Obras todas del Señor bendíganlo, alábenlo, ensálcenlo, eternamente. Bendito seas tú que sondeas los abismos, que te sientas sobre querubines, alabado.

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2 Obras todas del Señor bendíganlo, alábenlo, ensálcenlo, eternamente. Bendito seas tú que sondeas los abismos, que te sientas sobre querubines, alabado y ensalzado eternamente. Bendito seas en el firmamento del cielo, alabado y glorificado eternamente. Bendito seas Señor Dios de nuestros padres, alabado y exaltado eternamente. Bendito sea tu santo y glorioso Nombre, cantado y exaltado eternamente. Bendito seas en el templo de tú santa gloria, cantado y alabado eternamente. Bendito seas en el trono de tu reino, cantado y glorificado eternamente. DANIEL 3

3 Angeles del Señor, bendíganlo, alábenlo y glorifíquenlo eternamente. Cielos, bendigan al Señor, alábenlo y ensálcenlo eternamente. Aguas todas del cielo, bendigan al Señor, alábenlo y exáltenlo eternamente. Potencias todas del Señor, alábenlo, y ensálcenlo eternamente.

4 Sol y Luna, alábenlo y ensácenlo eternamente

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6 Frío y ardor, hielos, heladas y nieves, alábenlo y ensálcenlo eternamente.

7 Noches y días, luz y tinieblas, rayos y nubes, tierra, montes y cerros. Todo lo que brota en la tierra, alábenlo y ensálcenlo eternamente

8 Mares y ríos, ballenas y peces, aves todas del cielo… alábenlo y ensálcenlo eternamente

9 Hijos de los hombres, alábenlo y ensálcenlo eternamente. Fieras y animales...

10 Israel, alábalo y ensálzalo eternamente. Sacerdotes, del Señor, servidores del Señor, espíritus y almas de los justos, santos y humildes de corazón, alábenlo y ensálcenlo eternamente. Porque él nos ha arrancado del infierno. Nos ha salvado de manos de la muerte, nos ha librado del horno de ardientes llamas y nos ha sacado de en medio de ellas.

11 Todos los que adoran al Señor, bendigan al Dios de los dioses, alábenlo y reconózcanlo porque su misericordia es eterna. Envió a su angel a librar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron la orden del rey y entregaron su cuerpo al fuego antes que servir y adorar a ningún otro fuera de su Dios. (Daniel 3)