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DECLARACION OFICIAL DE LA UNESCO: PRESENTACION DE BUENOS AIRES Y MONTEVIDEO EN LOS EMIRATOS ARABES El tango ya es Patrimonio Cultural de la Humanidad Fue el primero de 76 elementos inmateriales del mundo incluidos en una lista que reconoció el organismo de Naciones Unidas. Valora la identidad que les confiere a los habitantes rioplatenses. A bailar la calle. Una multitud sale de Harrods y gana la calle Florida, en la gran milonga de cierre del último mundial de Tango: Agosto fue el mes dedicado al género.

30 de setiembre de 2009 El Tango ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Ni Gardel ni Troilo lo hubieran imaginado: la declaración de la UNESCO se hizo en la tierra de los beduinos, ahora convertida en la moderna ciudad de Abu Dhabi. Allí, en la capital de los Emiratos Arabes, el género rioplatense recibió el reconocimiento unánime del Comité Intergubernamental de la UNESCO y se convirtió en el primer elemento inscripto en la lista representativa del patrimonio intangible mundial. Las otras 75 postulaciones, que ya tenían el visto bueno de un comité de expertos, fueron inscriptas en la lista a continuación, incluido el candombe uruguayo. Para celebrar, este fin de semana habrá milongas populares en Montevideo y en Buenos Aires, donde en San Juan y Boedo actuarán Susana Rinaldi y Rubén Rada.

Ricardo Ostuni

Escenas del Buenos Aires antiguo

Escenas del Montevideo antiguo

Buenos Aires 1912Antiguo Mercado de Abasto Estación Constitución Inauguración Obelisco (1936 )

Gardel y Rosita Moreno Gardel en radio Carve Gardel y las rubias

Buenos Aires 1936Buenos Aires 1912 Defensa y Alsina en 1930 Muelle de la Boca

1923 Gardel y Razzano Artistas de la película “Cuesta abajo” Gardel y Le Pera poco antes del fatal accidenteGardel en “Tango bar”

Aníbal Troilo (Pichuco) Libertad Lamarque

Juan D´Arienzo “El rey del compás”Edmundo Rivero

Alberto Castillo en “La barra de la esquina” Enrique Santos Discépolo ( ) Autor del emblemático tango “Cambalache”

Cadícamo, García Jiménez, Homero Expósito y Ferrer

Cuarteto ArolasAlberto Alonso Alberto EchagueArgentino Ledesma

Cantor de la época del 40Partituras de ArolasTango inolvidable Julio De Caro y su orquestaOrquesta Angel D´Agostino

Leopoldo Federico Homero ManziOrquesta Pugliese Osvaldo Pugliese Horacio Salgán

Hugo del CarrilHéctor Gagliardi

Julio MartelMorán con Pugliese Orquesta de Miguel Caló Orquesta De Caro Tita Merello

Astor Piazzolla Astor y su primera orquesta Astor Piazzolla y Horacio Ferrer en 1970 Eladia Blázquez Cantante y compositora Alfredo de Angelis

Roberto Goyeneche

Susana Rinaldi V.Lynch-Raúl Lavié-Laura Fidalgo Rosita Melo Desde el alma Pascual Contursi

Julián Plaza

Adriana VarelaCacho Castaña

Arturo De Bassi

El fondo musical de este audiovisual es una de las seis versiones que grabara El Rey del Compás, Juan D'Arienzo, del tango más famoso de todos los tiempos, de origen uruguayo y conocido universalmente: La Cumparsita, de Gerardo H.Matos Rodríguez Esta grabación corresponde a la del año Presten atención al toque magistral del piano, a cargo de Fulvio Salamanca, que le imprimió el clásico compás a la orquesta, una variación moderna y menos “eléctrica” que la que impusiera Rodolfo Biagi. Escuchen a Enrique Alessio, primer bandoneón, en su famosa variación del segundo coro. No dejen de lado la melancolía del final, con el toque impecable del primer violín de la orquesta, Gaetano Puglisi. Finalmente, la perfecta sincronización instrumental que, en corto tiempo, le diera a Juan D´Arienzo el acertado calificativo de “El Rey del Compás”. Esta versión de La Cumparsita es una obra maestra de interpretación, que recorrió el mundo en grabaciones. Sólo en Japón se vendieron más de placas de pasta.

“LA CUMPARSITA” Letra de Pascual Contursi y Enrique P.Maroni Música: Gerardo H.Matos Rodríguez Versión de 1924 Si supieras que aún dentro de mi alma conservo aquel cariño que tuve para ti...! Quién sabe, si supieras que nunca te he olvidado...! volviendo a tu pasado te acordarás de mí... Los amigos ya no vienen ni siquiera a visitarme; nadie quiere consolarme en mi aflicción; desde el día que te fuiste siento angustias en mi pecho; decí, percanta, qué has hecho de mi pobre corazón! Sin embargo yo siempre te recuerdo con el cariño santo que tuve para ti; y estás dentro de mi alma, pedazo de mi vida, en la ilusión querida que nunca olvidaré. Al cotorro abandonado ya ni el sol de la mañana asoma por la ventana, como cuando estabas vos... y aquel perrito compañero que por tu ausencia no comía al verme solo, el otro día, también me dejó. Sin embargo te llevo en el recuerdo con el cariño santo que tuve para amar. Y sos en todas partes pedazo de mi vida una ilusión querida que no podré olvidar.

Con la gris melancolía de aquella ingenua marchita, pusiste en La Cumparsita el encanto y la armonía. Encierra su melodía un compendio de emoción; es madreselva, es malvón, adoquín, farol y esquina, y es el adiós de la mina que se fue tras de un gavión Después de aquel carnaval, la marchita floreció y de tu genio nació un tango reverencial. Y vos, botija oriental, con aquella flor y nata, dejaste como posdata todo tu talento inmerso en el tanguero universo de nuestro Río de la Plata. Es la misma Cumparsita que pone el alma en suspenso con la versión de D´Arienzo girando en la calesita, la que nuestro pecho agita sin distinciones de rango. Es de los tangos, el tango que conmovió al arrabal con los trinos del zorzal o algún fueye maturrango Gerardo Matos Rodríguez Vos, que fuiste el hacedor de tan grande maravilla, desde esta vecina orilla quiero pedirte un favor: Permitime el alto honor de rubricar esta historia, venerando tu memoria sin berretines de bardo. Matos Rodríguez, Gerardo, qué bien te sienta la gloria!!!

El tango no era nada, fue con él. Cuando su amada Bertha lo dio a luz, un coro de gorjeos, en Toulouse, le dio la bienvenida, era Gardel! Convocaron los zorzales a su grey, ungiéndolo, sin más, Carlos Primero, pero un predestinado derrotero le marcaba otro rumbo al nuevo Rey. Le tejieron un manto de gramilla, una capa de zarzas y esterilla, y con hilos de seda, hermosa bata. Lo lanzaron al Sena en un canasto, estableció su trono en el Abasto y su reino en el Río de la Plata. A Carlos Gardel

Obedeciendo al llamado de un viejo y sagrado rito, habitualmente visito al máximo consagrado; y Carlitos, bien plantado, como tallado a cincel, luciendo un rojo clavel sobre su bronceado atuendo, me mira como diciendo ¿Y qué querés? ¡¡¡Soy Gardel!!! Su reverente ternura me deja como extasiado frente al ídolo sagrado y su mágica figura. Viendo que madre natura le pintó, como al pastel, la sonrisa a flor de piel que desde el bronce me sobra, siento que Dios, viendo su obra, también se siente Gardel. Entonces, la Chacarita, encantada por su hechizo, me revela un paraíso de una belleza infinita. De pronto, la más bonita acuarela de arrabal, rubrica el ceremonial cuando con tierno gorjeo, sobrevuela el Mausoleo devotamente un zorzal. El bronce que sonríe

En la hora del misterio, cuando la noche acotada trasiega en la madrugada su perfume de sahumerio, ejerce su magisterio este ritmo que se adueña de la emoción primigenia que vibra en todo tanguero, poniendo en déficit cero nuestra devoción porteña. Es la emoción pasional de la tanguera vertiente que nos trae viva y latente el alma del arrabal; y un duende reverencial le abre la puerta cancel a este sentimiento fiel que no detenta fisuras, recordando a dos figuras: Julio de Caro y Gardel. Y a partir de la señal que cubre toda la especie, el tanguero que se precie cumple un sagrado ritual. La columna vertebral de esa franca comunión es el tango, un anfitrión, que a la noche y a su influjo le va trazando un dibujo en forma de corazón. Santoral tanguero

Ricardo Ostuni