Hermana(o) Si la tensión que sientes es excesiva o se prolonga demasiado, puede que no consigas remediar la situación por ti mismo. No hay nada de malo,

Presentación del tema: "Hermana(o) Si la tensión que sientes es excesiva o se prolonga demasiado, puede que no consigas remediar la situación por ti mismo. No hay nada de malo,"— Transcripción de la presentación:

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2 Hermana(o) Si la tensión que sientes es excesiva o se prolonga demasiado, puede que no consigas remediar la situación por ti mismo. No hay nada de malo, sino todo lo contrario, en buscar ayuda fisica, espiritual y emocional para poder superar un periodo dificil. Ora Alegrate Maria. Tu la amada y favorecida de DIOS. Llena de Gracia y del Espiritu Santo el Señor esta contigo. Bendita Tu eres, entre todas las mujeres y bendito es el fruto...

3 Es posible que algunas facetas de tu vida hayan sido descuidadas durante periodos prolongados. Lucha por restablecer tu equilibrio. Saca tiempo para rezar, hacer ejercicio, pensar, leer realizar alguna actividad fisica, estar solo, estar con otros. Continua orando: … de tu vientre JESUS. Santa Maria Madre de DIOS ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

4 Cuando hayas descubierto la causa de tu malestar, considera si tiene o no solución. Si no te es posible cambiar la situación, intenta cambiar de actitud. Sigue orando: Bendiceme Madre y ruega por mi sin cesar, aleja de mi hoy y siempre el pecado, si tropiezo tiendeme tu mano hacia mi, si me dejas Madre que sera de mi. Si cien veces caigo, cien veces levantame, si yo me olvido de ti, Tu no te olvides de mi. En los peligros del mundo asisteme. Quiero morir y vivir bajo...

5 Hermana(o) Practica el arte de soborear la vida: el aroma de la mañana, el canto de los pajaros, el espectáculo de un amanecer. Detente, mira y escucha. Cultiva una actitud agradecida. Si te fijas en todos los dones y regalos que DIOS te ha concedido, tus preocupaciones perderán toda su importancia. Recuerda DIOS te ama y dio su vida por ti. Termina asi: … tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreir. No me dejes Madre mia y al final sal a recibirme y llevame junto a Ti. Tu Bendición me acompañe hoy y siempre. AMEN Feceva - Enero 2000.