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El aprender es un proceso en donde cada uno debe darse el tiempo para construir ese proceso, en un ritmo de marcha constante la escuela río negro acepta.

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Presentación del tema: "El aprender es un proceso en donde cada uno debe darse el tiempo para construir ese proceso, en un ritmo de marcha constante la escuela río negro acepta."— Transcripción de la presentación:

1 El aprender es un proceso en donde cada uno debe darse el tiempo para construir ese proceso, en un ritmo de marcha constante la escuela río negro acepta el desafío

2 Los protagonistas Alumnos de 3º

3 El desafío era enorme:  LENGUA  Aprender a escribir de manera legible.  Ubicarse en el espacio del cuaderno.  Adquirir fluidez en la lectura.  Habilidad con la letra cursiva.  Respetar signos de puntuación.  Trabajar diariamente la buena comunicación oral.  Escribir coherentemente historias y cuentos.  Diferencias distintos soportes textuales. (entre tantas cosas)  MATEMÁTICA  Identificar la numeración hasta el 10000.  Trazar recorridos.  Aprender las operaciones básicas: suma, resta, multiplicación y división por una cifra.  Resolver problemas de razonamiento y su aplicación en la vida diaria.  Reconocer y dibujar figuras y formas geométricas en el espacio.  Resolver cálculos matemáticos.

4 En abril las TIC’s se presentan como una herramienta para valientes.  La seño comienza a ¡ESTUDIAR! y se enfrenta con la tecnología.  Milagrosamente a fines de junio se va AMIGANDO y decide trasladar sus aprendizajes adquiridos a sus alumnos.  JUNTOS logran (con errores de por medio) cosas maravillosas como la siguiente…

5 En un ciber “apretaditos”

6 “ LA SOCIEDAD DE LA ZORRA Y LA BANDURRIA” (FÁBULA) Había una vez un campo muy lejano entre la cordillera, donde vivía la comadre zorra y la comadre bandurria. Todas las mañanas se levantaban muy temprano para ir a trabajar. Un día la zorra le dijo a al bandurria : - Comadre… le hago un trato, usted va a trabajar y yo hago la comida, ¡para qué ir las dos! - La bandurria aceptó y pensó: prefiero trabajar sola y no escuchar a la comadre hablar todo el tiempo. Al día siguiente la bandurria se fue a trabajar y cuando llegó la zorra ya tenía la comida lista. - ¡Sírvase comadre!, y le sirvió en una piedra laja la mazamorra. La bandurria, con su pico fino y largo, no podía comer nada mientras que la zorra se llenaba la panza… Entonces la bandurria se dio cuenta que la zorra quería matarla de hambre, entonces se le ocurrió una idea… - Comadre zorra, ¿quiere volar? - Le agradezco pero yo no puedo volar… - ¡No importa, yo la puedo llevar a dar un paseo y descubre la vista de la cordillera desde arriba! - Bueno ¡gracias! Así la zorra montó a la bandurria y se fueron… -¡Qué hermoso es todo esto desde aquí arriba! -¿Le gustan las montañas? – dijo la bandurria. -¡Sí me encantan! – afirmó la zorra. - Bueno ¡vaya acostumbrándose! Y la tiró sobre los pastizales… entre los cerros. Ahora la bandurria vive sola y no tiene problemas con nadie. Moraleja: “Cuidado porque detrás de un gran amigo puede esconderse un enemigo”. GABRIEL DOMINGUEZ

7 (HISTORIA) Paquito era un niño muy pobre y triste, todas las tardes llegaba al parque, se sentaba a la orilla y miraba cómo los otros niños jugaban y se divertían con sus barriletes. Un día decidió ahorrar dinero hasta lograr comprar su propio barrilete; él lo quería de muchos colores. Cuando juntó dinero para comprarlo le faltaba para el piolín… -¡Es lo mismo! ¡Tenerlo que no tenerlo! – dijo Paquito. El vendedor que era muy bueno, al verlo todavía triste decidió regalarle el piolín. Paquito fue el niño más feliz del parque, su barrilete era el más hermoso. Tenía el color del sol, del cielo, el de los árboles y hasta el de algunas flores, pero también tenía pegado un papel blanco con letras que apuntaba al cielo… Cuando la brisa empezó a soplar, el barrilete se elevó tan alto que se confundía con las nubes. Paquito sonrió y dijo: “mi abuelito que está en lo alto ya recibió mi carta…”. Jeremías Bracamonte

8 El abuelito y su nieta (CUENTO) Había una vez una niña llamada Estefanía que tenía un abuelito que le daba todas las mañas. Un día se le ocurrió que su “abu” le bajara una estrella del cielo y cómo su abuelito no podía decir que no a sus caprichos tuvo una idea…¡A ya sé! ¡voy a buscar un papel muy brillante y le daré forma de estrella, la pondré en un cuarto oscuro para que mi nietita piense que desde el cielo le bajé la más hermosa de las estrellas!. El abu buscó a su nietita y la llevó hasta el cuarto con los ojos cubiertos, al llegar ¡oh sorpresa!, su corazoncito latía fuerte porque pensaba que un pedacito de cielo estaba allí. El abuelito le dijo: “tu alegría es mi alegría porque eres el angelito que alegra todos mis días, si alguna vez ya no puedo cumplirte tus sueños mira al cielo y en la estrella más brillante estaré yo. Su nieta le dio un beso enorme y no lo olvidó jamás porque… hoy cuando lo necesita busca en el cielo la estrella más brillante y habla con ella. Su corazón sigue latiendo fuerte porque el amor de su abuelo vive en ella. Estefanía Castro Biassi (en homenaje a su abu Rodolfo)

9 El Ñandú pide JUSTICIA (RELATO) Había una vez, un ñandú que estaba muy enojado con todo el mundo… - “Nadie se pone en el lugar de nosotros. Mucha boleadora, mucho gaucho, mucho caballo, mucho campo...” ¡Hasta estoy en las vitrinas de algunos museos!. ¿Alguien habla de mí en el día de la tradición? Me siento el “tonto de la historia argentina”. Los gauchos me usaron en todas las historias como presa de las boleadoras pero nunca me usaron para otra cosa… ¡Extraño a los huarpes que me respetaron (de alguna manera)! Me encantaría ¡DAR MIEDO! … ¿Se imaginan: “Una estampida de ñandúes le pasa por encima a un pueblo”?. “Ñandú loco destruye la boina del gaucho y después casi se lo come a picotazos”.. ¡Eso sería lindo! Me gustaría que en día de la tradición en vez que festejen que nos agarran y que nos hacen prisioneros cambien el cuadro. ¡Sí! ¡Eso sería un gran sueño! ¡Pongan un gaucho con las boleadoras dándole vuelta arriba de la cabeza a una liebre, a ver cómo queda! Entonces, si todos somos tan importantes en la naturaleza y luchamos por conservar el medio ambiente, no rompamos la creación y ¡MAS RESPETO! ¡QUE TANTO! Alexis Molina

10 (CUENTO) HABÍA UNA VEZ UNA NIÑA LLAMADA AURORA QUE LE PIDIÓ A SU PAPÁ LOS MATERIALES NECESARIOS PARA HACER UN TRABAJO QUE LE HABÍA PEDIDO SU SEÑO. ASÍ FUE QUE UNA TARDE, CUANDO LLEGÓ DE LA ESCUELA, SE PUSO A TRABAJAR EN LA PLASMÓPEDA. ERA DE NOCHE, Y DECIDIÓ ACOSTARSE A DESCANSAR…CUANDO DE REPENTE SE DIO VUELTA EN SU CAMA, PORQUE SINTIÓ UN RUIDO, Y ¡ERA SU PLASMÓPEDA QUE HABÍA COMENZADO A AGRANDARSE! ¡TANTO, TANTO, TANTO! QUE EMPEZÓ A LOS GRITOS PERO NADIE LA PODÍA ESCUCHAR. EN LA HABITACIÓN EL OXÍGENO COMENZÓ A FALTAR Y COMO HACÍA TANTO CALOR LA PLASMÓPEDA EMPEZÓ A DERRETIRSE… CUANDO ESTABA DISPUESTA A ESCAPAR DEL CUARTO, ¡OH SORPRESA!, ATRÁS HABÍA ¡UN GRAN FANTASMA BRILLANTE! QUE LA MIRABA ENFADADO! ¡QUÉ MIEDO! CORRIENDO SE METIÓ DEBAJO DE SU CAMA Y AHORA SÍ EMPEZÓ A GRITAR DESESPERADAMENTE. FINALMENTE ALGUIEN LE AGARRÓ SU BRAZO Y …¡ERA SU PAPÁ! QUE LA DESPERTABA Y LA ABRAZABA DICIÉNDOLE QUE SÓLO HABÍA SIDO UNA PESADILLA Y QUE DE ESE MOMENTO EN ADELANTE NO DEBERÍA CENAR PESADO EN LA NOCHE PORQUE ESO PROVOCABA “PESADILLAS”. Camila

11 EL PAÍS DE KOLOROCO (CUENTO) Había una vez un país llamado KOLOROCO en donde vivían muchos colores menos el rosa. Un dia Lorena, la dueña de la cartuchera, decidió comprar y agregar el color rosa al pais. Pero la niña sólo quería usar el color rosa y no los otros colores. Luego los colores decidieron irse del país. Cuando Lorena habre la cartuchera se encuentra ¡con que no estaban!. Entonces buscó y buscó por todos lados pero sólo le faltaba debajo de la cama… Cuando miró allí encontró a todos los colores tristes e intentó hablar con ellos. Finalmente pudo convencerlos y los llevó a su cartuchera, es decir, el país más colorido, alegre y ¡LOCO!llamado koloroco y todos quedaron felices. Juanita de Dios García pacheco

12 El sueño de Valentín (CUENTO) Había una vez un niño llamado Valentín que era muy pero muy pobre. Sus amigos siempre jugaban con juguetes nuevos, coloridos y veloces pero él no tenía nada más que bolitas. Para el día del niño pidió un juguete que había visto en una vidriera de un local comercial pero sus papis no pudieron comprárselo y él se sintió el pequeño más infeliz del mundo. Pensó y pensó qué podía hacer porque no podía enojarse con sus padres que trabajaban todo el día para poder vivir y al menos no le faltaba un pan para comer. Hasta que…¡Ya sé lo que haré!- dijo Valentín. - Buscaré trabajitos para hacer como cortar el pasto, limpiar veredas, pasear perritos, regar jardines (porque no se nada de jardinería) y con lo que me puedan dar empezaré a ahorrar. Así fue que ahorró y ahorró. Cuando ya tenía lo que necesitaba le pidió a su papá que lo acompañara a comprarse el juguete que él había soñado tener desde hacía tanto tiempo. Su papá, preocupado, le preguntó de dónde había sacado el dinero. Él le contó que había comenzado a hacer trabajitos y que aunque empezó con mucha vergüenza ahora se sentía felíz porque se había ganado ese dinero con mucho sacrificio y sin dejar de estudiar. El padre llevó a Valentín a la juguetería y le compró ese autito que había estado en su corazón desde que lo vio por primera vez. Y colorín colorado este cuentito ha terminado. Santiago Carabajal Asencio

13 La piedra de mi abuelo (CUENTO) Un buen día Raúl jugaba en el patio de su casa, en una tarde de mucho calor y nublada. Sus papás habían salido y su abuelito no estaba. Fue entonces que se le ocurrió una idea… “Iré a buscar a mi amigo Agustín y seremos buscadores de tesoro”- dijo Raúl. Así fue que los amigos comenzaron a jugar a los detectives en búsqueda de cosas nuevas, cavaban por acá, cavaban por allá, encontraban un hueso de perro enterrado y lo limpiaban para verlo mejor (como hacen los arqueólogos), cuando, de repente descubrieron una piedra brillante. ¡Hicieron fuerza, fuerza, fuerza hasta que pudieron desenterrarla! Era enorme, pesada y … misteriosa para los chicos. Pero como los pequeños tenían mucha hambre y habían trabajado tanto, decidieron ofrecerle ese tesoro a don Juan, el almacenero de la esquina, a quien le gustaban las cosas antiguas. Así fue que llevaron esa piedra en una carretilla hasta el almacén y se la vendieron a cambio de galletas, helados y golosinas. ¡Qué contentos se pusieron después de tanto trabajo! La búsqueda había sido todo un éxito. Cuando volvieron a la casa se encontraron con su abuelo Raúl que con el ceño fruncido miraba todos los hoyos del patio… Fue allí que se enteraron que esa piedra había sido un regalo de su padre, y con mucha vergüenza y apenados por lo ocurrido, tuvieron que recuperar lo que habían vendido y quedarse sin golosinas ni helados con tal de ver felíz al abuelo nuevamente (eso sí, las galletas ya habían sido historia). Valentín Pacheco.

14 El sueño de Alexis (HISTORIA) Alexis era un jugador de fútbol de Pareditas, un pueblo de San Carlos. Nunca faltaba a los entrenamientos y siempre ponía lo mejor de él para jugar. Un día se lecionó y tuvo que estar en reposo por varios meses. En ese tiempo, justo su papá estaba de licencia, así que aprovechó para que lo llevara a los entrenamientos y juntos miraran a sus amigos y le aconsejara de todo los errores que veía ( porque su papi sabía mucho). Lo llevó al río junto a sus hermanos y a su mamá, a Tupungato en donde vivían parientes y ¡primos!. Conoció muchos lugares pero lo más importante es que en cada uno de ellos, su papá le daba consejos y le contaba aventuras. Pasaron los años y Alexis creció. Un día, cuando llega al entrenamiento, se encuentra con mucha gente desconocida… ¡Eran representantes del Barcelona!. Lo vieron jugar y lo contrataron. Así fue que viajó a Europa y jugó muchos años allí, se puso de novio y armó una familia. Pero aunque tenía todo le faltaba algo: su familia. Trabajó mucho, mucho, ahorró mucho dinero y decidió volver al lugar donde había pasado su niñez. ¡Qué alegría al ver a sus padres y hermanos! Puso una escuelita de fútbol. Una tarde alquiló una trafic grandísima para que entraran su familia nueva y su familia vieja. Y… los llevó a pasear al río y a ¨Tupungato y les empezó a contar todas las historias que estaban en su corazón hasta que… ¡Alexis! ¡Alexis! – sintió alguien que lo tomaba del brazo y le gritaba. ¡Alexis! ¡Alexis! ¡Ha levantarse remolón! – le decía la mamá. Todo había sido un sueño pero ese día se levantó contento y fue la mañana más felíz. Alexis Molina

15 LA PRINCESA Y SU SUEÑO (CUENTO) Había una vez, en un castillo muy lejano y tenebroso, una bella princesa (que era yo) que estaba encerrada allí, sólo podía pintar, cantar y jugar con ella misma porque un hechizo no permitía que saliera de ese lugar. Yo miraba por las ventanas del altillo y suspiraba…¡Qué hermoso es todo allá afuera! ¡Cuántos colores! ¡Cuánto verde! ¡Ojalá algún día pueda recorrer el mundo y apreciar los sonidos de la naturaleza, pero nunca podré salir de aquí! Una noche, de luna llena, dormía con mucha alegría y tenía sueños hermosos con un príncipe… Al día siguiente, apareció un malvado y temeroso brujo en el castillo. Me sentí muy mal cuando se presentó en mi cuarto y me dijo que me llevaría con él al país de la oscuridad. El viaje fue muy largo hasta que me dejó en una cabaña con algunos amigos horripilantes. Lloraba sin cesar, no quería comer ni dormir… A la mañana siguiente un príncipe cruzó caudalosos ríos, bosques y tuvo que pelear con el dragón que custodiaba el pasadizo a este país tenebroso, es que su corazón le decía que tenía que ir a ese lugar. Llegada la noche sintió los gritos míos pidiendo ayuda desconsoladamente. Fue cabalgando en su caballo, aunque estaba herido, y me encontró. Rápidamente me subió a su corcel y salimos de ese mundo para siempre. Y…¡Fuimos felices por siempre! María del Mar Ledesma

16 LA MARIPOSA Y LA FLOR Había una vez una flor y una mariposa que desde que se conocieron eran grandes amigas. Una mañana de frío la mariposa se puso un abrigo encima de su cuerpo y cuando salió a volar se encontró con la flor y la flor le dice: - ¡Qué linda te ves esta mañana! - Mira amiga… si te paras sobre mis pétalos te cuento un secreto. - Bueno ya voy ¡qué emoción!. - El secreto es que no soy una flor verdadera, soy una flor caída del cielo. - ¡ Guau! De repente comenzó a nevar y la mariposa no llegó a su casita en el árbol viejo. Los copos de nieve congelaron sus alitas y comenzó a pedir ayuda.. -¡Auxilio!, ¡no puedo volar estoy congelándome!. ¡Auxilio! Nadie la escuchó y cuando la tormenta de frío y nieve pasó la pobre mariposita estaba muerta en la nieve. Al día siguiente salió un sol muy fuerte que derritió toda la nieve del hermoso lugar. Entonces la flor la vio desde lejos y por más que la llamaba y la llamaba no le contestaba su amiga….; tristemente se dio cuenta que su amiga ya no estaba allí. Pidió ayuda a sus amigos los angelitos y llegaron allí y la tomaron entre sus manos, la acercaron a la flor y mágicamente revivió. ¡Qué alegría volver a ver a su amiga! Es que cuando se encuentra una verdadera amiga se encuentra un tesoro. LUCIANA CÁCERES

17 Reflexión final  Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás los mismos resultados.  Cambiemos de estrategias cuando no nos sale algo y Verán que puede que resulte mejor.  Nadie puede ser esclavo de su identidad cuando surge una posibilidad de cambio hay que cambiar.  Las razas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo… del miedo al cambio. ¡Gracias por ayudarnos a cambiar!


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