SEMBRAR. INTRODUCCION: Como cristianos debemos de ser sembradores de la palabra de Dios. Tenemos que sembrar: ¿Qué tenemos que sembrar? La palabra de Dios. Marcos.4:14. ¿Cómo debemos de sembrar? Muchas veces. Salmos.126:5. ¿Dónde debemos de sembrar? En todo lugar. Isaias.32:20. ¿Cuándo debemos de sembrar? En todo tiempo. Eclesiastes.11:6; II Timoteo.4:2. Sembremos sin mirar las circunstancias. Eclesiastes.11:4.

Cosechemos con jubilo. Salmos.126:5-6; Galatas.6:9. La recompensa es grande. I Corintios.15:58; Juan.4:36. La siembra es tan importante en nuestras vidas, tanto en lo material como en lo espiritual. En lo material sino hubieran sembradores no abría alimentos y la gente moriría de hambre. Y en lo espiritual es mas importante porque estamos hablando de el alma de cada persona lo que mas vale, lo mas importante del ser humano. Sino salimos a sembrar la palabra de Dios, las personas mueren espiritualmente por una eternidad. Asi que es un trabajo muy pero muy importante, el mas importante de nuestra vida. Sembremos, sembremos la palabra de Dios.

¿Qué tenemos que sembrar? La palabra de Dios. Marcos.4:14. El sembrador es el que siembra la palabra. Todo cristiano debe ser un sembrador de la palabra de Dios. Lamentablemente muchos están sembrando, pero otro tipo de semilla, que no es la palabra de Dios. Muchos están sembrando un evangelio de prosperidad, de sanidad, Un evangelio sin problema sin dificultad. La semilla es la palabra de Dios. Lucas.8:11.

Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Ya que somos llamados atraves del evangelio. II Tesalonicenses.2:14. a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Nacemos solo de una semilla, y esta semilla es la palabra de Dios. I Pedro.1:23, 25. siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

¿Cómo debemos de sembrar? Muchas veces. Salmos.126:5. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. Muchas veces no será muy fácil, abran personas que estarán dispuestas a oír, y muchas otras no, hasta nos podrán ofender y correr de sus casas, pero tenemos que sembrar y sembrar. ¿Cuantas veces tuvo Jesús que enseñar a sus discípulos?

¿Dónde debemos de sembrar? En todo lugar. Isaias.32:20. Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno. Todo lugar es bueno para sembrar la palabra de Dios en las casas, los parques, las calles. Los discípulos cumplieron con este trabajo predicaron en el templo y casa por casa. Hechos.5:42. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

Aun la persecución no fue un obstáculo para no cumplir este mandamiento. Hechos.8:4. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Por que los que fueron esparcido iban predicando el evangelio por todas partes. Felipe predicaba el evangelio por donde pasaba, en todas las ciudades. Hechos.8:40. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea. Pablo enseño el evangelio públicamente y de casa en casa. Hechos.20:20. y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,

Aun en la cárcel Pablo predico el evangelio. Hechos.24:24. Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo.

No importa el lugar donde sea, se puede predicar la palabra de Dios. En nuestra casa. Nuestro barrio. En el bus. En el trabajo. En el parque.

¿Cuándo debemos de sembrar. En todo tiempo. Eclesiastes ¿Cuándo debemos de sembrar? En todo tiempo. Eclesiastes.11:6; II Timoteo.4:2. Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno. que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. No hay un tiempo especifico para predicar la palabra de Dios, cualquier tiempo es bueno y aceptable. Ya sea en el día, por la tarde, por la noche.

Jesús es nuestro ejemplo en todo. A la caída de la tarde. Marcos.1:32. Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; Muy de mañana. Marcos.1:35. Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Pablo y Silas a media noche. Hechos.16:25. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. No importa cual sea el tiempo si se nos presenta la oportunidad de predicar el evangelio la hora es lo de menos. Sea de día, por la tarde, por la noche, la madrugada. El tiempo es hora usémoslo para predicar la palabra de Dios.

Sembremos sin mirar las circunstancias. Eclesiastes.11:4. El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. Muchas veces las circunstancia no son muy buenas, pero tenemos que predicar cualquiera que estas sean. Hay veces decimos: 1. Mucho sol ahorita. 2. Mucho Frio. 3. Esta lloviendo. Pero no importa cual sea la circunstancias debemos hacerlo.

Jesús desde un monte. Mateo.5:1-2. Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: Enseño junto al mar. Marcos.4:1. Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. Predico desde una barca. Lucas.5:1-2. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.

Jesús desde un monte. Enseño junto al mar. Predico desde una barca.

Jesús enseño en la sinagoga. Mateo.12:9. Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. En lugar desierto. Mateo.14:13. Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. Junto al camino. Mateo.20:30. Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! En la cruz. Lucas.23:42-43. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Jesús enseño en la sinagoga. En lugar desierto. Junto al camino.

En la cruz.

Junto a un pozo. Juan.4:6. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta. No hubo lugar donde Jesús no predicara el evangelio y las circunstancias desfavorables siempre, pero asi predico. Igualmente los Apóstoles y los discípulos.

Felipe en un lugar desierto. Hechos.8:26. Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Pablo y Silas en la cárcel. Hechos.16:24-25. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

Cosechemos con jubilo. Salmos.126:5-6; Galatas.6:9. Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Todos debemos de sembrar con jubilo porque cosecharemos con mucha alegría, asi como el productor, siembra la semilla, y espera para cosechar y cuando cosecha lo hace con gran jubilo, con gran alegría. A su tiempo cosecharemos lo que hayamos sembrado, por eso no debemos de cansarnos.

La recompensa es grande. I Corintios.15:58; Juan.4:36. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. Nuestro trabajo en El Señor no es en vano, y debemos acabar la obra que El Señor nos ha dejado, porque la recompensa es grande en los cielos. Mateo.25:21, 23. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo.25:34. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Nuestra recompensa es grande en los cielos. Mateo.5:12. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Nuestro trabajo en Cristo nunca será mal pagado.

CONCLUSION Debemos de sembrar la palabra de Dios para que la gente pueda salvarse. Debemos de sembrar la palabra de Dios. Debemos de sembrarla muchas veces. Debemos sembrarla en todo lugar. Debemos sembrarla en todo tiempo. Sin ver las circunstancias. Cosechemos con jubilo, alegría. La recompensa es grande.

DIOS NOS BENDIGA A TODOS.