Un Plan de Acción 1 Pedro 1 : 13 - 17
Un plan perfecto requiere de lineamientos específicos. El Plan de Dios es que nosotros crezcamos espiritualmente. Nuestro crecimiento debe reflejarse en nuestra obediencia a Dios, nuestra santidad y nuestra vida cotidiana. Todas ellas deben reflejar que somos hijos de Dios.
1. La obediencia como paso de acción. Debemos perfilar/configurar/setear (ing.: = set) nuestra mente a la manera de Dios, no a nuestros deseos carnales, ni a la manera que aprendimos en el mundo.
2.Nuestra nueva naturaleza es la santidad. El argumento es simple: “los hijos heredan la naturaleza de sus padres”. Dios es santo, entonces sus hijos deben vivir una vida de santidad.
3.Dios observa nuestra vida cotidiana. Como hijos de Dios debemos ser serios acerca del pecado y de la santidad. Nuestro Padre Celestial es santo (Jn. 17:11) y justo (Jn. 17:25). ÉL no va transar con el pecado.
Este es el verdadero temor a Dios: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. (2 Corintios 7:1)