¡Te seguiré, Señor! Una mañana llegó a Cafarnaum, en los confines de las tierras de Zabulón y Neftalí, a orillas del Lago de Tiberiades, donde las playas acogían el silencioso embrujo de las rendidas olas cargadas con efluvios de las mareas.

Fue entonces cuando se dirigió a la plaza del mercado.

Allí se sentó a la fresca sombra de un viejo olmo y se fijó con atención en los rostros de aquellos que pasaban; pero como ninguno le gustó contempló una fugitiva mariposa que le miraba con callada admiración.

Y, conmovido, la amó con el repentino deleite de su juvenil encanto. * * *

“Nymphalis antiopa” Es la “Nymphalis antiopa” - Olmera -, un ninfálido que en estado adulto descansa y merodea habitualmente en las copas de los árboles, bajando sólo cuando algo sorprendente suscita su atención. Tiene el vuelo rápido y vigoroso que le permiten sus bien nervudas alas de superficies ocre vinoso y ribeteadas de festones de tonos crema amarillentos.

El reverso es altamente críptico, por lo que cuando se posa en el suelo con las alas cerradas pasa desapercibida. En general, esta especie que goza de una sola generación anual y que vuela durante julio, agosto y septiembre sobrevive al otoño para invernar y reaparecer en la primavera siguiente.

Sus plantas nutricias son muy variadas, y aunque siente preferencia por el olmo también se alimenta del chopo, abedul, álamo blanco y sauce llorón. La especie se extiende desde África del Norte, a través del sur y centro de Europa y de Asia Menor, hasta el Himalaya. * * *

En la plaza permaneció un buen rato pero al cabo se marchó a la ribera arenosa del cercano Lago.

Allí vio a dos hombres con apenas un ranchillo de esmirriadas percas. - les dijo -.

Ellos se asombraron ante tan peregrina promesa. Estaban como si una mano invisible les oprimiese el corazón. Paralizados se mantuvieron a la espera y quisieron hablar pero sus palabras se fueron con los sonidos del mar.

Vieron que Jesús estaba allí. Vacilaron.

Se sintieron invadidos por el presagio de un hecho inexorable. Salieron aturdidos del crepúsculo de sus fantasías y respondieron:

Jesús de Nazaret no respondió, pero dulces melodías sonaron en su corazón al contemplar la súplica callada en los ojos de aquella mariposa, que ¡también lo siguió!

Sucedió en el Mar de Galilea, cerca de Cafarnaum. Era el mes de Tamuz, mes de la primeras frutas de verano, del año 30 en la era de Jesús de Nazaret.

“Pregunta ahora a los insectos y ellos te enseñarán”. Job 12,7. “Olmera” Texto y composición: pedro martínez borrego – médico y entomólogo. Imagen: Internet. Tema musical: Moments of solitude – Ernesto Cortazar.