La esposa de un diplomático tenía que asistir a una importante recepción en el Palacio del Eliseo, y se lamentaba de no tener un sombrero adecuado a.

Presentación del tema: "La esposa de un diplomático tenía que asistir a una importante recepción en el Palacio del Eliseo, y se lamentaba de no tener un sombrero adecuado a."— Transcripción de la presentación:

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3 La esposa de un diplomático tenía que asistir a una importante recepción en el Palacio del Eliseo, y se lamentaba de no tener un sombrero adecuado a su nuevo vestido.

4 Acudió al mejor modisto de París y la atendió una de las dependientas, que le mostró los mejores sombreros del lujoso establecimiento, pero ninguno encajaba con el gusto de la señora.

5 Por lo que preguntó por el creador, el artista de la boutique, quien saliendo amablemente se interesó por la calidad, el color y las características del vestido que la señora iba a lucir en la fiesta.

6 Debidamente informado por la dama, desplegó un gran trozo de amplia cinta de seda. Hizo un hermoso lazo y lo sujetó, adaptándolo a la cabeza de la señora, quien muy satisfecha, exclamó: "Éste es el sombrero que yo deseaba. ¡Muy bien! ¿Cuánto le debo?". "Son tres mil francos, madame".

7 La reacción de la señora, al parecerle el precio muy alto, fue inmediata: "Pero, ¿cómo?, ¡tres mil francos por un trozo de cinta!"

8 El artista, imperturbable, deshizo el sombrero que había creado y, envolviendo delicadamente el tejido utilizado, con la mejor de sus sonrisas se le ofreció a la dama diciendo: "Madame, el trozo de cinta de seda es gratis".

9 Así somos nosotros sin el toque del Maestro, un trozo de cinta de seda, nada más, pero Jesús le da forma, brillo y color a nuestra vida. Pon tu corazón a los pies del Señor, hará de él una obra maestra.

10 ¡DIOS TE BENDIGA!

11 ¡QUE TENGAS UN FELIZ DIA!