauteriza. Llévelo, usted, señorito, que no vale más que un real, cómpreme usted este ramito, cómpreme usted este ramito, pa' lucirlo en ojal. Llévelo, usted, señorito que no vale más que un real, cómpreme, usted, este ramito, cómpreme, usted, este ramito, Pa' lucirlo en ojal. No cortes. Utiliza ahora el ratón