Mujeres y hombres reproducimos la violencia DGMU Campaña Universitaria 2011: "Contra la Violencia hacía las mujeres y por sus Derechos" C

La violencia ocupa un papel no menor en la construcción de las relaciones entre mujeres y hombres. C onstituye un recurso más –sólo que especialmente desasosegante- en la construcción de la desigualdad, donde otras instituciones –la familia, la heterosexualidad, los mandatos de género, la división del trabajo por sexo y los discursos desde las instituciones, la ciencia y la cultura- ocupan también un papel preponderante.

Hombres y mujeres reproducimos la violencia a través de nuestros discursos y nuestras prácticas cuando: Negamos que existe La asumimos como natural Reproducimos mitos y estereotipos de género Utilizamos un lenguaje machista Reproducimos chistes contra mujeres y contra hombres Por la imagen de las mujeres en los medios de comunicación Y más…

L os hombres son los responsables de la violencia que ejercen. Hombres y mujeres son agresivos, en general y con el sexo opuesto, pero además los hombres agreden mucho más que las mujeres. Y también agreden mucho más a otros hombres que a las mujeres.

S in embargo, en la esfera de la intimidad, de lo privado, los hombres agreden mucho más a las mujeres que a otros hombres Y lo hacen de forma más violenta de lo que lo hacen las mujeres que se comportan agresivamente, cuya violencia suele ser de menor intensidad. De ahí que las consecuencias de la violencia masculina sean más letales. Justicia

La violencia de las mujeres contra los hombres no es catalogada comúnmente como de género, porque, aunque existe, no es tolerada socialmente, ni alcanza la magnitud de la violencia de los hombres contra las mujeres. La violencia masculina contra las mujeres es catalogada como violencia de género, es decir, como parte de un sistema de dominación y de una división del trabajo cuyos fundamentos la promueven y hacen que sea tolerada socialmente.

U na afirmación de este tipo NO quiere decir de ninguna manera que todo hombre machista acaba siendo un agresor, eso sería simplemente una barbaridad. Sí quiere decir que debemos cobrar conciencia de que, si deseamos que algo disminuya, hay algo que los hombres, en función de su posición de poder en relación con las mujeres, debe cambiar.

T ampoco implica que la cultura violenta sea responsabilidad exclusiva de los hombres.

R esulta difícil entender que, en nuestras sociedades capitalistas avanzadas y de democracias formales, el recursos de la violencia contra las mujeres, sea sostenido sólo por los varones.

I dentificar nuestra responsabilidad como mujeres en la reproducción de la cultura machista es importante.

Las mujeres somos parte activa de la estructura básica del modelo de dominación y no un mero recurso sobre el que actúan y al que utilizan los hombres.

S i las mujeres no contemplamos las prácticas y los discursos por los que ejercemos violencia contra otras mujeres y reproducimos la dominación, dejamos de ser consideradas como agentes activos de la construcción social en general, y nos negamos ser protagonistas de nuestra propia liberación. Caricaturas de Texto de: Osborne (2009). Apuntes sobre Violencia de Género. Ediciones Bellaterra

Seas hombre o mujer negarte a la violencia es tu decisión Entra a nuestro correo y opina: