Este día es conmemorado desde 1999, no obstante la violencia contra la mujer no cesa, pues aunque haya una fecha internacional que lo recuerde, el resto de los días del año pareciera que se olvidara el motivo: la violencia de género no ha desaparecido, ni siquiera ha disminuido. El 25 de noviembre fue declarado por Naciones Unidas, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La fecha recuerda el brutal asesinato en 1960, de las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, símbolos muy visibles de la resistencia contra la dictadura del General Trujillo, dictador de la República Dominicana.

Según Naciones Unidas, las mujeres representan el 70% de las personas pobres del planeta, así como dos tercios de las personas analfabetas. En una población normal, nacen aproximadamente 105 niños por cada 100 niñas. Pero en Asia hay una marcada desproporción entre hombres y mujeres, pues en algunos países de esta región nacen hasta 114 niños por cada 100 niñas. El desequilibrio es resultado del aborto selectivo. Realidad atroz La violencia de género, que se manifiesta de manera física, psicológica y sexual, afecta a mujeres de todo el mundo y con formas terribles:

Cada año 4 millones de niñas son compradas y vendidas con destino al matrimonio, la prostitución o la esclavitud. Más de 100 millones de mujeres han sufrido alguna mutilación genital. En 53 países sigue siendo legal la violación dentro del matrimonio. En Guatemala 2,699 mujeres han sido asesinadas de 2008 al 2011, según el Inacif. En el primer cuatrimestre se reportaron 227 casos de femicidios.

La violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o económico; se da en todas las sociedades del mundo y sin distinción de posición económica, raza o cultura. Las estructuras de poder del sistema patriarcal la perpetúan. En todo el mundo, la violencia o las amenazas de violencia impiden a las mujeres ejercitar sus derechos humanos y disfrutar de ellos.

Fundación Propaz considera que para lograr la igualdad, el desarrollo y la paz en el mundo debemos contribuir a erradicar la violencia contra la mujer, pues representa una de las formas más perversas de violación a los derechos fundamentales del ser humano.