¿Qué tipo de persona deseo formar? Concepciones filosóficas del ser humano a lo largo de la historia.

El ser humano en la Antigüedad Nace la Filosofía, dejando las explicaciones míticas para dar paso a las racionales. Sócrates (470 – 399 A.C.) fue uno de los primeros en plantearse temas antropológicos. Se conoce de él a través de sus discípulos. Platón (428 – 347 A.C.) afirmaba la teoría de los dos mundos. La realidad estaba escindida en - El mundo de las ideas: inmutables, eternas, perfectas - El mundo sensible: mutable, temporal, imperfecto

El ser humano en la Antigüedad Siguiendo esta división, el ser humano estaba compuesto por: Cuerpo: Mutable, imperfecto, temporal. La cárcel del Alma Alma: inmutable, eterna, infinita. Volve al mundo de las ideas tras la muerte. Aristóteles (384-322 a.C.), consideraba que el ser humano estaba formado por un compuesto co-sustancial de cuerpo y alma. Ambos principios se requerían para que exista un ser humano. Distinguirá en el alma tres partes: Alma vegetativa: propia de los vegetales. Sus funciones son: nutrición, crecimiento y reproducción. Alma sensitiva: propia de los animales. Sus funciones son: percepción sensible, movimiento local e instinto. Alma racional: propia de los seres humanos. Sus funciones son: inteligencia, voluntad y libertad.

El ser Humano en la Edad Media La Edad Media retoma los conceptos de los filósofos de la Antigüedad, pero atravezados por el pensamiento eclesiástico. Dos de los filósofos más representativos de este período fueron: San Agustín de Hipona, seguidor de Platón Santo Tomás de Aquino, seguidor de Aristóteles. Época teocéntrica: todo gira en torno a la doctrina religiosa, Dios y la creación. El hombre es un ser creado a imagen y semejanza de Dios, el cual sin embargo es castigado por su afán de saber y asemejarse a su creador (pecado original). Mediante este castigo el hombre descubre su corporalidad, aspecto vergonzoso de su humanidad (que intentará tapar al descubrirse desnudo, tal como relata el Antiguo Testamento).

El ser Humano en la Edad Media El dualismo platónico se mantendrá pero con connotaciones religiosas: Cuerpo: cárcel del alma. Lugar del pecado, debe ser castigado, flagelado, sometido a ayunos, abstinencia, silencios, etc. Alma: Divina, inmortal. Lugar del encuentro con Dios. Al morir el ser humano, el alma se libera del cuerpo y será conducida al Reino de los Cielos (si es virtuosa) Para estas concepciones, la vida solo tiene sentido en el otro mundo. Esta vida es un camino de tránsito hacia el otro mundo, donde la felicidad consiste en “la visión de Dios cara a cara” (Santo Tomás).

El ser Humano en la Modernidad Descartes (1596-1650) define al ser humano a partir de la razón: “Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum). Mantiene el dualismo, esta vez a través de dos sustancias: Sustancia pensante - ALMA: cuyo rasgo principal es el pensamiento Sustancia extensa - CUERPO: cuyo rasgo principal es la extensión. Vincula el alma con el yo, el ente que conoce, piensa, siente, duda, reflexiona, etc.

El ser Humano en la Modernidad Más adelante, surge el contractualismo a partir de diversos autores, entre ellos Locke (1632-1704), Hobbes (1588-1679) Rousseau (1712-1778). Hobbes considera al ser humano en su estado natural como agresivo, violento. Como este estado natural es insostenible, se vuelve necesario un pacto social donde las voluntades individuales se ven subsumidas en un Estado Central.

El ser Humano en la Modernidad Por el contrario, Rousseau concibe al ser humano en su estado natural como un “buen salvaje” que es corrompido por la sociedad por diversas causas. Entre estas causas externas, el surgimiento de la propiedad privada, obliga al ser humano a crear un contrato social. En este contrato, cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general y recibe corporativamente a cada miembro como parte indivisible del todo. Propone como forma de gobierno una democracia directa.

El ser Humano en la Modernidad A partir de la Revolución Industrial y sus consecuencias políticas, económicas y sociales, aparecen pensadores que intentan analizar y abordar los cambios que se estaban produciendo. Uno de los más representativos de este período fue Karl Marx (1818-1883), cuyas teorías dieron origen al comunismo. Analiza la estructura del sistema capitalista entendiéndola a partir de varias ideas centrales, entre ellas la lucha de clases: La historia se da por luchas de clases. A lo largo de la historia, se han sucedido diversas luchas de clases, siendo la última entre la burguesía y el proletariado. El fin de la lucha de clases se producirá a partir de la instauración de la sociedad ideal comunista. “…en todas las sociedades anteriores (el hombre ha sido) cazador, pescador, pastor o crítico, y no tiene más remedio que seguirlo siendo, si no quiere verse privado de los medios de vida; al paso que en la sociedad comunista, donde cada individuo no tiene acotado un círculo exclusivo de actividades, sino que puede desarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, la sociedad se encarga de regular la producción general, con lo que hace cabalmente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto y mañana a aquello, que pueda por la mañana cazar, por la tarde pescar y por la noche apacentar el ganado, y después de comer, si me place, dedicarme a criticar, sin necesidad de ser exclusivamente cazador, pescador, pastor o crítico, según los casos." MARX, KARL