Semana de la juventud 2015 DIÓCESIS DE ZAMORA COMISIÓN DIOCESANA DE PASTORAL JUVENIL Y DE ADOLESCENTES
TEMA 3: JESUCRISTO El Padre nos da a su Hijo Jesús como Salvador y modelo de amor.
Descubrir y agradecer el inmenso amor que Dios Padre nos tiene al entregarnos a su Hijo Jesús por nosotros para salvarnos, para llevar a nuestros hermanos a una declaración consciente del Señorío de Jesús en sus vidas. OBJETIVO:
Padre bueno, nuestros pueblos necesitan jóvenes que no se desanimen ante los problemas de la vida, jóvenes capaces de dar sentido a su existencia y a la de aquellos que los rodean, jóvenes que iluminan su vocación en la amistad con Jesucristo. Queremos una pastoral juvenil que, unida a tu Hijo, abra nuevos horizontes para quienes lo buscan, para dar respuesta a las interrogantes de nuestro tiempo. Deseamos escuchar tu Palabra, que ella ilumine nuestro corazón y nos lance a conquistar nuevos ambientes, compartiendo con otros tu vida y la nuestra. Por ello, como los discípulos de Emaús le decimos a tu Hijo: ¡QUÉDATE CON NOSOTROS! Que tu Espíritu, presente en nuestras comunidades juveniles, las vivifique, y vivificados, podamos dar vida. Que María, la joven de Nazaret, mujer llena del Espíritu Santo, nos acompañe en nuestro caminar para revitalizar la pastoral juvenil. AMÉN. Oración de inicio
Después del pecado de nuestros primeros padres, Dios prometió que enviaría un Salvador: “Por haber hecho esto, maldita seas. Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la de ella: Ella te aplastará la cabeza…” (Gn 3,14-15).
Jesús dio su vida para que no se perdiera ni uno solo de nosotros, aun sabiendo que muchos rechazarían su salvación, pero nosotros no hemos caído en la cuenta del gran sacrificio que hizo por nosotros. ¿Te atreverías a cambiar tu vida de hombre por la de un gusano que se arrastra y cualquiera puede pisar? Dios Santísimo, se metió en medio del fango, de la miseria, del dolor. Es poca la diferencia y mala la comparación. Se hizo uno como tú y como yo… Hijo de hombre, igual en todo menos en el pecado. Jesucristo es el Dios cercano, el Dios con nosotros.
Seguir a Jesús implica hacer lo que Él hace y decir lo que Él dice, hacer y poner el proyecto de vida personal al servicio de la acción del Reino de Dios.
El joven que es agente de pastoral no es mero imitador de Jesús, es imagen de Él, por ende debe ser capaz de ver, en la juventud, la presencia de Jesús desafiándonos para descubrir y cultivar los valores y principios del Evangelio que ya están en ella (CA 808).
La Pastoral Juvenil en su propuesta orgánica, busca colaborar con el joven para que en su proceso formativo, cultive y desarrolle una espiritualidad personal y comunitaria, conforme al modelo de la Persona de Jesucristo, animado por el impulso del Espíritu Santo en sintonía con la voluntad del Padre; una espiritualidad que debe encarnarse en un proyecto de vida.
“Que todos seamos uno Padre, como tú y yo somos uno”, En la medida en que el joven se va cimentando en la amistad con Jesucristo, se va generando un proceso continuo adhesión y cercanía. Qué nos dice la Palabra de Dios:
No se puede ser discípulo sin que se genere un rompimiento con la vida pasada, rompimiento que es orientación de la propia vida e historia a la propuesta de Cristo, al proyecto del Padre; es reorientar la existencia al proyecto creador de Dios y tomarlo a Él como nuestro Señor y Salvador.
¡Grandes maravillas ha hecho por nosotros el Señor! Comenzamos a descubrir una nueva vida llena de poder y de libertad y poco a poco nuestra manera de relacionarnos con Dios va cambiando: Primero lo descubrimos como nuestra Padre amoroso. Después como nuestro Salvador.
Así como la Salvación no es una teoría sino una realidad para vivirse, también el reinado de Dios tiene que dejar de ser solo algo que sabemos para comenzar a ser algo que vivimos. Tiene que establecerse en nuestro corazón.
Contempla los pies traspasados del Dios-hombre clavados al madero, ¡Mira cuánto dolor!, Cristo te está gritando en su dolor, cuánto te ama. ¡Gracias Jesús porque me has amado tanto, que aceptaste ser traspasado por los clavos para que yo fuera libre de mis ataduras y pecados. Confirmar
Contemplemos las manos de Jesús clavadas al madero; ¡Gracias Jesús por esas manos que se dejaron traspasar por amor a mí; desde ese día se quedaron abierta para mí y se convirtieron en un río de amor y misericordia. Hoy deseo ser tocado por ellas para recibir todo eses amor y toda esa misericordia que tienes por mí.
Miremos ahora la cabeza de nuestro salvador convertido en Rey de burla, siendo el Rey de la gloria. Al ver tu rostro lleno de amor y dolor, al contemplar tus ojos mansos que no me acusan ni me condenan y que no se asustan ante mi pecado, abro mi corazón para recibir tu perdón que me hace libre ¡Gracias Jesús porque hoy estás rompiendo todas mis cadenas!
Mira su cuerpo ensangrentado, su corazón traspasado ¡Gracias Jesús por tu corazón abierto que se ha convertido en una puerta, en un refugio, en una fuente de salvación, de vida, de perdón y de paz para mí! Hoy deseo entrar allí y sumergirme en ese mar de amor para saciar mi pobre corazón que no se sacia con nada de lo que me ofrece este mundo.
Jesús, tú que dijiste: “Cuando sea levantado en alto, atraeré a todos hacia mí”, ¡e suplico que atraigas mi corazón hacia ti y que no permitas que nunca más me separe de ti!
Entrégale a Jesús tus pecados, especialmente aquel que más daño ha causado en ti y en los demás, y escucha cómo te perdonó todo cuando dijo a su Padre: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”. Tú y yo no estuvimos presentes cuando entregó su vida en la cruz, pero por la fe podemos vivir ese momento sabiendo que para Cristo todo el tiempo es presente. Si antes la cruz no significaba nada para ti, ahora puedes acercarte lleno de confianza a recibir la Salvación que te ofrece.
Seños Jesús, yo te he invitado a mi corazón, pero eso no basta, Hoy quiero poner orden en mi vida, renuncio a ocupar el lugar que te corresponde Porque deseo dejar de ser el que gobierne y te invito a que seas el único que mande en mi corazón. Doblo mis rodillas delante de ti en señal de que te acepto como mi Señor y mi Rey. A partir de hoy, me entrego totalmente a ti, a tu santa voluntad, hazme desear y hacer lo que tú quieres. De ahora en adelante quiero vivir para servirte y obedecerte. Oración para declarar a Jesús como Señor de mi vida”
Toma tú, todas las decisiones de mi vida según tu voluntad Deseo ser como María, que se convirtió en tu esclava. Porque sé que sólo así seré dichoso. Señor Jesús, a partir de hoy pongo a tus pies todos los aspectos de mi vida” “Al nombre de Jesús, todos se arrodillen en los cielos, en la tierra, entre los muertos. Y toda lengua proclame que Cristo Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre”.
De mi pasado, presente y futuro. De mi cuerpo y de mi alma. De mi familia y conocidos. De mi sexualidad. De mis pensamientos y sentimientos. De mi pasado, presente y futuro. De mi trabajo y mi descanso. De mis cualidades y defectos. De mis debilidades y fortalezas. De mis obras buenas y de mis pecados. Jesús es mi Señor
De mis alegrías y de mis tristezas. De mi salud y de mi enfermedad. De mis amigos y enemigos. De mi presente, pasado y futuro. De todo lo que soy y de todo lo que tengo. De mi libertad y de mi voluntad.