Muere Leonel Fernández y por piedad de Dios es llevado hasta el cielo. Lo recibe San Pedro y comienza a tomarle los datos.
Una vez completado el formulario, lo pone en espera en una sala llena de relojes. Cada reloj tiene el nombre de un país diferente. Todos funcionan a distinta velocidad.
Leonel se llena de intriga y le pregunta a un angelito que andaba por la sala
Disculpa, tigre. Yo estaba observando los relojes y me he dado cuenta que algunos andan despacito y otros van rápido. ¿A qué se debe esa diferencia?
El angelito sonríe y le responde: Mira, Leonel Antonio, con estos relojes Dios mide la corrupción del mundo.
Por ejemplo, mira aquel de allá arriba, pertenece a Suiza. Ves lo lentas que se mueven sus agujas? Es porque en Suiza no hay corrupción.
Ahora mira aquel de más abajo. Ese es el de Brasil. Sus agujas giran rápidamente por la gran corrupción que hay en ese país.
Leonel se queda mirando y ve como giran lentas las agujas de Inglaterra, Francia, Finlandia, España y otros tantos países.
Pero nota con asombro que REPÚBLICA DOMINICANA no tiene reloj. Entonces, sorprendido le pregunta al angelito:
Carajito…! He notado que mi Quisqueya no tiene reloj. Evidentemente, que en mi país no hay corrupción… Es un logro de mi gobierno. Eso me llena de alegría!
Y el ángel se muere de la risa y responde: ¡AY NO JODAS… El de República Dominicana está allá arriba y lo usamos como ventilador…