Diaconado y nuevos horizontes de espiritualidad

Premisa El diaconado, con toda su profecía y carga de novedad, es motivo de profunda renovación en la autoconsciencia de la iglesia e de su forma de testimoniar la Buena Noticia. El diaconato muere en una iglesia cerrada. El diaconato revela toda su novedad en la evangelización fuera del templo, a contacto con la humanidad y sus dolores.

Premisa Está cada día más evidente la necesidad de un nuevo tipo de espiritualidad para esta nueva figura de ministro; una espiritualidad más encarnada, que valorice el mundo criado, la vida cotidiana y principalmente ponga al centro de su actuar las relaciones y la atención a la persona humana concreta. “¡A vino nuevo envases nuevos!” (Mc.2,22b)

Objetivos del trabajo Objetivo general Quiero ofrecer algunas reflexiones sobre los elementos más significativos que deberían caracterizar una espiritualidad típicamente diaconal. Objetivos específicos En la dimensión personal, individuar los elementos fundamentales para un camino de configuración a Cristo servo Presentar algunos íconos que sinteticen los elementos de la espiritualidad diaconal Evidenciar algunas consecuencias pastorales para el diácono como educador de la comunidad al servicio.

Esquema del trabajo I PARTE Qué es espiritualidad Experiencia mística Camino ascético Compromiso apostólico 2. El llamado a la santidad 3. La espiritualidad diaconal: una espiritualidad “desde abajo”

Esquema del trabajo II PARTE Elementos que caracterizan una espiritualidad diaconal Con Cristo en el corazón: La Trinidad de la misericordia: fuente de la espiritualidad diaconal Buscar la libertad interior: “Ser” antes que “hacer” El despojamiento de sí mismo: La kénosis de Jesús (Flp 2,6-11)

Esquema del trabajo 2. Con Cristo en la familia El ícono de la diaconía común: el lavatorio de los pies Importancia de las relaciones fraternas para una espiritualidad diaconal Una espiritualidad comunitaria Espiritualidad familiar

Esquema del trabajo 3. Con Cristo en el trabajo El ícono del Buen Samaritano: un modelo para la espiritualidad del diácono La santidad en el cotidiano (Espiritualidad de Nazaret) Los pobres como lugar teológico Trabajo profesional y espiritualidad diaconal

La Trinidad de la misericordia: fuente de la espiritual diaconal La Trinidad es la fuente de la espiritualidad diaconal. Un Dios de relaciones, donde cada persona define su propia identidad a partir de la relación con el otro. Todos diferentes, pero todos una única realidad divina. Y un solo grande proyecto de amor: la vida, y vida plena para todos.

el PADRE es aquel que sostiene al hombre que a causa del pecado está como desmayado. Perdió su dignidad, perdió el calor de la vida. El Padre se acerca, no para castigarlo, mas como el padre de la parábola del Hijo pródigo parece cubrir de besos a este su hijo; lo quiere levantar de nuevo, quiere devolverle la dignidad.

A los pies del hombre desmayado está el Hijo A los pies del hombre desmayado está el Hijo. Jesús que parece besar los pies. Una actitud de total despojamiento, de humildad. Él Hijo de Dios que se hace siervo. El que nos quiere dar el ejemplo de cómo ser grande delante de Dios

el Espíritu, en forma de llama, de fuego el Espíritu, en forma de llama, de fuego. La caridad es una llama que ilumina. Solo el calor del amor devuelve la vida. Hay que morir al hombre viejo, pecador y pasar por un nuevo nacimiento. Es obra del Espíritu darnos vida nueva

Al centro del cuidado de la Trinidad está el hombre caído Al centro del cuidado de la Trinidad está el hombre caído. Parece salir de un pozo, de un hoyo profundo y obscuro. El hombre mismo está obscuro, hecho de tierra, de lodo, de fragilidad y pecado. Un hombre golpeado profundamente y desmayado por el dolor. Acá se revela el amor preferencial de Dios para los últimos, los más abandonados y golpeados

El lavatorio de los pies Icono de la diaconía común

El ícono del Buen Samaritano: modelo para la espiritualidad del diácono 1˚ Paso. La acción acontece en la vida cotidiana. 2˚ Paso. Aprender a ver. Aparece aquí una primera trampa para vivir el servicio: la prisa

El ícono del Buen Samaritano: modelo para la espiritualidad del diácono 3˚ Paso: Sintonizarse con el dolor de la gente Se presenta una segunda trampa: el miedo 4˚ Paso: Bajarse y acercarse

El ícono del Buen Samaritano: modelo para la espiritualidad del diácono 5˚ Paso: Medicar las heridas Tercera trampa: el alibi 6˚ Paso: Sube el hombre a su cabalgadura 7˚ Paso: Involucra otras personas en el servicio

Conclusiones Antes de hacer, el servicio diaconal es camino de “cristificación”, de dejarse transformar en el Cristo Siervo. Por eso es indispensable que todo diácono se garantice una profunda relación con Dios 2. La espiritualidad diaconal está centrada en las relaciones. No puede no ser una espiritualidad comunitaria. 3. El horizonte de esta nueva espiritualidad es el del Reino.  Recuperar la unidad entre fe y vida para buscar una santidad cotidiana