Esperanza de Vida

El Propiciatorio era la tapa del Arca. Sobre esa tapa el Sumo Sacerdote aplicaba la sangre en el día de la expiación para purificar El santuario de los pecados allí acumulados.

El Lugar Santísimo era el trono de Dios en el Santuario. Allí Dios manifestaba su presencia y revelaba su carácter mediante su Ley, los Diez Mandamientos.

La presencia de Dios en el Santuario era fuente de vida, a través de Él y de sus ministerios, los pecados eran perdonados y finalmente extirpados de en medio del pueblo, renovando así, la vida espiritual y física de Israel.

En el Nuevo Testamento, el texto Bíblico de Hebreos 4: 16, aplica la figura del propiciatorio del Santuario como el “trono de la gracia”, en que Cristo ministra en nuestro favor en el Santuario Celestial. Es desde su trono de gracia, que Cristo nos concede libertad del pecado y vida que proviene de Dios.

La vida es el bien más precioso que recibimos de Dios. Millares de personas mueren a cada minuto. Debemos estar agradecidos por la vida que Él nos da.

El Sentido de la Vida Nuestras inquietudes pueden venir de preocupaciones económicas, de problemas en el trabajo, o de una crisis familiar.

“¿Existe algo más en la vida que esto? ¿Sólo nacemos para vivir angustias, estrés, preocupaciones y crisis, para después morir y desaparecer para siempre?”

“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10.

Jesús concede esperanza de vida y una vida en abundancia El problema es que algunas veces buscamos esa vida en el lugar equivocado.

En el Diccionario la palabra abundancia quiere decir: Porción grande; cantidad más que suficiente para suplir las necesidades.

Dios ofrece una vida de abundancia. Pero finalmente, ¿qué tipo de vida es esa?

Algunos piensan que una vida en abundancia es una vida llena de emociones, y cosas grandiosas para realizar. Una vida que nunca será aburrida ni monótona.

Otros, piensan que la vida en abundancia es determinada por la longevidad. Hay personas que viven muchos años, pero viven una vida de sufrimiento, infelicidad y amargura.

Hay quienes piensan que la vida en abundancia es una vida repleta de bienes materiales, lujo, casas, comodidad, automóviles y recursos para comprar cualquier cosa o viajar a cualquier lugar.

La Vida en Abundancia Amigos, la vida en abundancia que Dios ofrece no se define por las emociones temporales de las actividades o por los placeres de las diversiones y las fiestas. La vida en abundancia que Dios ofrece no es determinada por la longevidad o por la posesión de bienes materiales.

Jesús entregó su vida para que nosotros pudiésemos recibir en abundancia la vida que le pertenecía sólo a Él. Esa vida se caracteriza por tres aspectos especiales: es una vida de libertad, vida de amor y vida eterna.

La Vida de Libertad La vida abundante es una vida de libertad. Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8: 32

LA Vida con Propósito La vida que vale la pena ser vivida es aquella que se coloca en las manos de Dios para servir a otros. La vida abundante es dedicada al servicio de Dios y al prójimo. Es como la vida de Jesús.

La Vida Duradera La vida que Dios nos ofrece no se limita a los pocos años de existencia sobre la tierra, pues es una vida eterna. La muerte es una realidad que nos asusta y nos entristece, cuyas sombras persiguen a cada ser humano.

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo, no tiene la vida”. 1 Juan 5:12.