Cómo promover la amistad entre los niños Psic. Mónica Díaz Cayeros Prohibida su reproducción

Es normal que… Los niños sientan interés y gusto por estar con otros niños. En un principio traten a los otros niños como “juguetes divertidos”. Los niños pequeños no tengan muchas ganas de compartir con otros. Surjan conflictos cuando los niños juegan juntos.

Cómo enseñar a nuestros hijos a ser y tener buenos amigos: Dar oportunidades para socializar: lugares y momentos en donde haya “juego libre”. Si mi hijo(a) es tímido, acercarme a platicar con otros niños y así mostrarle cómo hacerlo. Observar, a distancia discreta, cómo se relacionan los niños. Aprovechar lo que sucede como oportunidades de aprendizaje. Organizar citas para jugar con un niño o niña de su edad.

Cómo cuidar las amistades de mis hijos: Cultivar relaciones con las mamás y papás de los compañeros de mis hijos. Promover acercamiento con familias que tengan valores parecidos a los de mi familia. Observar, a distancia discreta, cómo se relacionan los niños. Platicar después con mis hijos sobre lo que observé (cultivar una buena comunicación).

Cómo enseñar a convivir y compartir... Entender y hay momentos para jugar juntos y otros para jugar por su cuenta; momentos para incluir a los hermanos y otros para estar solamente con los amigos. Permitir que cada niño tenga algunas “cosas especiales”. Decirles que me encanta y espero que compartan las cosas, pero también respetar si no están listos para hacerlo.

Las peleas entre los niños Son normales. Son oportunidades para aprender a: defender lo que quiero, ponerse en los zapatos de los demás, negociar, hacer turnos, tener paciencia, guiar, seguir, buscar alternativas, etc…

Estrategias para lidiar con los conflictos entre niños: Resolverles el problema lo más rápido posible. Dejar que lo resuelvan ellos. Aprovechar el conflicto para enseñar a los niños cómo tener mejores relaciones con otros.

Cómo dejar de ser árbitro y convertirse en mediador: Detrás de cada conducta hay un intento de comunicarse. Los niños hieren a otros en la medida en que se sienten heridos. Cada persona merece ser escuchada. La mejor forma de solucionar un conflicto es cuando cada parte gana.

Ser mediador: Mantener la calma, observar, respirar. Decidir si voy a intervenir y cómo hacerlo. Cuidar que nadie salga lastimado. Recordar que la finalidad nunca es encontrar un “culpable”, sino una solución.

Ser mediador: Ayudar a que los niños se comuniquen: Traducir llanto, insultos o intentos de lastimar al otro en palabras. Promover que se escuchen. Que cada uno proponga distintas formas de resolver el conflicto. Preguntar por ejemplo ¿se te ocurre alguna solución que pueda también gustarle a tu amigo? Si están de acuerdo los involucrados, aceptar la solución a la que hayan llegado, incluso si a mí no me parece justa.

OTRAS SUGERENCIAS: Enseñar con mi ejemplo: escuchar, compartir. Conforme crecen los niños procurar que resuelvan sus conflictos entre ellos, pero dejar claro que los adultos vamos a estar disponibles.

Las relaciones entre hermanos

Rivalidad entre hermanos Rivalidad significa “competencia” La rivalidad es normal. Un exceso de rivalidad hace muy difícil el ambiente familiar, ya que además de ser desagradable, deteriora la autoestima de todos.

Cómo disminuir la rivalidad entre hermanos Buscar tiempos especiales para convivir con cada uno de los niños. Tratar a cada quien según sus necesidades y no a todos parejo. Atender las necesidades individuales de cada hijo, de acuerdo a sus gustos y a sus características particulares. Evitar las etiquetas: “la inteligente”, “la bonita”, “el callado”, “el deportista”. Hasta las etiquetas más halagadoras encasillan en papeles forzados y promueven la competitividad. Evitar condicionar el cariño: “Si te portas de tal o cual manera te voy a querer más”.

Cómo disminuir la rivalidad entre hermanos Ir graduando los derechos y responsabilidades de acuerdo a la edad de los niños. Enseñar a los hermanos mayores cómo pueden sacar ventaja de su edad, para que todos consigan lo que quieren. Notar, señalar y agradecer las acciones amables y solidarias entre hermanos. Cultivar una buena relación con mi pareja.

Cuando alguno de los hijos tiene mala actitud con otro… Pedir a mi hijo que respire profundo y esperar hasta que esté suficientemente calmado para hablar. Explorar con cuidado y tentativamente qué es lo que realmente le enoja o molesta. Si le molestan los éxitos o cualidades de su hermano, explicarle que todos tenemos diferentes cualidades y destacar algunas de las suyas. Hacerle saber de muchas maneras que es muy querido, que es importante, que está seguro y que los adultos nos hacemos cargo de que tenga lo que necesita.

Cómo prepararse para el nacimiento de un hermanito… A partir del 6to mes de embarazo, compartir la noticia con los hijos. Invitarlos a ver ultrasonidos y preparar las cosas. Hablar del futuro hermanito como un bebé que va a llorar y mojar pañales, y no como alguien con quien jugar. Si se van a hacer cambios como dejar la cuna o el pañal, procurar que no coincidan con el nacimiento del bebé. Dar tiempo de calidad a los hijos mayores, aprovechando las siestas del bebé. Promover en los hijos mayores una actitud de superioridad, destacando lo que el chiquito todavía no puede hacer.

Cómo prepararse para el nacimiento de un hermanito… Destacar los privilegios que tiene ser mayor. Platicar con el o los hijos mayores anécdotas de cuando eran bebés. Tolerar y entender que los niños mayores se comporten como si fueran más pequeños. Aceptar con gusto si el hermano mayor se ofrece a ayudar, pero no obligarlo. Evitar pedirle al niño mayor que quiera al bebé, o tratar de hacerlo sentir culpable si no lo quiere.

La única manera de poseer un amigo es serlo. El amigo leal se ríe de tus chistes, aunque no sean tan buenos; y se conduela de tus problemas, aunque no sean tan graves.

Gracias…