Un día, hijo mío, fuiste frágil, absolutamente indefenso y dependías de nosotros, tus padres, hasta en los.

Presentación del tema: "Un día, hijo mío, fuiste frágil, absolutamente indefenso y dependías de nosotros, tus padres, hasta en los."— Transcripción de la presentación:

1 Un día, hijo mío, fuiste frágil, absolutamente indefenso y dependías de nosotros, tus padres, hasta en los más pequeños detalles. Eran tus primeros contactos con el mundo Sonreías a todas las cosas y llorabas con enorme facilidad ¡Todo era mágico! Ria Slides

2 En nuestros brazos, encontrabas seguridad y secabas tus lágrimas.
Lágrimas de “caprichos”, de miedos, de pequeños golpes que no dolían tanto, pero que desaparecían cuando te encogías en nuestro abrazo. . Ria Slides

3 Ahora ya no vienes corriendo indefenso.
Tu mirada, infantil y desprotegida, cedió lugar a un modo diferente de ser. La vida te hizo crecer, ¡y cómo creciste! Te volviste autosuficiente (o pensaste que lo eras), comenzaste a mirar a la gente como si el mundo fuese todo tuyo, y la razón estuviese siempre de tu lado. . Ria Slides

4 En parte, tienes razón. Pero sólo en parte.
Creemos que el mundo es nuestro, aunque muchas veces tenemos que encarar las diversas situaciones de la vida con una “sobredosis” de humildad. . Ria Slides

5 Pero... los jóvenes sólo entienden eso cuando ya no son tan jóvenes.
Y la razón, hijo mío, nunca es de ninguno porque, a cada minuto, hay siempre un nuevo detalle para aprender. . Ria Slides

6 Una persona adulta, no corre hacia sus padres...
Hoy ya no nos buscas más después de los “golpes de la vida” Y si corren tus lágrimas, ya no nos dejas secarlas. Una persona adulta, no corre hacia sus padres... Eso es cosa de niños Piensas. Tu contacto con la vida, en el presente, es mucho más real y ya no necesitas tanto nuestra mirada protectora. . Ria Slides

7 Esos zapatos... que estás usando en este momento, ofrecen mucha más seguridad y es desde arriba de ellos que ves ahora el mundo. Traes con esos nuevos pasos, el equipaje ideal que siempre tratamos de darte. Y estás aprendiendo que la vida algunas veces es confusa, y no siempre del modo que nos gustaría que fuese... . Ria Slides

8 ¡Puedes y debes ser un vencedor!
Por eso aún hoy, como siempre, déjame protegerte, sólo recordando que... vale la pena caer,... levantarse,... aprender,... reír, ... llorar,... saber agradecer. ¡Vale la pena vivir! ¡Puedes hacer de tu vida, una canción! ¡Puedes y debes ser un vencedor! . Ria Slides

9 No dejando de lado, en ningún momento, la humildad.
Es importante que tengas conciencia de tu misión en el mundo y que trates de hacer todo lo que puedas, para crecer como ser humano. No dejando de lado, en ningún momento, la humildad. Porque con ella, vivirás también, momentos de sabiduría. . Ria Slides

10 No debes olvidar el respeto y la capacidad de oír al prójimo.
Aprende a discernir, sé justo ¡y ten mucha fe! Es importante, hijo mío traer también en tu equipaje algo llamado TERNURA. Ella cabe en cualquier lugar En el corazón, en la mirada... Ella te va a hacer mucho bien. . Ria Slides

11 ¿Y qué decir... entre un zapato y otro? Tantas cosas...
Sabes que nuestra mirada todavía es igual protectora... Nuestro abrazo todavía está aquí, esperándote, para “cualquier golpe”. Nuestro modo de ser... entre un zapato y otro, continúa siendo el mismo... porque somos tus padres ¡Y es maravilloso serlo! . Ria Slides

12 F I N “Hijo, en esta época de la vida ¿cómo puedo ayudarte a ver?
¿Puedo ofrecerte mis hombros para subir? Pero... Si ahora estás viendo más lejos que yo. Ahora ves por los dos. ¿Quieres decirme lo que estás viendo?” F I N . Ria Slides