"CUANDO VENGA ÉL, EL ESPÍRITU DE LA VERDAD, OS GUIARÁ A LA VERDAD COMPLETA"
Muchas cosas tengo que deciros todavía, pero ahora no estáis capacitados para entenderlas. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras. Él me honrará a mí, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que el Padre tiene es mío; por eso os he dicho que recibe de lo mío y os lo anunciará. Juan 16, 12-15
Este domingo celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad. Esto a veces nos puede resultar difícil de entender. Padre, Hijo y Espíritu Santo son uno, no se pueden separar o aislar. Hay veces que escuchamos a algunas persona decir que no creen en Dios, que se quedan con Jesús, pero con Jesús como persona, no como Hijo de Dios. Y lo que pasa es que Jesús no se puede partir por la mitad y quedarnos con una sola parte de su vida. Y por eso no podemos entender a Jesús, si no creemos en Dios, su Padre y el Padre de todos nosotros. Y el Espíritu Santo es la presencia de Dios entre todos nosotros, porque Dios nunca nos deja caminar solos, siempre está con nosotros. La fe cristiana no es como una tarta que podemos cortar un trozo y dejar el resto. La fe cristiana es una sola, un conjunto. A veces vivimos en un mundo donde las personas nos quedamos con aquello que nos resulta más apetecible y más cómodo y dejamos de lado aquello que más falta nos hace, pero que no nos apetece en ese momento. No podemos ser de Jesús sin ser de Dios y del Espíritu Santo, ni al revés. Y Jesús siempre está con nosotros a través del Espíritu Santo.