ASESINATO EN EL PARQUE DE ATRACCIONES Esta historia sucedió en el otoño del 2002 un martes y 13, el día de la mala suerte, según dicen algunas personas. Era un día soleado y el cielo estaba despejado y con un enorme sol brillante. De repente una música muy suave sonó de fondo.Era el despertador. Lo apagué. Este marcaba las 9:00.

Era fiesta y, por tanto, no había escuela. Ya tenía planeado el día: Por la mañana haría los deberes, por la tarde vería una película y después me iría a jugar al tenis a casa de una amiga. Mi madre entró en la habitación y me dio un beso en la frente y me preguntó que si había dormido bien. Yo afirmé con la cabeza. Una sonrisa de oreja a oreja floreció en su cara, yo me extrañé.

De pronto, me dijo que habíamos ganado unas entradas para un parque de atracciones en un concurso. No recuerdo que concurso era. Yo di un salto de la cama y le di un abrazo a mi madre. Me vestí, desayuné, me lavé... A las doce aproximadamente salimos hacia el parque de atracciones, que estaba en Valencia. A las dos llegamos.

Había una cola inmensa para entrar al parque, pero merecía la pena esperar. Al mismo entrar fuimos a montarnos en la montaña rusa. Pero también había mucha cola, a sí que decidimos irnos a otro. Nos montamos en el tren de la bruja pero la bruja y los gnomos nos miraban con una mirada asesina. Llegó la hora de comer y todos sacamos nuestros bocadillos. Al terminas de comerlos nos fuimos a dar una vuelta por el lago que había en el centro del parque.Para atravesar este nos teníamos que montar en un barco con otras personas, el capitán tenía dos ayudantes que eran dos gnomos muy feos. Los tres volvieron la cabeza y el capitán nos dijo que nos iba a matar. De repente unos cinturones de acero rodearon nuestras cinturas.

Todos intentamos escapar, pero los cinturones se ceñían a nuestras cinturas. Uno de los gnomos sacó un hacha y comenzó a cortar las cabezas a los pasajeros. Se acercaba a mí lentamente, el barco se tiñó de color rojo, era la sangre. Llegó a mí, pero yo agaché la cabeza y de repente el cinturón se rompió y sin pensarlo dos veces salté por la borda. Acto seguido vi como mataban a mis padres. Nadé a toda prisa hasta que llegué a la orilla.Rápidamente intenté buscar la salida, tras quince minutos corriendo por el parque la encontré.

Salí a la carretera y cogí un taxi, le dije que por favor me llevara a Munera, que le pagaría al llegar a mi casa. El conductor se dio la vuelta y... ¡Era el gnomo que mató a mis padres! Acto seguido sacó un cuchillo e intentó cortarme la cabeza, yo lo esquivé. Di un puñetazo al cristal de la ventanilla del taxi, lo rompí. Salté por la ventana y caí a la autopista, una vez más logré salvarme. Pero mi suerte se había acabado, un coche se acercó, no me vio y me atropelló. En ese mismo instante una música fuerte sonó. Era el despertador. Lo apagué. Este marcaba las nueve y cinco. Desperté sudando y envuelta en un charco de sudor. Solo era una maldita pesadilla.Creo que se me han pasado las ganas de ir a un parque de atracciones, solo por un tiempo.