MAS SOBRE EL AMOR.

Presentación del tema: "MAS SOBRE EL AMOR."— Transcripción de la presentación:

1 MAS SOBRE EL AMOR

2 El AMOR, es una mezcla de placer, deseo e idealización, y es lo que permite la construcción de una relación de pareja: una relación de a dos, intersubjetiva y contradictoria.

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4 Es intersubjetiva porque para originarla y explicarla hay que recurrir al análisis de lo que ocurre en la interacción de dos subjetividades. Es contradictoria porque nos muestra una doble faz. Por un lado, es una de las mejores maneras de amortiguar la finitud, la incompletud, la necesidad de los seres humanos. Por otro lado, nos muestra la imposibilidad final de tal tarea de amortiguación. El amor es la vida y es la muerte. De ambas se nutre. El amor es la metáfora de la condición humana.

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7 El AMOR es una elección. Es un acto conciente, personal, gratuito e intersubjetivo.

8 El AMOR es la emoción que permite un dominio de acciones caracterizadas por: la aceptación, el placer de estar juntos y el gusto por integrarse en interacciones constantes. Lo amoroso es algo imprescindible para el ser humano. Es algo anclado en nuestra naturaleza de seres biológicos.

9 Y decir libre se refiere a la
El territorio donde vive el amor (según Onfray) presenta las siguientes actitudes: a) Permanecer libre Esto es, el amor sólo puede crecer entre seres libres e iguales, entre personas maduras y por tanto capaces de gestionar eficazmente su mundo de deseos e intenciones. Y decir libre se refiere a la capacidad de mantenerse lo más independiente posible del entorno (o quizá sea mejor decir eligiendo las dependencias, que viene a ser lo mismo) y ser capaz de poner nombre a los propios deseos.

10 El territorio donde vive el amor (según Onfray) presenta las siguientes actitudes
b) Habitar el presente El amor habita en lo real. Es decir, en la corporalidad, en la materialidad concreta de un ser, es sobre lo que se apoya la relación erótica. La corporalidad sitúa, abre, aquello que es posible en una relación y también establece los límites. De ahí que el romanticismo haya que considerarlo como una infección del sentimiento. El amor es presente, real, concreto y vive hoy lo que es hoy.

11 El territorio donde vive el amor (según Onfray) presenta las siguientes actitudes
c) Rechazar la pesadez El amor no arrastra cargas, es fluido, volátil, no crea instituciones que no sean el propio amor de los amantes... lejos de familia, hijos, hipotecas, cenas de navidad…

12 El territorio donde vive el amor (según Onfray) presenta las siguientes actitudes
d) Practicar el juego El amor es siempre una relación que se vive como si fuera para siempre y, al tiempo, como si fuera a acabar mañana mismo; como si fuera posible y como si no lo fuera; como si fuéramos lo que no somos; como si cada vez todo pudiera empezar; como si nada se gastara... Como un juego en el que uno se implica sabiendo que, en el fondo, es un juego. Aunque eso, como les ocurre a los niños, no le quita importancia ni emoción.

13 La experiencia amorosa tiene unas dimensiones y unos efectos, los cuales deben ser distinguidos entre sí y, a su vez, estos deben distinguirse de la valoración que hace el amante.

14 Pueden diferenciarse ocho dimensiones cuya mezcla produce seis efectos
Pueden diferenciarse ocho dimensiones cuya mezcla produce seis efectos. Esas dimensiones son: Erotismo: Es el placer del sexo y el deseo después de la elaboración que la fantasía y la imaginación que cada ser humano realiza. Enamoramiento: Es el estado de placer por la fusión y la proyección de un amante en otro que supera las carencias que se están teniendo. Domesticidad: El gusto por lo cotidiano, lo predecible, lo familiar, lo hogareño, por la repetición y la rutina que contiene toda felicidad. Apego: Describe el placer de aquellos que se aman por estar juntos físicamente, el placer de la seguridad que da la presencia del otro.

15 Mutualidad: Es la reciprocidad, el intercambio que se da entre las acciones de ambos. Incluso es el feed-back, la reincorporación constante de elementos de la relación en el devenir de cada uno. Diversión: Describe la dimensión lúdica, festiva, de juego, de “como si”, de risa y alegría, en la interacción de los que se aman. Racionalidad: Es la evaluación que según los intereses, deseos y valores de cada uno resulta al aplicarlos de forma consciente y meditada a la realidad personal del otro. Memoria: Es la presencia de la historia de la relación en el día a día de la experiencia amorosa.

16 LOS SEIS EFECTOS PRODUCIDOS POR LA MEZCLA DE LAS OCHO DIMENSIONES:

17 TRANQUILIDAD: proporcionada al encontrarse bien en la presencia cotidiana del otro. Una relación es amorosa cuando es capaz de instalarse en la práctica cotidiana y hacer la vida más libre, más segura, más clara, más acompañada, más predecible y placida para los amantes y así cada uno usa la presencia del otro como un elemento de valor en la propia vida.

18 OPCIONES: al estar inmerso en una relación amorosa, surgen ideas, proyectos, pensamientos y prácticas nuevas en los proyectos vitales de los amantes. LAS OPCIONES DE VIDA DE CADA UNO AUMENTAN La relación amorosa ha de implicar un sistema de intercambio de intereses, deseos y valores que siendo de uno pasan al otro y así, se enriquece la vida

19 PLACER: la relación amorosa produce placer, entendido en todas sus variantes pero principalmente el placer erótico y una condición para ello es que cada uno pueda llegar a aceptar el otro como persona diferente, completa e irreductible para gozar de los aspectos positivos del otro y tolerar los negativos sin mucho dolor o resentimiento y sin necesidad de distorsión de la realidad del amante

20 TERNURA: supone un intercambio de identidades, de diferencias, NO DE COMPLEMENTARIEDADES que suelen acabar en algún sistema de sumisión. En la TERNURA, el amor supone que se acepta el proyecto del otro como ser humano. Se busca la felicidad y el bienestar del otro

21 MADUREZ: Es la capacidad de ser independiente del medio y gestionar la obtención eficaz de deseos y esa MADUREZ se puede tener al tiempo que se tiene en cuenta la del otro

22 TRANSGRESION: en un mundo postmoderno, lo meramente sexual, lo genital, ya no es transgresor; son transgresoras las relaciones amorosas, las homosexuales, las no patriarcales o las no basadas en el matrimonio y lo familiar pues no imitan las relaciones tradicionales que se establecen entre un hombre y una mujer y que se basan en la situación edípica: un hombre que vive con su mamá y una mujer con su papá: ésta favorecen las relaciones ANODINAS que conducen al ABURRIMIENTO, uno de los tres enemigos de la relación de pareja. EL AMOR ES TRANSGRESOR CUANDO SE SITÚA FUERA DE LA LÓGICA SOCIAL DOMINANTE.

23 El amor vive en el riesgo.

24 No hay amores tranquilos sino aquellos que ya se han esclerotizado, que son fósiles. Pueden ser gratos, seguros, amables, pero fósiles…, restos de un amor que fue. La posesión, la dependencia, el control nunca son amor. Pero tampoco es amor algo ya hecho, ya acabado.

25 En términos generales, dos son las condiciones en las que la relación amorosa debe terminar (aunque aún se quiera a la persona amada): Una es cuando la relación perjudica, la otra cuando es pobre.

26 La relación es perjudicial cuando una persona es un objeto para el otro y no se respetan sus derechos humanos. Por evidente que parezca esta idea no se suele aplicar a las relaciones amorosas, ¡como si fueran una excepción a esos derechos!

27 La relación es pobre cuando no aporta nada a la capacidad de poder y autonomía personal, cuando se convierte en una especie de canibalismo mutuo. Afortunadamente los signos de ese estado son claros: ansiedad, tedio, sentirse atrapado, desear la soltería o la viudez, apatía sexual…, todo lógico si la filosofía de la relación es “me entrego a ti”, como si uno fuera un paquete de correos.

28 En ambos casos, la relación amorosa está siendo recorrida por una especie de “cuatro jinetes del Apocalipsis”: dependencia, fusión, desencanto y posesión.

29 Hay dependencia cuando las variables del estado emocional solo se consiguen por la acción, presencia y aprobación de otro. Hay dependencia cuando la vida de uno solo puede transcurrir dentro de los límites marcados por otro. Hay fusión cuando la vida de dos personas transcurre completamente en común en lo que se refiere a sus intereses deseos y valores. Hay fusión cuando se da un completo intercambio de complementariedades en lugar de un intercambio de identidades.

30 Hay desencanto cuando la relación supone un aburrimiento y una cárcel de la que uno aspira a escapar y la presencia del otro supone más una carga que una ilusión. Hay posesión cuando uno es un objeto para el uso del otro. Hay posesión cuando una persona es objeto dador de confort, dinero, sexo, protección…, sin que importen sus intereses, valores o deseos.

31 Cuando una relación está siendo recorrida por estos jinetes ha de neutralizase porque si no ha acabado, debería acabar ya que conduce a dos evoluciones. En su versión ligera se llega a la trivialidad y la insatisfacción. En su versión dura lleva a los celos en los que también hay trivialidad e insatisfacción, pero la presencia de los celos desencadena una evolución tórpida que con frecuencia acaba en violencia y muerte.

32 ¿Cuándo una relación ya no se puede considerar amorosa?
No pueden establecerse reglas. Cada persona ha de decidir cuando es suficientemente satisfactorio y cuando no. Lo que sí parece claro es que si una persona observa en sí y en el otro una proporción de estos efectos elevada está en una relación que pueda clasificarse sin lugar a dudas de amorosa. Pero igualmente es cierto que otras personas valorarán de forma diferente la importancia de cada uno de estos ítems.

33 ¿Cuándo una relación ya no se puede considerar amorosa?
El placer erótico, por ejemplo, puede ser valorado de manera distinta por varias personas. Para unas puede ser algo muy importante para otras puede ser algo de escaso valor. En todo caso los efectos del amor llevan a que existan diversos tipos de amores, diversos tintes que dan lugar a diversas experiencias amorosas.

34 ¿Cuándo una relación ya no se puede considerar amorosa?
Si uno o más de estos efectos están ausentes la relación amorosa, comprometida y erótica, es frágil. Y ello ocurre a veces al margen de lo que opinen los amantes, que pueden autoengañarse. Se puede ver a personas que dicen cosas así: “yo estoy muy enamorada de mi marido” o “la relación con mi mujer es sexualmente muy satisfactoria”. Sin embargo, se ve, se intuye, que no se ajusta a la realidad que exponen, que es sólo propaganda destinada a no querer ver una verdad.

35 ¿Cuándo una relación ya no se puede considerar amorosa?
Asimismo puede suceder que lo que una persona piensa sobre los efectos en sí y en el amado de su experiencia es diferente a la que posee el otro. En este caso estamos a las puertas de problemas, con mayor o menor grado, de conflicto abierto.

36 La experiencia más humana, más real, nos dice que todo amor para ser bueno ha de ser autónomo y poderoso. Autónomo, esto es, capaz de nombrar sus deseos y obtenerlos de forma eficaz. Es entonces cuando se puede decir: te ofrezco mi amor, puedo vivir tu amor. Poderoso, esto es, lo más independiente del medio que sea posible, aunque esa independencia no consista más que en elegir libremente las dependencias.