Llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José. Allí estaba el manantial de Jacob.
Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: “Dame de beber”.
Le dice la mujer samaritana «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» Le dice la mujer samaritana «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» Día 23 de marzo Domingo 3º de Cuaresma / A Día 23 de marzo Domingo 3º de Cuaresma / A
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo. Por ti, que me llamas de nuevo a la existencia, Por ti, que animas mi vida y la despiertas. Por ti, que abres mi corazón a la luz. Tengo sed de ti, de tu amor y lealtad. Tengo sed de ti, de tu paz y perdón. Tengo sed de ti, de tu pureza y alegría. Tengo sed de ti, de tu fortaleza y bondad. Mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. Todo mi ser se abre a tu gracia como rocío refrescante de la mañana. Toda mi vida tiende a ti esperando tu Vida sin término. Quiero saciarme de tu presencia. Quiero llenarme de tu Santo Espíritu. Quiero sentir la plenitud de tu gracia.