Biblia y realidadLaEncarnación Diseño: J. L. Caravias sj Mt 1,22
Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer. Gál 4,4 El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros Jn 1,14
Cristo Jesús, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, tomando la condición de servidor, y llegó a ser semejante a cualquier hombre. Encontrándose en la condición humana, se rebajó a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en una cruz. Flp 2,6-8
Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres. Lc 2,52
Siendo rico se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza 2Cor 8,9
Los zorros tienen su madriguera y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni dónde reclinar su cabeza. Mt 8,20
¿No es éste el carpintero, el hijo de María? Mc 6,3
Heb 2,17 Hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores Mt 8,17
Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron Jn 1,11 Lo trataron como a un delincuente delincuente. Lc 22,37 Lo apresaron y quedó totalmente solo. Todos lo abandonaron. Mt 26,56
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Mt 27,46.50 Dio un fuerte grito y entregó su espíritu.
Ha sido probado por medio del sufrimiento; por eso es capaz de venir en ayuda de los que sufren. Heb 2,18 Por lo tanto, Por lo tanto, acerquémonos con toda acerquémonos con toda confianza a él, confianza a él, que nos tiene reservada su bondad. Heb 4,15-16