Para Salvarte P. Jorge Loring Sexto Mandamiento (Estado Religioso)
La total entrega a Él Hay almas a quienes Dios da el deseo de renunciar al matrimonio y consagrarse totalmente a Él. “No hay en la vida mayor felicidad que la de estar consagrado a Dios y sentirse colaborador con Él en su obra redentora “.
“El estado religioso es el camino de la perfección”. El sentido de la vida El hombre necesita vivir por algo que merezca la pena. Necesita darle “sentido” a su vida. El vivir sin sentido es señal de inmadurez humana. Vivir consagrado a Dios es el supremo de los ideales. “El estado religioso es el camino de la perfección”.
Los Santos Padres llamaron al estado religioso: “La flor más bella, la perla más preciosa”. El estado de virginidad perpetua y voluntaria, hace que las personas religiosas vivan en la Tierra como los ángeles del cielo.
Llegado el momento en que los hijos quieran elegir estado, sin quitarles la libertad, habremos de recomendarles lo que nos parezca más razonable, pero la elección es de ellos. Si hubiera que oponerse a una elección descabellada debemos ser padres prudentes para favorecer las relaciones familiares, en el caso de que el matrimonio se concretara, a pesar de la disconformidad de los padres (Nuevo CATIC, n. 2230).
Y si la vocación de nuestros hijos fuese la de consagrar sus vidas a Dios, el Magisterio nos exhorta de la siguiente manera: “los padres deben acoger y respetar, con alegría y acción de gracias, el llamamiento del Señor a uno de sus hijos para que siga en la virginidad por el Reino, en la vida consagrada o en el ministerio sacerdotal” (Nuevo CATIC, n. 2233).