CRONOS, EL TIEMPO QUE PASA KAIROS, EL TIEMPO OPORTUNO, EL TIEMPO DE GRACIA

Todo a su tiempo Hay un tiempo para cada cosa, y todo lo que hacemos bajo el sol tiene su tiempo: Hay tiempo para nacer y otro para morir; Tiempo para plantar y tiempo para arrancar lo plantado. Un tiempo para dar muerte, y un tiempo para sanar; Un tiempo para destruir y un tiempo para edificar. Un tiempo para llorar y otro para reír.

Un tiempo para abrazar y otro para separarse. Un tiempo para ganar y otro para perder; Un tiempo para hablar y otro para callar. Un tiempo para amar y otro para odiar; Un tiempo para la guerra y otro para la paz. Finalmente, ¿qué le queda al hombre de todos sus afanes?. Eclesiastés 3

“Levántate y come por que te queda un largo camino”. 1, Reyes 19, 1 ss “Ojalá, hoy escucharas mi voz y no endurecieras el corazón” Salmo 94 “Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua y los que no tienen dinero venga por trigo” Is 55, 1 y ss

“En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo”. (Hebreos) “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”

Un hombre tenía una higuera que crecía en medio de su viña Un hombre tenía una higuera que crecía en medio de su viña. Fue a buscar higos, y no los halló. Dijo entonces al viñador: Mira hace tres años que vengo a buscar higos pero no los encuentro … Córtala ¿Para que está ocupando la tierra inútilmente? Lucas 13. 6

AMSIF es la Viña del Señor. Los Centros son la higuera del Señor ¿Cuántas veces hemos venido a buscar frutos en ellos y no los hemos encontrado? Pero somos viñadores que vamos a abonar la tierra. Vamos a convertir el Cronos en Kairos.

La Palabra de Dios se reveló como una riqueza insospechada para el ser humano. La Palabra de Dios es eficaz. Ella es para el ser humano ley de vida, especialmente en las palabras del Decálogo y en las Bienaventuranzas. Palabra de oración en los Salmos

Leer la Biblia de un modo muy personal. Es una conversación con Dios. Pero también es muy importante leerla en compañía de otras personas con quienes se camina.

Recomiendo la antigua tradición de la Lectio Divina. El Papa Benedicto a los jóvenes: “adquirir intimidad con la Biblia, es tenerla a mano, para que sea como una brújula que indica el camino a seguir.” Recomiendo la antigua tradición de la Lectio Divina.

Lectio Divina: Lectura asidua de la Palabra. Un diálogo que lleva al creyente a la experiencia de Dios. Acompañada por la oración. Realiza el coloquio íntimo: “En el que leyendo, se le escucha al Dios que habla y orando se le responde con confiada apertura de corazón”. Esta práctica podría traer una nueva primavera espiritual a la Iglesia”.

LA LECTIO DIVINA: Está en los orígenes del cristianismo. Ha acompañado a la Iglesia en su historia. Permanece viva en la experiencia monástica Hoy el Espíritu la ha suscitado a través del Magisterio. El pan de la Palabra y el pan de la Eucaristía son alimentos indispensables, para los discípulos en el seguimiento de Cristo. “Señor ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”

La Palabra de Dios es para todos. No es para una elite. Debe interesar a todo cristiano y a toda la Iglesia. Es vivir tu vida como una prolongación de la Palabra de Dios: Escuchada, interiorizada, orada y vivida en la jornada diaria en la presencia de Dios

La Lectio Divina debe transformarse en fuente que inspira las diversas prácticas de la comunidad cristiana. Da cualidades que son inconfundibles. ‘ Objetivos útiles ya puestos en práctica, pueden ser el compartir experiencias, motivadas por la Palabra escuchada. Las decisiones prácticas, especialmente aquellas que se refieren a la caridad. (acción).

Un objetivo de la Lectio Divina: Es hacer madurar a la persona en la lectura de la Palabra. Hacerla capaz de un discernimiento sapiencial de la realidad. Reconocer los Signos de los Tiempos. El contacto con la Palabra de Dios es una realidad sin la cual no seremos auténticos cristianos en un mundo secularizado. Este momento histórico exige personalidades contemplativas, atentas, críticas y valientes. Capaces de ver y escuchar a Dios en el mundo de hoy.

Los Pasos. Presencia de Dios. Invocación del Espíritu Santo. Ambiente externo, lugar apropiado. Ambiente interno. Silencio interior.

El silencio hace posible la plen a resonancia de la voz de Dios. El silencio no es simplemente callar. No es pasividad, ni indiferencia. No es un sedante psicológico para el ajetreo del hombre moderno. El silencio es presencia, es paz. So no entiendes mi silencio tampoco entenderás mi Palabra. El silencio es el Espacio del Espíritu.

Lectura Orante: atenta y pausada. Certeza de estar escuchando a alguien. Dios te habla. ¿Qué dice el texto Bíblico? Meditación. Meditar en los valores permanentes en el texto. Rumiar. Confrontar el texto con la vida, con tu vida. ¿Qué me dice el texto Bíblico?

Pausa Reflexiva. ¿Qué es lo que considero importante Pausa Reflexiva. ¿Qué es lo que considero importante? ¿Cuáles son las convicciones de fe que allí se expresan? San Agustín: “Cuando lees las Escrituras, Dios te habla; cuando oras tú, le hablas a Dios”. San Agustín: “Si el texto ora, tú ora; si llora tu también llora..las cosas que escuchas en el texto son tu espejo”

La Contemplación de la Palabra. ¿A qué conversión nos invita al Señor? No te preocupes en llegar a este paso. El Señor será quien te introduzca a la contemplación La contemplación no es una técnica sino un don del Espíritu. Da gracias, pide e intercede. Dios está en ti.

El oyente lector hoy, es diverso al oyente del pasado: Situación de rapidez, De fragmentación, Formación paciente y continua, Vivimos un mundo de información continua, En un ambiente secularizado

Un objetivo importante: Es hacer madurar a las personas en la Lectura de la Palabra de Dios Escuchar a Dios para hablar de Dios. Relación de la Palabra con el ejercicio de la caridad. Sin el contacto con la Palabra de Dios no podemos ser verdaderos discípulos de Aquel que se hizo Palabra para ser comprendido por el hombre.

La diakonia o servicio de la caridad es vocación de la Iglesia de Jesucristo, en correspondencia a la acción del Verbo de Dios. “Que no vino a ser servido sino a servir” Es necesario que la Palabra de Dios lleve al ejercicio del amor al prójimo. La Palabra no se agota en la escucha y en la celebración de si misma, sino que nos lleva al mundo de los pobres.

Urge iluminar esta relación entre Palabra de Dios y la caridad. ¿Dónde está tu hermano? Los tres elementos que constituyen la naturaleza profunda de la Iglesia: Proclamación de la Palabra de Dios. Celebración de los Sacramentos. Ejercicio del ministerio de la caridad.

Spe salvi: El mensaje cristiano no es solo informativo sino preformativo. No solo se aprende sino que se tiene que vivir. El mensaje de la Palabra cambia tu vida. En la base de esta relación entre Palabra y caridad está la misma Palabra hecha carne, Jesucristo de Nazaret. “Que pasó haciendo el bien”.

Habrá fidelidad a la Palabra cuando la primera forma de caridad se realice en el respeto de los derechos de la persona humana, en defensa de los oprimidos y de los que sufren. Es necesario dar consolación y esperanza a los pobres del mundo. El Señor ama la vida. Con su Palabra desea iluminar, guiar y confortar toda la vida de los creyentes, tanto la fiesta como el sufrimiento.

La Palabra de Dios ha plantado su tienda entre nosotros, por eso es indudable que el Espíritu nos impulsa a buscar nuevos caminos. El Espíritu nos invita a dar nuevas respuestas a las esperanzas y desafíos de la humanidad. De ello se derivan nuevos empeños a nivel de reflexión para el servicio de la comunidad.

La Palabra de Dios en la vida del creyente: La Palabra de Dios es un don de inestimable valor y determina la responsabilidad de la recepción de la fe. Por lo tanto la Iglesia siempre propone una conducta de vida coherente. Por lo tanto la Biblia no es un mero objetivo cultural, sino que incide en la vida del que escucha esta Palabra. Parábola del sembrador.

Considerar la Palabra de Dios como: Creadora de vida. Creadora de misión. Somos lo que permitimos que la Palabra sea en nosotros. El que no oye la Palabra no puede anunciarla.

“María conservaba todas estas cosas en su corazón” Desde que la Palabra de Dios se hizo carne, nosotros los que somos carne debemos hacernos Palabra de Dios. “Yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra” “Nunca una respuesta tan breve reportó tanto bien para la humanidad” San Bernardo “María conservaba todas estas cosas en su corazón”

La Palabra de Dios ayuda a la vida de la fe, no en cuanto expone cuestiones doctrinales, sino en cuanto expresa fundamentalmente el amor de Dios que invita a un encuentro personal. Por eso la Palabra de Dios ha de ser encontrada con el ánimo del pobre, interior y también exterior. A la manera de Jesús que escucha la Palabra del Padre y la anuncia a los sencillos de corazón.

Los maestros espirituales recuerdan que la Palabra nutre la vida del creyente, Generando la espiritualidad bíblica, La interiorización profunda de la Palabra, La perseverancia en las pruebas, La lucha espiritual contra las palabras, los pensamientos y las conductas falsas. También la Biblia se despliega bajo el signo de la cruz, es morada del crucificado.