6º- Prueba 4 El enigma de la doncella dormida Elije la velocidad de la lectura 210 palabras por minuto 250 300 350 palabras por minuto 400 palabras por minuto Un Plan Lector para nuestro centro C.E.I.P “Benedicto XIII”- Illueca (Zaragoza)
Curso: 6º Prueba: 4 Título: El enigma de la doncella dormida Velocidad: 210ppm Era el final del verano de 1422. Como cada año, la caravana de cómicos y feriantes llegó a la pequeña ciudad de Flandria. En una explanada situada fuera de las murallas se alzaron los modestos toldos y casetas. Algunas carretas se transformaron en tenderetes. En pocas horas, el campamento quedó instalado. Todos estaban allí: las mujeres barbudas, los equilibristas de la cuerda floja, la encantadora de serpientes, el hombre que hacía bailar a un oso con una flauta o un tamboril, los hermanos malabaristas, los cómicos, los músicos y los vendedores de pócimas, ungüentos, cacharros y utensilios… Pero aquel año había alguien más. Nadie le conocía. Decía llamarse Segismundo. Era un hombre maduro, de aspecto misterioso y un tanto desagradable. En poco tiempo se había ganado la antipatía de todos. Y no solo por su carácter solitario y sus aires misteriosos; ni tampoco porque su atracción fuera la que más dinero recaudaba. Un Plan Lector para nuestro centro C.E.I.P “Benedicto XIII”- Illueca (Zaragoza)
Curso: 6º Prueba: 4 Título: El enigma de la doncella dormida Velocidad: 250ppm Era el final del verano de 1422. Como cada año, la caravana de cómicos y feriantes llegó a la pequeña ciudad de Flandria. En una explanada situada fuera de las murallas se alzaron los modestos toldos y casetas. Algunas carretas se transformaron en tenderetes. En pocas horas, el campamento quedó instalado. Todos estaban allí: las mujeres barbudas, los equilibristas de la cuerda floja, la encantadora de serpientes, el hombre que hacía bailar a un oso con una flauta o un tamboril, los hermanos malabaristas, los cómicos, los músicos y los vendedores de pócimas, ungüentos, cacharros y utensilios… Pero aquel año había alguien más. Nadie le conocía. Decía llamarse Segismundo. Era un hombre maduro, de aspecto misterioso y un tanto desagradable. En poco tiempo se había ganado la antipatía de todos. Y no solo por su carácter solitario y sus aires misteriosos; ni tampoco porque su atracción fuera la que más dinero recaudaba. Un Plan Lector para nuestro centro C.E.I.P “Benedicto XIII”- Illueca (Zaragoza)
Curso: 6º Prueba: 3 Título: La herencia del cura Velocidad: 300ppm Curso: 6º Prueba: 4 Título: El enigma de la doncella dormida Velocidad: 300ppm Curso: 6º Prueba: 3 Título: La herencia del cura Velocidad: 300ppm Era el final del verano de 1422. Como cada año, la caravana de cómicos y feriantes llegó a la pequeña ciudad de Flandria. En una explanada situada fuera de las murallas se alzaron los modestos toldos y casetas. Algunas carretas se transformaron en tenderetes. En pocas horas, el campamento quedó instalado. Todos estaban allí: las mujeres barbudas, los equilibristas de la cuerda floja, la encantadora de serpientes, el hombre que hacía bailar a un oso con una flauta o un tamboril, los hermanos malabaristas, los cómicos, los músicos y los vendedores de pócimas, ungüentos, cacharros y utensilios… Pero aquel año había alguien más. Nadie le conocía. Decía llamarse Segismundo. Era un hombre maduro, de aspecto misterioso y un tanto desagradable. En poco tiempo se había ganado la antipatía de todos. Y no solo por su carácter solitario y sus aires misteriosos; ni tampoco porque su atracción fuera la que más dinero recaudaba. Un Plan Lector para nuestro centro C.E.I.P “Benedicto XIII”- Illueca (Zaragoza)
Curso: 6º Prueba: 3 Título: La herencia del cura Velocidad: 350ppm Curso: 6º Prueba: 4 Título: El enigma de la doncella dormida Velocidad: 350ppm Curso: 6º Prueba: 3 Título: La herencia del cura Velocidad: 350ppm Era el final del verano de 1422. Como cada año, la caravana de cómicos y feriantes llegó a la pequeña ciudad de Flandria. En una explanada situada fuera de las murallas se alzaron los modestos toldos y casetas. Algunas carretas se transformaron en tenderetes. En pocas horas, el campamento quedó instalado. Todos estaban allí: las mujeres barbudas, los equilibristas de la cuerda floja, la encantadora de serpientes, el hombre que hacía bailar a un oso con una flauta o un tamboril, los hermanos malabaristas, los cómicos, los músicos y los vendedores de pócimas, ungüentos, cacharros y utensilios… Pero aquel año había alguien más. Nadie le conocía. Decía llamarse Segismundo. Era un hombre maduro, de aspecto misterioso y un tanto desagradable. En poco tiempo se había ganado la antipatía de todos. Y no solo por su carácter solitario y sus aires misteriosos; ni tampoco porque su atracción fuera la que más dinero recaudaba. Un Plan Lector para nuestro centro C.E.I.P “Benedicto XIII”- Illueca (Zaragoza)
Curso: 6º Prueba: 3 Título: La herencia del cura Velocidad: 400ppm Curso: 6º Prueba: 4 Título: El enigma de la doncella dormida Velocidad: 400ppm Curso: 6º Prueba: 3 Título: La herencia del cura Velocidad: 400ppm Era el final del verano de 1422. Como cada año, la caravana de cómicos y feriantes llegó a la pequeña ciudad de Flandria. En una explanada situada fuera de las murallas se alzaron los modestos toldos y casetas. Algunas carretas se transformaron en tenderetes. En pocas horas, el campamento quedó instalado. Todos estaban allí: las mujeres barbudas, los equilibristas de la cuerda floja, la encantadora de serpientes, el hombre que hacía bailar a un oso con una flauta o un tamboril, los hermanos malabaristas, los cómicos, los músicos y los vendedores de pócimas, ungüentos, cacharros y utensilios… Pero aquel año había alguien más. Nadie le conocía. Decía llamarse Segismundo. Era un hombre maduro, de aspecto misterioso y un tanto desagradable. En poco tiempo se había ganado la antipatía de todos. Y no solo por su carácter solitario y sus aires misteriosos; ni tampoco porque su atracción fuera la que más dinero recaudaba. Un Plan Lector para nuestro centro C.E.I.P “Benedicto XIII”- Illueca (Zaragoza)