Práctica final Creación de carpetas compartidas en la red Unidad 09.

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1 Práctica final Creación de carpetas compartidas en la red Unidad 09

2 09 Práctica final 1 Para crear carpetas compartidas en la red, lo primero que hay que hacer es definir los discos sobre los que crearemos las carpetas que queremos compartir. Después hay que darles a esas carpetas los permisos necesarios para que los usuarios que se vayan a conectar remotamente a ellas puedan hacer las operaciones que necesiten sobre los ficheros que contienen (esta es una operación típica del perfil laboral del administrador de sistema más que del administrador de la red, aunque frecuentemente coinciden). Inmediatamente después, se procederá a compartir la carpeta a la red y proporcionar al servicio de compartición los derechos de conexión (que no permisos) de acceso, que es lo que está representado en esta diapositiva. En la figura hemos creado la carpeta C:\FondosBiblioteca, que será el lugar del disco en donde se almacenarán los documentos que contengan los fondos bibliotecarios. Si suponemos que en esa carpeta ya están creados los permisos sobre los ficheros que contiene, podemos seleccionar la carpeta y en el menú contextual elegir “compartir capeta”, lo que nos disparará el asistente de archivos compartidos. Sobre este asistente, tenemos que crear los derechos de conexión, es decir, las operaciones que el usuario remoto va a poder hacer con los ficheros que se comparten. Para esta carpeta hemos elegido que el Administrador es copropietario de los documentos y que el grupo “Todos” (todos los usuarios del sistema, tanto locales como remotos) podrán leer los documentos. La información quedará segura puesto que aunque un usuario tenga permisos de borrado, le hemos dicho al sistema que le imponga una restricción más fuerte (un derecho de conexión) que indica que sólo pueda leer y no borrar.

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4 3 Cuando finalice el asistente, la carpeta estará compartida y a partir de ese momento se hará accesible a los clientes remotos mediante el protocolo SMB (el equivalente Samba de Linux) por el nombre \\SRV\FondosBiblioteca.

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6 5 Repetimos el procedimiento de modo similar para la carpeta C:\FondosInvestigadores, pero ahora los derechos de acceso serán algo distintos: El administrador seguirá siendo el propietario de los documentos. El Bibliotecario será colaborador, lo que quiere decir que podrá añadir documentos por la red, pero no borrarlos. Si el bibliotecario quisiera modificar o borrar documentos debería presentarse en el servidor con la cuenta de Administrador o bien con su propia cuenta interactuar desde el servidor, no a través de la red. El usuario presentado con la cuenta de Investigador sólo podrá leer documentos.

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8 7 A partir de este momento la carpeta podrá ser accedida remotamente mediante SMB con el nombre \\SRV\FondosInvestigadores. Windows Server 2008 tiene una consola de administración de almacenamiento y recursos compartidos que está accesible desde el menú de herramientas administrativas del sistema. Si disparamos esta consola veremos los dos recursos compartidos que hemos creado: FondosBiblioteca y FondosInvestigadores. Nota: los otros tres recursos que aparecen (ADMIN$, C$ e IPC$) no son recursos que puedan utilizar los usuarios, sólo el sistema y el administrador.

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10 9 Ahora desde los clientes basta con que iniciemos la conexión remota a la carpeta de red deseada, mediante el menú contextual del equipo en Windows sobre la opción “Conectar a unidad de red…” o mediante la opción “Conectar a servidor” de Linux. El sistema disparará entonces un asistente de conexión que nos solicitará los datos de conexión. En el caso de Linux (figuras superiores), tendremos que elegir en primer lugar el tipo de servicio (protocolo de conexión), que en nuestro caso será “Compartido por Windows” (que utilizará el protocolo SMB, que es con el que habíamos compartido la carpeta en el servidor Windows). Después rellenaremos el nombre del servidor de conexión (srv o srv.ctt.local) y luego escribiremos la carpeta compartida a la que deseamos conectarnos. Si en este momento hacemos clic en el botón de “Conectar” se intentará la conexión a la carpeta, pero como es un servicio restringido a ciertos usuarios, Linux nos presentará una ventana para que nos identifiquemos. Si nos presentamos con la cuenta de Investigador (que está creada en el servidor) y tecleamos bien la contraseña, Linux procederá a abrir una nueva unidad de disco remota que se corresponderá con la carpeta de red solicitada. En el caso de Windows la operación es similar, pero en este caso no tendremos que elegir el protocolo puesto que Windows entenderá que utilizaremos nombres NetBIOS y el sistema operativo hace transparente al usuario la tecnología de transporte que utilizará para realizar la conexión.

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