La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Sólo será superada por la unión beatífica cuando este- mos en el cielo. Jesús habló de esta unión: “el que come mi carne y bebe mi sangre está en mi.

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Sólo será superada por la unión beatífica cuando este- mos en el cielo. Jesús habló de esta unión: “el que come mi carne y bebe mi sangre está en mi."— Transcripción de la presentación:

1

2

3 Sólo será superada por la unión beatífica cuando este- mos en el cielo. Jesús habló de esta unión: “el que come mi carne y bebe mi sangre está en mi y yo en él”, “Como yo vivo en el Padre, el que me come vivirá por mi”. El primer efecto de la comunión es una unión tan entrañable con Dios (con Jesucristo) que es imposible concebir otra mayor aquí en la tierra.

4 No comemos un pan sin vida, pues el pan eucarístico es el mismo Cristo. Al comulgar no recibimos una parte de Cristo, sino todo Él. Por eso es una unión mucho mayor que la de dos personas que se abrazan, por muy entrañablemente que lo hagan. Con Cristo nos unimos tan íntimamente que entra dentro de nosotros.

5 Pero la esponja está metida en el agua o el agua en la esponja, pero no están unidos. También se suele hablar de dos trozos de cera que se funden en uno. Y también de un injerto hecho en un árbol. A veces se ponen ejemplos como el de una esponja metida en agua.

6 El ejemplo mejor es el del alimento. Cuando tomamos un alimento, al poco tiempo deja de ser alimento, porque lo asimilamos y queda hecho parte de nuestro organismo. La diferencia con la comunión es que no somos nosotros los que asimilamos a Cristo, sino que es Él quien nos diviniza y transforma en sí mismo.

7 Esto es porque los alimentos materiales son de categoría inferior a nosotros; pero como la Eucaristía es sustancia superior a nosotros, somos nosotros los que nos asimilamos a Cristo. Si le recibimos con las condiciones necesarias, vamos transformándonos en Jesús, quedando sólo de nosotros las apariencias.

8 No es que dejemos de ser lo que somos para convertirnos en Cristo, sino que en cierto sentido se va trasformando el alma en Cristo, quedando al mismo tiempo siendo la que es. Es lo que decía Jesús: “Quien me come vivirá por mi”. O como decía san Pablo: “Vivo yo, pero no soy yo, sino Cristo que vive en mi”.

9 Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi. Automático

10 Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi.

11

12

13

14 A todos los hambrien- tos Jesús nos da su pan.

15 Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi.

16 Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi. Hacer CLICK

17 Claro que no se podrá llegar a esta unión si se comulga por rutina. Cada comunión desea trasformarnos más en Cristo. Con cada comunión debemos darnos más a Cristo, de modo que Él sea nuestro motor, el principio y el estilo de nuestra vida. La comunión debe ser un encuentro personal, no un encuentro de sólo algo externo, sino que tenga un vínculo vital.

18 Para que el encuentro sea “humano” debe haber traspaso de ideas y sentimientos. Jesús en la comunión no quiere que sea un encuentro puramente externo, sino que quiere revelarse al que le recibe. Esta unión es fruto del amor que Dios nos tiene. Cuando dos hombres se encuentran, puede ser circunstancialmente de modo que se queda en un frío estar juntos.

19 Dios quería unirse con nosotros. Por la encarnación se unió a nuestra naturaleza humana. Por la gracia está íntimamente presente en nuestra alma. Pero quiere más: la unión de modo real con cada individuo. Y como no hay mayor unión que la del alimento, se hace alimento para ser una cosa con nosotros. Esto nosotros no lo podemos hacer, pero Él sí, porque es Dios y tiene infinito poder y amor.

20 Cuando Jesús se hace alimento nuestro, nos mira como a cosa suya propia, y nos rodea de singular providencia para que seamos y permanezcamos dignos de Él. Y no sólo tiene cuidado de nuestra alma, sino aun de nuestro cuerpo, de toda nuestra persona en orden a nuestra santificación y perfección.

21 La comunión, además de unirnos tan íntimamente con Cristo, nos une con toda la Santísima Trinidad. Porque no nos unimos sólo con Cristo en cuanto a su cuerpo, sino también con su alma y su divinidad. Y como por su divinidad es una misma cosa con el Padre y el Espíritu Santo, también se da esa unión.

22 Es cierto que por la gracia del bautismo la Stma. Trinidad habita ya en nosotros como en su casa; pero por la comunión está más íntimamente teniendo sus delicias dentro del alma.

23 En el Ant. Testamento había sacrificios en que una parte del animal se quemaba y otra parte se comía. Era el signo de la unión con Dios, pues cada uno tomaba su parte. También había algo parecido en muchas religiones paganas. Siempre ha sido una aspiración del hombre el unirse con Dios.

24 Pero con la revelación cristiana se han colmado todas las mejores aspiraciones del ser humano. Nunca podría el hombre pensar que podría unirse tan íntimamente con Dios. Porque no sólo es de forma espiritual, sino mediante una unión física, ya que Dios mismo se ha hecho hombre y se ha hecho alimento para que le podamos recibir y hacerse una misma cosa con nosotros.

25 Por eso a la sagrada comunión podemos llamarla “la maravilla de las maravillas”, ya que durante unos minutos nos podemos convertir más en Dios de una manera viva y presencial.

26 Podemos decir que el que comulga es presentado por Cristo, en el Espíritu Santo, con nueva vitalidad ante la faz del Padre. En quien ha comulgado ve el Padre los rasgos de su Hijo amado de un modo más preciso y ahora con mayor amor. Por medio de la comunión el Padre nos incorpora a su vida más íntimamente que lo hace el solo sacrificio sin la comunión.

27 La comunión aumenta la unión con toda la santísima Trinidad. El que comulga es traspasado con nueva fuerza por la luz divina y por el fuego divino. Bien podemos decir que la comunión es unión con Dios.

28 Automático

29 Comunión es unión y verdad.

30 Nuestras almas unidas se funden

31 y las manos se estrechan en paz.

32

33

34 Con mi hermano me alegro en el día

35

36

37 y en la noche con El sufriré.

38 Comunión es unión, es unión con Dios.

39 Comunión es unión y verdad.

40

41 Hacer CLICK

42 Si hay una tal unión con Dios, debería crecer la vida divina que hay en el que comulga. Esa vida es la gracia santificante. Una expresión de la participación con la vida de la Santísima Trinidad debería ser por el aumento, sentido a veces, de la alegría espiritual. En realidad, si uno se deja llevar por esa unión, deberían sentirse los dones del Espíritu Santo.

43 Ha habido santos que sí han sentido una alegría mucho más grande que la que se puede tener por tener bienes o alegrías materiales. Y con la alegría están otros frutos del Espíritu Santo, como es la paz.

44 Para que la comunión sea verdadera unión con Dios, tendremos que prepararnos con mucha fe, con mucho amor, envuelto en un gran deseo de estar con Cristo.

45 En primer lugar une a los miembros de una misma familia. Porque ya decía Pío XII que la mejor manera de unirse una familia era en la comunión. La comunión es símbolo de la unión en el cuerpo místico. Y no sólo lo significa, sino que lo realiza. Además de unirnos con Dios, la comunión nos une entre nosotros mismos.

46 Cuanto más unidos estemos con la cabeza del cuerpo místico, que es Jesucristo, más unidos estaremos entre los miembros. Los miembros son: primeramente la Stma. Virgen con los ángeles y bienaventurados en el cielo. Son también las almas del purgatorio. Con la comunión les podemos dar un gran alivio en sus penas. Y son los bautizados, principalmente los que están en gracia.

47 La comunión es expresión de unidad, de comunidad. Pero al mismo tiempo consolida esa unidad. Somos comensales de una misma mesa y nos alimentamos no sólo del mismo cuerpo, sino del mismo bocado o alimento. A todos los bautizados les puede llegar el influjo benéfico de la comunión de cada miembro.

48 Dice san Pablo que “formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan” (I Cor 10,17). Así lo han ido recordando muchos santos y padres de la Iglesia. Así que por la comunión tenemos la mayor unión que puede haber en la tierra.

49 Si por la comunión estamos unidos con Cristo, así debemos estar unidos con los demás. Y no sólo es para que se sientan hermanos en ese momento, sino que lo mismo que el efecto de la comunión perdura, así debe perdurar nuestra hermandad. Ya decía san Justino que “los que celebran juntos la eucaristía, siempre se ayudan entre sí, como pueden y viven en concordia”.

50 Por lo tanto nos invita a buscar la unidad verdadera, la comunicación de bienes. Hay oraciones de la misa en que se dice que lo que cada uno tiene, aproveche para la salud de la comunidad. La comunión es lo contrario del egoísmo y el orgullo. Por eso acerquémonos al altar, que es la mesa de unión de todos nosotros.

51 Automático

52

53

54

55

56

57 Que vayamos de la mano de María a recibir a Jesús. AMÉN


Descargar ppt "Sólo será superada por la unión beatífica cuando este- mos en el cielo. Jesús habló de esta unión: “el que come mi carne y bebe mi sangre está en mi."

Presentaciones similares


Anuncios Google