La familia judía

Las familias judías eran muy numerosas Las familias judías eran muy numerosas. Además de tener muchos hijos, vivían juntas las distintas generaciones: bisabuelos, abuelos, padres e hijos. Los hijos eran considerados como un signo de la bendición de Dios; y no tenerlos era un signo de maldición.

Generalmente, los hijos continuaban el negocio o la profesión de los padres y los ayudaban en las tareas domésticas. El padre era el jefe de la familia y el que tomaba todas las decisiones. Todos los parientes se ayudaban unos a otros.

El matrimonio Los padres concertaban el matrimonio de sus hijos cuando estos eran aún muy pequeños. Se consideraba normal que los chicos se casaran entre los catorce y los dieciocho años y las chicas entre los doce y los catorce. Las chicas, al casarse, dejaban su familia y se iban a vivir con la familia del novio.

La educación Los padres enseñaban a sus hijos su lengua y sus costumbres. También los enseñaban a rezar. Desde los cinco a los doce años los niños varones iban a la escuela, que estaba en la sinagoga. Allí les enseñaban a leer y a escribir y aprendían la Biblia que acababan sabiendo de memoria.

A los trece años, la mayoría de los varones se ponía a trabajar con sus padres. Algunos, los menos, seguían estudiando con maestros famosos por sus conocimientos de la Biblia y de la religión judía.

La boda La víspera de la boda, el novio y sus amigos iban a buscar a la novia para llevarla en procesión a casa de la familia del novio. Iban cantando y bailando. La gente les tiraba semillas de granada y se rompía una botella de perfume.

Al día siguiente, en la casa del novio, se celebraba un gran banquete Al día siguiente, en la casa del novio, se celebraba un gran banquete. Jesús hizo su primer milagro en una boda en Caná.

Era el pago que la familia del novio tenía que hacer a la familia de la novia por llevarse a una hija que realizaba trabajos en la casa y en el campo. La dote

Las mujeres No podían ir a la escuela. Se quedaban en sus casas ayudando a su madre en las tareas domésticas, que eran muchas. Por ejemplo: ir a buscar agua al pozo, moler el grano, cocinar, limpiar, hacer pucheros de barro, tejer, ocuparse de los animales y cuidar a los niños pequeños. Con frecuencia también trabajaban en el campo y guardaban los rebaños.