Etiopía está situada en el llamado “Cuerno de África”, ocupando una extensión cercana a la de dos Españas y con una población que, según el censo del 2008, superaba los 80 millones de habitantes, de los cuales, el 50 %, tenía 17 años o menos. La capital, Addis Ababa, supera los habitantes, situada en el centro del país sobre una extensa meseta situada a metros de altitud.

Los idiomas oficiales son el amhárico, el oromo y el inglés, que conviven con otros 70 idiomas y dialectos. Todos ellos se escriben mediante un alfabeto silábico de 200 signos. El inglés está bastante extendido y se enseña en la educación secundaria.

Los estudiantes inundan las carreteras a la salida de clase. Las primeras elec- ciones democráticas se celebraron en mayo de 1995, y cada cinco años se pro- ducen nuevas elecciones, aunque la población rural no está acudiendo.

Siendo Etiopía el único país africano que no ha sido colonizado por potencias extranjeras, salvo un período de cinco años de dominación italiana, no ha de extrañar que su calendario sea diferente. En 1582 el mundo cristiano cambió el calendario juliano por el gregoriano. Pero Etiopía no lo hizo. Por lo tanto, están siete años y ocho meses por detrás del calendario europeo. El calendario cons- ta de 12 meses de 30 días más un mes de cinco días, (seis si es bisiesto). El Año Nuevo es el 11 de septiembre. En el momento del reportaje estaban en su año 2005.

¿Y qué decir de la “hora”? Los etíopes, como los swahili de Kenia y Tanzania, miden el tiempo en ciclos de doce horas, que comienzan a nuestras 6:00 y nuestras 18:00; es decir, con el amanecer y con el atardecer. De tal manera que sus 7:00 serían nuestras 13:00 Si se habla en inglés pueden dar la hora europea o la propia. Conviene aclarar. Es un detalle más de la originalidad etíope.

La religión mayoritaria es la Iglesia Católica Ortodoxa Etíope, reconocida por el Consejo Mundial de las Iglesias, que practican casi el 70 % de la población, -se- guida de la mahometana por el 25 %-, que, fundada en el s. IV d.C. se desarrolló en total aislamiento hasta el s. XVI, plagada de arcaicos ritos judíos proceden- tes de los falashas, practicando la circuncisión masculina, la prohibición de comer carne de cerdo, los ayunos en miércoles y viernes, los 40 días en la Cuaresma, diversos tabúes sobre la menstruación femenina y celebrando sus liturgias en ge’ez, el idioma de la antigua Axum.

El pueblo etíope es tremendamente religioso, con una supersticiosa ingenuidad que le hace defender a pie juntillas, por ejemplo, historias de vidas de santos, plagadas de “milagros” asombrosos, que sonrojarían a catequistas europeos. El beso de las cruces que portan los sacerdotes que deambulan por las carreteras, el santiguarse cuando se pasa frente a cualquier iglesia, honrar su entrada dando tres golpes con la cabeza contra el quicio de la puerta antes de traspasarla..., son gestos externos que no cesan a lo largo del día.

Pero la gran explosión de espiritualidad la hace el pueblo cada 19 de enero, según el calendario europeo, con motivo de la Fiesta de la Epifanía, cuando las iglesias de cada ciudad sacan en procesión la réplica que tiene cada una de ellas del Arca de la Alianza, cuyo original se encuentra, según defendería hasta la muerte cualquier etíope, en la iglesia Maryam Zion, en Axum, al norte del país casi frontera con Eritrea.

La moneda oficial es el “birr”, que en enero 2013 se cambiaba a 1€=24 birr. En 1980 su renta per cápita era de 120$ anuales y se ha mantenido así hasta hace muy poco, donde un fuerte crecimiento la ha situado para los años 2008, 2009, 2010 y 2011 en 280, 330, 360 y 370$ respectivamente. Por comparación, la cifra de España para el 2011 ha sido $ -datos todos del Banco Mundial obtenidos por internet-, lo que la sitúa en el 7º puesto por la cola. Quienes se animen a probar la comida nacional “injera” o a pernoctar en pen- siones locales o, preferible, acampar, encontrará que puede pasar el día completo por bastante menos de 100 birr. 1 birr = 0,04€

Los precios de una Coca-Cola o de una cerveza servidas frías en establecimien- tos de calidad, nunca superan los 15 birr. Los platos más caros no superan los 70 birr. Los hoteles con niveles de confort aceptables, asimilables a los 2 estrellas españoles, oscilan sobre los 500 birr. Las grandes cadenas hoteleras de lujo cobran en dólares sobre los 200$ para habitaciones dobles con baño y desayuno americano, aunque sin llegar normal- mente a los estándares europeos de confort. 70 birr 100 $

Las carreteras etíopes son desaconsejables para las largas distancias. Su calamitoso estado salvo poquísimas excepciones, la falta casi absoluta de señalizaciones orientativas, el desastro- so estado de los vehículos circulantes, la gran cantidad de ani- males que la comparten, la manera de conducir de los locales, justifican que el alquiler de los vehículos incluya siempre con- tratar los servicios con chófer. Las distancias se miden más en horas de conducción que por kilómetros. Todo ello queda com- pensado ampliamente por el paisaje y el paisanaje lugareños.

Las montañas Simien, con diez picos superiores a los metros, Patrimonio de la Humanidad desde 1.978

La estación de las lluvias varía entre el norte y el sur del país. En el centro y norte ésta suele ocupar desde mediados de junio hasta principios de octubre, mientras que en el Omo Sur son en los meses de marzo, abril y mayo; zona y época ésta en la que se desaconseja absolutamente el iniciar el viaje por volverse impractica- bles todos los caminos y anegarse los pocos puentes existentes aún para un 4x4.

Quien busque vida salvaje en las reservas, al estilo de los parques naturales de Sudáfrica, resultará decepcionado. Los grandes mamíferos y los felinos han, prácticamente, desaparecido. Sin embargo, una gran diversidad de aves pueblan el país de norte a sur, entre ellas diversas especies endémicas.

Para recorrer el país se suelen planificar dos rutas que nacen de Addis Ababa: la llamada Ruta Histórica, que hace el norte, y la Ruta Tribus, que hace Este-Sur Harar-Konso por la mejor carretera del país aunque el avión sea recomendable.

El circuito Norte, llamado Histórico, comenzando en Addis Ababa, se suele hacer en el sentido de las agujas del reloj pasando por el nacimiento del Nilo Azul; el Lago Tana con sus ermitas aisladas; Gonder, llamada la “Camelot” de África; Aksum, capital del Imperio Antiguo y su iglesia del Arca; las iglesias de Gerhalta excavadas en la roca camino de Lalibela; Lalibela con sus iglesias excavadas en el suelo, y vuelta a Addis Ababa.

Las fuentes del Nilo Azul

Las iglesias del Lago Tana y sus ermitaños.

Gondar, la Camelot de África.

Las estelas de Axum Axum y sus estelas

Las estelas de Axum Las iglesias trogloditas de Gheralta

Las iglesias excavadas en el suelo de Lalibela

La llamada Ruta del Sur, o Ruta de las Etnias, se recomienda hacer en avión si el viajero no dispone de tiempo extra, pues se ganan 4 días, haciendo Addis-Harar; Harar-Konso, Konso-Addis, y teniendo en cuenta que en Konso se deberán pasar al menos cuatro noches. Estos trayectos en avión impedirán probar la mejor ca- rretera del país, que hace de Djibouti a Yabelo pasando por Konso; casi km en los que en ciertos tramos se puede circular a 100 km/h con relativa seguridad.

Harar, la ciudad árabe declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

Los lagos del Valle del Rift

Los Alaba

Los Hari

Los Satmai

Los Afar

Los Arbore

Los Karo

Los Mursi

Los Hamer

Los Konso

FIN FOTOGRAFÍAS: Teresa Rubio y m.g.c. tomadas en enero y febrero 2013