«Pero si haciendo el bien, tienen que aguantar sufrimientos, eso es una gracia de Dios» ¿Soportar el sufrimiento con paciencia? Pero, ¿cómo es esto posible? Lo que el apóstol Pedro escribió estaba dirigido a los esclavos, que se habían convertido a la fe a los cuales, como a todos los esclavos en la sociedad de la época, les sucedía que sufrían incomprensiones y malos tratos completamente injustos. Esto fue hace mucho tiempo, pero ¿Cómo se vive esto en la actualidad? Podemos decir que estas palabras se dirigen a todos los individuos que en todo tiempo y lugar tienen que soportar incomprensiones e injusticias por parte de sus prójimos, ya sean superiores o iguales. ¿Cómo soportar o no enojarse cuando te encuentras en estas situaciones? 6 En Acción PINTO DE COLOR... Cada vez que, viendo una injusticia, trato de poner la paz. De esta manera las "heridas" sanarán. Código de Vida Memory Card A partir de un comentario de Chiara Lubich - Adaptación Centro Gen 3 (1 Pe 2,20). Imitando el comportamiento que Jesús enseñó Él nos invita a responder con amor, viendo en estas dificultades e incomprensiones una gracia, una oportunidad permitida por Dios para demostrar el verdadero espíritu cristiano. DAR TESTIMONIO DEL AMOR QUE JESÚS TRAJO A LA TIERRA HACIA TODOS Y, POR TANTO, TAMBIÉN HACIA QUIEN NOS TRATA MAL Ponte a pensar en quien en nuestro tiempo sufre incomprensiones, injusticias; alguien a quien se deja solo, o de quien se ríen

iBrother Soportar con paciencia… Juego en un equipo de fútbol, en el que trato de poner en práctica la Palabra de Vida. Mi posición en el campo es de delantero, así que tengo muchas posibilidades hacer ganar al equipo marcando goles a los oponentes. Pero más marcaba más el clima en el vestuario se volvía extraño. En los juegos siguientes vi que los compañeros, en especial uno, no me pasaba el balón y trataba de terminar la jugada solo. Con este compañero la relación se estaba volviendo difícil también por las burlas que me hacía en el vestuario. Yo no entendía su actitud, pero trataba de soportar esta difícil Situación. Confieso que también me pasó por la cabeza cambiar de equipo. Un domingo la situación era muy difícil, durante todo el viaje a la ciudad donde se jugaba el partido este compañero nunca me dirigió la palabra. Más tarde en el campo era como si yo no existiera, nunca me pasaba el balón, a pesar de las indicaciones del entrenador. En el descanso fue sustituido y yo tuve dos oportunidades de marcar y ganamos el juego. Volviendo feliz al vestuario, vi que mi compañero estaba triste, se notaba que había estado llorando, la actitud de los otros compañeros me empujaba a dejarlo en paz, pero sentía en mi interior que no debía perder la oportunidad. Me senté a su lado en silencio y en un momento le pedí de “chócala la mano ". Comprendió que lo había perdonado y él en voz baja, pero que me entró directo al corazón, me pidió disculpas. Y claro, el siguiente partido lo ganamos con un gol marcado por él.