Georges Pire Álvaro Olmedo Arias Samuel Soler de los Ríos

Biografía Nació el 10 de febrero de 1910 en Dinat, Bélgica, y pronto huyo a Francia con su familia ante la invasión alemana durante la Primera Guerra Mundial. Sintiendo de joven la llamada de Dios, entró en el noviciado y emitió los votos religiosos como dominico en 1932, tomando el nombre de “Dominique Pire”.Continuó estudiando teología y ciencias sociales en la Universidad Dominica Angelicum de Roma. Se doctoró en 1934 y se trasladó al Monasterio de la Sarthe, en la población belga de Huy donde ayudó a las familias más necesitadas. Gano el Nobel de la Paz.

¿Qué hizo por los demás? En 1938 funda el Servicio de ayuda familiar, campamento abierto, al aire libre, por donde pasan unos niños pobres de las ciudades situadas alrededor de la cuenca industrial y minera de Bélgica. Cuando, después de la tragedia de la guerra, cada país trataba de recomponerse desde sus cimientos, alguien advirtió que alrededor de 4 millones de desplazados que no servían ni como mano de obra; heridos muchos, enloquecidos otros, vagaban por Europa. Ese alguien fue este dominico belga, «pequeño, moreno, de ojos penetrantes, trabajador incansable y de un entusiasmo contagioso», (F. Blázquez). Solo, sin medios ni organización, se lanzó a la tarea desesperada y hermosa de dar amor y cobijo a millones de desgraciados. En 1949 comenzó a preocuparse por los refugiados de la posguerra, escribiendo un libro hablando sobre el tema. Así fundo “Europa al servicio del mundo”, una organización que ayuda al refugiado.

Dificultades y superaciones Georges Pire nació en Bélgica pero, pronto tuvo que huir a Francia con su familia debido a la invasión alemana en la I Guerra Mundial. En la II Guerra Mundial ayudó a pasar de contrabando pilotos aliados hacia fuera del país. No fue bien visto por sus superiores el hecho de no mezclar su fe personal con su tarea social, aun así no lo cambió.

¿Qué destacarías de él? Desarrolló una intensa labor humanitaria en favor de los desplazados por la Segunda Guerra Mundial y se consagró por entero a la asistencia a los refugiados y en favor de la paz. En reconocimiento a su obra extraordinaria, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1958 y el Premio Sonning de Dinamarca en 1964.