JONÁS HUYE DEL LLAMADO DIVINO Ensayo Narrativo . El libro de Jonás en sus capítulos del I-IV, nos muestra la increíble aventura en la que su protagonista principal es un profeta llamado Jonás. Colegio de Estudios Bíblicos Profesora: Esmeralda Barrera Alumno: Ruben Cruz

I. Jonás no quiere ir a anunciar el mensaje de juicio a Nínive. I. Jonás no quiere ir a anunciar el mensaje de juicio a Nínive. Jonás 1:1-14 Un día este hombre recibe una orden departe de Dios de ir a proclamar el juicio que vendría sobre una ciudad en específico, Nínive. Conociendo el historial de esta ciudad y desconcertado por tal orden, prefiere huir muy lejos de su Dios. Se encamina hacia un puerto ubicado en Jope en donde está a punto de salir un barco y sin pensarlo dos veces compra su pasaje para dirigirse a Tarsis. Nunca aquel profeta se imaginó lo que esa negativa significaría al subirse a aquella embarcación. A partir de aquel instante tanto Jonás como el resto de los tripulantes comenzaron a experimentar el fuerte azote de parte de Dios. Enseguida, se levantó una tormenta embravecida dentro del mar que aquella nave estaba a punto de colapsar. Los marinos turbados por lo que estaban experimentado, dan inicio a una exhausta averiguación el por qué está pasando tal cosa. Tratan de vaciar la nave de ciertas cosas para evitar el hundimiento, pero es en vano. El jefe de la tripulación se dirige hasta donde yace bien dormido Jonás y comienza a reprenderle por su insensibilidad ante lo que está ocurriendo. Al ver el profeta lo que está pasando y después de un intenso interrogatorio, les declara de su misión no obedecida. Inmediatamente a Jonás se le ocurre una solución al problema, que lo arrojen al mar para que haya calma en las agitadas aguas.

II. Jonás clama la misericordia de Dios dentro de aquel pez II. Jonás clama la misericordia de Dios dentro de aquel pez. Jonás 1:15-17, 2:1-10 II. Jonás clama la misericordia de Dios dentro de aquel pez. Jonás 1:15-17, 2:1-10 Después de hacer varios intentos de sobrevivencia para no tener que acudir a tal perturbadora solución de Jonás, los marineros lo lanzaron dentro del mar. Sin embargo, la misericordia de Dios se mostró para con el profeta, quien ya había preparado un enorme pez que se lo trago de inmediato al caer al mar. Solo así pudo cesar aquella tremenda tormenta. Estando ya dentro de aquel pez, este hombre empezó hacer un clamor de arrepentimiento y promete cumplirle a su Dios. Aquellas palabras tocaron el corazón de Dios, quien fue movido a misericordia y permitió que fuese vomitado en tierra firme.

III. Nínive muestra arrepentimiento ante el mensaje llevado por el profeta Jonás III. Nínive muestra arrepentimiento ante el mensaje llevado por el profeta Jonás. Jonás 3:1-10 Dios habla nuevamente con su misionero y le da ciertas instrucciones de las palabras que les diría a los ninivitas. Como Nínive era una ciudad muy numerosa para cruzarse se demoraban tres días. Desde que el profeta comenzó su recorrido, no paraba de anunciar el mensaje de juicio que vendría sobre aquella ciudad. Su anuncio era muy directo, anunciaba que venía destrucción. Aquella noticia fue creíble por la población y de inmediato proclamaron ayuno mostrando un verdadero arrepentimiento. Pronto el mensaje se extendió como pólvora por toda la ciudad y pudo llegar a oídos del gobernante de aquel entonces, el Rey. Enseguida este proclamó la orden de hacer sacrificio de abstención de alimentos por parte de todo ser viviente, incluyendo aun hasta los animales. El sacrificio de la población fue aceptado por Dios y no hubo ninguna destrucción para los ninivitas. La misericordia de Dios vino a detener su juicio sobre ellos.

IV. Jonás se muestra descontento con Dios IV. Jonás se muestra descontento con Dios. Jonás 4:1-11 Inexplicablemente invade un sentimiento de descontento en la vida del profeta. Formula una serie de reclamos a su Dios por haber mostrado misericordia hacia Nínive. Como si estuviera fuera de sus cabales, Jonás le hace un extraño pedido a Dios, que le quite la vida. Pero Dios le da una interrogante como respuesta. Muy molesto con su creador, decide irse fuera de la ciudad en donde se fabricó una enramada para refugiarse debajo de ella y así descubrir que iba a suceder con Nínive. Aun con su molesta actitud, Dios se compadece de él y le prepara una especie de sombrilla de ramas para que pudiera cubrir su cabeza de los rayos solares. Eso como que cambio su semblante al mostrar contentamiento por el regalo recibido. Sin embargo la alegría no le duro por mucho tiempo, pues al día siguiente Dios permitió que su sombrilla de ramas se secara. Era tan terrible su situación que sentía morirse. Porque aquel ardiente sol no solo causó heridas en su cabeza, sino que también le faltaban fuerzas a su cuerpo. En ese preciso momento, Dios aprovecha la ocasión para explicarle cuales fueron los motivos que le llevaron para mostrar misericordia a Nínive.