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Termina Navidad, empieza la Misión. Con la fiesta de hoy termina el ciclo de la Navidad. Esta tarde, con las vísperas, retiramos ya los símbolos del.

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3 Termina Navidad, empieza la Misión.
Con la fiesta de hoy termina el ciclo de la Navidad. Esta tarde, con las vísperas, retiramos ya los símbolos del tiempo navideño y dejamos paso a las semanas de Tiempo Ordinario que precederán a la Cuaresma. En rigor, hoy sería el Domingo 1º del Tiempo Ordinario: pero en él siempre se celebra esta fiesta del Bautismo de Jesús. Mañana, Lunes, sí es Lunes de la 1ª semana del Tiempo Ordinario.

4 Terminamos la Navidad con la escena que da inicio a la misión pública de Jesús: su Bautismo en el Jordán, donde recibe la confirmación oficial de su mesianismo. Del Niño recién nacido pasamos al Profeta y Maestro que nos ha enviado Dios y que va a comenzar su misión. Puede parecer un tanto brusco este paso de la infancia de Jesús a su vida pública: pero Marcos no quiere sencillamente narrar cosas, sino transmitir un «Evangelio», la Buena Noticia que Jesús mismo era y predicaba. Seguimos en clima de Epifanía, de manifestación, con lecturas bíblicas diferentes para cada uno de los tres ciclos dominicales.

5 5 4 3 2 1 «Este es mi Hijo amado…» CONTEMPLACION ACCION ORACION
LECTURA PREPARACION MEDITACION ORACION CONTEMPLACION ACCION 1 2 3 4 5 «Este es mi Hijo amado…»

6 1° PREPARACIÓN INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

7 Invoquemos Al ESPIRITU SANTO

8 Ven, Espíritu Santo, ayúdanos a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Jesús la ha leído a los discípulos en el camino de Emaús. Crea en nosotros el silencio para escuchar la voz del Padre en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.

9 Que la Palabra nos oriente
a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de la Resurrección y testimoniar a los otros que Jesús estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Amén.

10 LECTURA ¿QUÉ DICE el texto?

11 Leamos la PALABRA

12 Is. 42, : «Miren a mi siervo, a quien prefiero»

13 En la primera lectura el profeta Isaías visualiza a Cristo como «Luz de las naciones» (Lumen Gentium). Jesús vino a transmitir gracia, esperanza y liberación para todos. No sólo al pueblo escogido (los judíos), sino igualmente a los gentiles. El libro de Isaías incluye cuatro «cantos del Siervo de Yahvé», de los que hoy leemos el primero. Es un poema que prepara perfectamente lo que luego escuchamos en el Evangelio, porque las palabras que Dios dice sobre el Siervo y las que suenan sobre Jesús en el Jordán son muy parecidas.

14 El canto del AT dice: «Miren a mi Siervo, a quien sostengo, mi elegido, a quien prefiero».
Isaías describe también cuál va a ser la misión y el estilo de actuación de este Siervo: «no gritará... la caña cascada no la quebrará... promoverá el derecho... te he hecho alianza de un pueblo...». Poema del servidor fiel que presenta a un elegido de Dios, amado y preparado por Él con la fuerza del espíritu. Este servidor es enviado para traer los pueblos a la luz de la verdad y al amor salvador de Dios.

15 Todo esto se expresa con las imágenes bíblicas características para expresar la salvación, el amor de Dios. Otros poemas van a completar a éste describiendo la misión del siervo. En éste, teniendo en cuenta la situación de diáspora, se pedía al pueblo actuación discreta, prudente, mansa y pacífica, pero fiel y firme.

16 «El Señor bendice a su Pueblo
Sal. 29(28) «El Señor bendice a su Pueblo con la paz»

17 El salmo se fija más en «las aguas» - «la voz del Señor sobre las aguas torrenciales»- y en la glorificación del Señor: «el Dios de la gloria ha tronado... el Señor se sienta como rey eterno». Es un salmo que parece preludiar ya la designación oficial de Jesús como el Mesías y el Rey en el río Jordán. Un Rey que viene a traer la paz. De ahí el estribillo que repetimos: «el Señor bendice a su pueblo con la paz»

18 con la fuerza del Espíritu Santo»
Hch. 10, 34-38: «Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo»

19 El mensaje del libro de los Hechos es un fragmento sobre la conversión del pagano Cornelio y de toda su casa. Pedro se encuentra con señales claras de que el Espíritu mueve a conversión y a recibir el Bautismo a unos paganos. Les expone el misterio de Cristo-Salvador como el servidor fiel presentado por Isaías en la primera lectura. Pedro sigue diciendo que los apóstoles deben anunciar la liberación que Cristo da por su Espíritu a los que creen.

20 Este texto del libro de los Hechos se encarga de entregarnos la esencia de lo que significa el Bautismo de Jesús: Jesús es para todos... Dios no discrimina por naciones o razas. Lo que cuenta para él es una fe amorosa y una vida santa. Esta catequesis que Pedro hace de Jesús, en casa de Cornelio -en el marco de la apertura de la comunidad a los paganos-, empieza precisamente con el recuerdo del Bautismo de Jesús.

21 El resumen que Pedro hace de este episodio es denso: Jesús, aquel día, fue «ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo» ... y así pudo empezar su misión mesiánica. Además, en el cumplimiento de su misión, «pasó haciendo el bien» y haciendo cosas maravillosas, «porque Dios estaba con él».

22 EVANGELIO DE JESUCRISTO
Mc. 1,7-11: «Este es mi Hijo amado...» EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGÚN SAN MARCOS R/. Gloria a Ti, Señor.

23 Bautismo de Jesús (Mt. 3,13-17; Lc. 3,21s; cfr. Jn. 1,29-34) 7 Juan proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. 8 Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con Espíritu Santo». 9 Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.

24 10 En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. 11 Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco». Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

25 Re-leamos el texto para interiorizar la Palabra
vv. 7-8: Jesús y Juan en el Jordán: Juan sabe muy bien que no es el Mesías y de que es muy inferior a Él en dignidad, aun siendo llamado a prepararle la venida, ya inminente. Todos los evangelios refieren este conocimiento, subrayado aquí por el uso del verbo en pretérito para el propio bautismo (queda en el pasado…) y en futuro para el bautismo del Mesías (es el verdadero bautismo que permanecerá…).

26 Esto refleja la preocupación (típica de las primeras comunidades cristianas) de mostrar la superioridad del bautismo cristiano al bautismo de Juan, al mismo tiempo que la preeminencia de Jesús el Cristo sobre Juan el Bautista (cfr. Mt. 3, 14; Jn. 1,26,34). Juan dice claramente que su bautismo es sólo preparación de un suceso purificatorio más radical y directamente conectado al juicio final de Dios: el «Bautismo en el Espíritu» y «en el fuego» (cfr. Mt. 3, 11-12).

27 El Pueblo de la Judea y de Jerusalén acoge ampliamente la predicación de Juan, en tal forma que fueron gran número los que se acercaban a él para obtener el bautismo (cfr. Mc 1, 5) como incluso narra Flavio Josefo: es la realización evidente de la palabra profética citada por Mc 1, 2-3. Marcos sintetiza al máximo la predicación de Juan; en particular, omite lo que se refiere al divino juicio final (cfr. Mc. 1, 7; Mt. 3, 10-12), con el fin de poner en mayor relieve la predicación de Jesús. El bautismo de Jesús encierra un mensaje nuevo que supera radicalmente al Bautista. Los evangelistas han cuidado con esmero la escena.

28 El bautismo en el Espíritu (v
El bautismo en el Espíritu (v. 8b): es el Bautismo escatológico ya prometido por los profetas (cfr. Jn. 3, 1-5), ligado al fuego del juicio y también bajo forma de aspersión (cfr. Ez. 36, 25). Jesús lo recibe inmediatamente después y su bautismo será origen y modelo del Bautismo de los cristianos. Por tanto, la Comunidad Cristiana se funda sobre el don del Espíritu Santo.

29 v. 9: El Bautismo de Jesús por parte del Bautista, en el Jordán, es un acontecimiento al que los cuatro evangelistas dan mucha importancia: - Jesús es manifestado como el Hijo, el predilecto de Dios, - lleno del Espíritu, - dispuesto a comenzar su misión mesiánica, - solidario con todo el pueblo que acude al Bautismo de Juan. Parece la investidura oficial de Jesús de Nazaret como el Mesías anunciado y el comienzo de su misión.

30 Jesús viene «de Nazaret de Galilea»:
Jesús sobresale en medio de la gran muchedumbre de penitentes judíos (cfr. Mc. 1,5), porque proviene de una zona a la cual no había llegado nada más que los ecos de la predicación penitencial del Bautista, la Galilea. Este es un lugar importante para Marcos: - Jesús inicia allí su actividad y allí es bien acogido; - después de la Pascua, es allí donde los discípulos se reunirán (cfr. Mc. 16,7) y lo entenderán plenamente - y es desde allí de donde saldrán para la misión (cfr. Mc. 16,20).

31 A la luz de lo que dirá después la voz celestial, Jesús no es sólo «más fuerte» que Juan, sino que tiene una naturaleza muy superior a él. Y, sin embargo, Él ha descendido entre aquéllos que se reconocen pecadores, sin tener ninguna disminución de la propia dignidad (cfr. Flp. 2, 6-7): es «la luz que brilla en las tinieblas» (cfr. Jn. 1,5). El segundo evangelio no trae los motivos por los cuales Jesús va a recibir el bautismo de penitencia, aunque el acontecimiento es uno de los más esperados históricamente entre los narrados en los evangelios: al evangelista le interesa primariamente la revelación divina que sigue al bautismo de Jesús.

32 vv : El relato del Bautismo de Jesús según San Marcos es el más breve de los tres sinópticos y subraya los elementos fundamentales que resumen el significado de este acontecimiento: - «cielos abiertos», «presencia del Espíritu Santo» y «voz del Padre»: - se abre de nuevo para el ser humano la posibilidad de: * acercarse a Dios, * con la asistencia del Espíritu Santo * por voluntad del Padre.

33 Ese nuevo acceso a Dios es lo que inaugura Jesucristo con su Bautismo en el Jordán.
Se ve claramente que los evangelistas aluden al cántico de Isaías, porque narran la escena casi calcando los términos en que el profeta había anunciado la venida del Enviado de Dios. - El cielo, que permanecía cerrado e impenetrable, se abre para mostrar su secreto. - Al abrirse, no descarga la ira divina que anunciaba el Bautista, sino que regala el amor de Dios, el Espíritu, que se posa pacíficamente sobre Jesús. - Del cielo se escucha una voz: «Tú eres mi Hijo amado».

34 Los cielos, literalmente, «se rasgan» (scizomenouj del verbo scizw = rasgarse, quebrarse, hacerse pedazos) oyendo la invocación de Isaías: «Si tú rasgaras (anoixhj)los cielos y descendieras» (Is. 63, 19b). Se abre así una fase del todo nueva en la comunicación entre Dios y los hombres, después de un tiempo de separación: ... esta nueva relación se confirma y llega a ser definitiva con la muerte redentora de Cristo, en cuyo momento «se rasgó en dos partes» (escisqh eij duo) el velo del Templo (cfr. Mc. 15,38) como si una mano del cielo lo hubiese golpeado.

35 Por lo demás, la Pascua de muerte y resurrección es el «Bautismo deseado» de Jesús.(cfr. Lc. 12,50).
El mensaje es claro: - con Cristo, el cielo ha quedado abierto; - de Dios solo brota amor y paz; - podemos vivir con confianza. A pesar de nuestros errores y nuestra mediocridad insoportable, también para nosotros «el cielo ha quedado abierto». También nosotros podemos escuchar con Jesús la voz de Dios: «Tú eres para mí un hijo amado, una hija amada».

36 En adelante podemos afrontar la vida
- no como una «historia sucia» que hemos de purificar constantemente, - sino como el regalo de la «dignidad de hijos de Dios», que hemos de cuidar con gozo y agradecimiento. Jesús quiere «cumplir todo lo que Dios quiere» (como dice Mateo en su relato: Mt. 3,15). Tiene un estilo muy propio de cumplir su misión de Salvador: ahora y en la cruz, con una solidaridad radical con la humanidad pecadora.

37 La voz del cielo sobre Jesús suena así: «Tú eres mi Hijo amado».
La palabra griega «páis» (paij : Is. 42,1) puede significar «hijo» o «siervo», indistintamente. Sobre los dos baja el Espíritu: - En Isaías dice la voz sobre el Siervo: «sobre él he puesto mi Espíritu». - Mateo dice de Jesús que «se abrió el cielo y el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él».

38 La última parte del texto es una referencia a la Trinidad:
Dios Padre, dirigiéndose a Jesús ante toda la humanidad en esa orilla del Jordán («Tú eres mi Hijo amado») está dando crédito a la misión divina del Hijo.

39 MEDITACIÓN ¿QUÉ NOS DICE el texto?

40 Meditemos la PALABRA

41 «El Bautismo de Jesús en el Jordán es recordado y destacado, aunque de manera diferente, por todos los evangelistas. Formaba parte, de hecho, de la predicación apostólica, pues constituía el punto de partida de la serie de hechos y palabras sobre los que debían dar testimonio los apóstoles (Cf. Hch. 1, 21-22; 10,37-41). La comunidad apostólica lo consideraba muy importante, no sólo porque en esa circunstancia, por primera vez en la historia, se daba la manifestación del misterio trinitario de manera clara y completa, sino también porque a partir de ese acontecimiento comenzó el ministerio público de Jesús por los caminos de Palestina...

42 ... El Bautismo de Jesús en el Jordán es la anticipación de su Bautismo de sangre en la Cruz, y también es símbolo de toda la actividad sacramental con la que el Redentor actuará la salvación de la humanidad. Por este motivo la tradición patrística ha prestado mucho interés a esta fiesta, que es la más antigua después de Pascua. “En el Bautismo de Cristo --canta la liturgia de hoy-- el mundo es santificado, los pecados son perdonados; en el agua y en el Espíritu nos convertimos en nuevas criaturas” («Antifona al Benedictus», Oficio de Laudes)». (BENEDICTO XVI: El Bautismo, llamada a la santidad, Intervención durante el Ángelus en la fiesta del Bautismo del Señor, 2007).

43 Inauguración de la Vida pública de Jesús
El Bautismo de Jesús inaugura su vida pública. Dios se manifiesta en Jesucristo, al presentarlo como el verdadero Siervo, anunciado por el profeta Isaías. Jesús aparece en el Bautismo como el «amado y predilecto» del Padre, sobre el que desciende el Espíritu; es el Hijo de Dios.

44 El Bautismo significa para Jesús la inmersión en los planes de Dios y en la voluntad del Padre y en su voluntad hasta la muerte de cruz, que es donde termina su Bautismo y se da cumplimiento a toda la misión recibida. Su misión queda resumida, como lo afirma claramente San Lucas (cfr. Lc. 4, )- en «abrir los ojos a los ciegos y sacar de la prisión a los cautivos». La Escritura dirá de Jesús: «pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos» (Hch. 10, 38b), la misma misión del Siervo de Yahvé: una misión liberadora.

45 La teofanía trinitaria
Un aspecto teológicamente importante de los textos de hoy es esta «teofanía trinitaria» (= manifestación de la Trinidad), que sucede en la escena del Bautismo, que lleva consigo también la «investidura», la proclamación oficial de Jesús de Nazaret como Mesías enviado de Dios. Así nos lo ha narrado Marcos: «En cuanto salió del agua, vio el cielo abierto y al Espíritu bajando sobre él como una paloma. Se oyó una voz del cielo (= el Padre) que dijo: –Tú eres mi Hijo querido, mi predilecto».

46 - La Oración Colecta del día ya empieza diciendo:
«en el Bautismo de Cristo quisiste revelar solemnemente que él era tu Hijo amado enviándole tu Espíritu Santo». - También la Oración sobre las ofrendas habla del «día en que manifestaste a tu Hijo predilecto». - El Prefacio explica cuál era la intención del Bautismo de Jesús: «hiciste descender tu voz desde el cielo, para que el mundo creyese que tu Palabra habitaba entre nosotros; y por medio del Espíritu ungiste a tu siervo Jesús para que los hombres reconociesen en él al Mesías, enviado a anunciar la salvación a los pobres».

47 Decir que Jesús de Nazaret es «el Ungido» manifiesta su misión divina.
El término griego «Chrystos» (Cristój) y el hebreo «Meshiáh» (xvm) significan lo mismo: el «Ungido». Como dice el Catecismo: «eso es lo que significa su mismo nombre, porque en el nombre de Cristo está sobrentendido el que ha ungido, el que ha sido ungido y la unción misma con la que ha sido ungido. “El que ha ungido es el Padre. El que ha sido ungido es el Hijo, y lo ha sido en el Espíritu que es la Unción” (cita de san Ireneo)» (CIC. 438).

48 El protagonismo del Espíritu
En la escena del Bautismo de Jesús en el Jordán aparece también el protagonismo del Espíritu, «en forma de paloma» que se posa sobre él. No sabemos bien por qué la paloma: ¿por ser un ave sutil, mansa, símbolo de la paz? ¿o como reminiscencia del Génesis, que nos cuenta que el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas primordiales y las llenó de vida? Ese mismo Espíritu del origen del mundo, es el que se prometía al Siervo, y se daba a los profetas y reyes en el AT como símbolo de la fuerza de Dios que les iba a acompañar en su misión.

49 Es el mismo Espíritu que intervino en la encarnación humana del Hijo de Dios, en el seno de María de Nazaret, «por obra del Espíritu», y el que actuaría luego en el sepulcro de Jesús, resucitándole a una vida nueva. En el Jordán se posó este Espíritu sobre Jesús. Pedro nos dice que Jesús fue «ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo». Cuando Marcos, Mateo y Lucas escriben sus evangelios, la comunidad cristiana tenía amplia y profunda experiencia de que el Espíritu iba guiando sus pasos y llenándola de su gracia. Como lo sigue haciendo en nuestro tiempo.

50 Nuestro seguimiento de Cristo a lo largo del año
También ahora, por medio de los sacramentos del Bautismo y la Confirmación, y por sus ricos carismas e impulsos, es el Espíritu el que continuamente nos empuja a la misión y a la evangelización. Nuestro seguimiento de Cristo a lo largo del año Empezamos nuestra vida cristiana siendo bautizados y renacidos por el agua y el Espíritu, o sea, introducidos en la esfera de Cristo y constituidos «hijos de Dios». Desde entonces somos «hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo» (Oración Colecta).

51 Hoy sería bueno empezar la Eucaristía con el rito de la aspersión, en vez de con el acto penitencial y el «Señor, ten piedad». Es un gesto simbólico que nos invita a recordar nuestro Bautismo, del que el Bautismo de Jesús es el prototipo, y a pedir a Dios que renueve en nosotros la gracia que nos concedió en aquel sacramento. Pero el Bautismo, para nosotros, como para Cristo Jesús, es el comienzo de un camino y de una misión. Ser bautizados significa ser seguidores e imitadores de Cristo Jesús, que va a ser continuamente nuestro guía para toda la vida.

52 Termina la Navidad... Pero a partir de hoy seguiremos desarrollando la gracia de nuestro Bautismo y nuestra respuesta de fe, escuchando ante todo, en las lecturas de la Eucaristía, cómo actúa Jesús durante su vida: - curando a los enfermos, - consolando a los atribulados, - perdonando a los pecadores, - resucitando a los muertos, - enseñando los caminos de Dios, - proclamando a todos la Buena Noticia de la salvación.

53 Termina la Navidad... pero queda Jesús Maestro y Profeta y Enviado de Dios, para todo el resto del año. Para que se pueda decir de nosotros: - que somos discípulos y seguidores suyos, - que intentamos imitarle en nuestro estilo de vida, - de modo que se pueda decir de nosotros, como de él, al final del año, o de nuestra vida: «pasó haciendo el bien, porque Dios estaba con él».

54 Jesús bautiza con Espíritu Santo
El Bautista representa como pocos el esfuerzo de los hombres y mujeres de todos los tiempos por purificarse, reorientar su existencia y comenzar una vida más digna. Este es su mensaje: «Hagamos penitencia, volvamos al buen camino, pongamos orden en nuestra vida». Esto es también lo que escuchamos más de una vez en el fondo de la conciencia: «Tengo que cambiar, debo ser mejor, he de actuar de manera más digna».

55 Esta voluntad de purificación es noble e indispensable, pero no basta.
Nos esforzamos por corregir errores, tratamos de cumplir con nuestro deber con más responsabilidad, intentamos hacer mejor las cosas, pero nada realmente nuevo se despierta en nosotros, nada apasionante. Pronto el paso del tiempo nos devuelve a la mediocridad de siempre. El mismo Bautista reconoce el límite de su esfuerzo: «Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con Espíritu Santo».

56 Para quien vive de esta fe, la vida está llena de momentos de gracia:
- el nacimiento de un hijo, - el contacto con una persona buena, - la experiencia de un amor limpio... que ponen en nuestra vida una luz y un calor nuevos. De pronto nos parece ver «el cielo abierto»: Algo nuevo comienza en nosotros; nos sentimos vivos; se despierta lo mejor que hay en nuestro corazón.

57 Lo que tal vez habíamos soñado secretamente se nos regala ahora de forma inesperada: un inicio nuevo, una purificación diferente, un «Bautismo de Espíritu». Detrás de esas experiencias está Dios amándonos como Padre. Está su Amor y su Espíritu «dador de vida».

58 Enseñanza del Papa FRANCISCO:
«Jesús no tenía necesidad de ser bautizado, pero los primeros teólogos dicen que con su cuerpo, con su divinidad, con su bautismo bendijo todas las aguas para que las aguas tuvieran este poder de dar el bautismo. Después, antes de subir al cielo, Jesús nos ha dicho de ir por todo el mundo a bautizar. Desde aquel día hasta el día de hoy esto ha sido una cadena ininterrumpida: se bautizan a los hijos, y a los hijos, después a los hijos y a los hijos…

59 Y hoy también esta cadena continúa
... Y hoy también esta cadena continúa. Estos niños son el anillo de una cadena. Ustedes traen a estos chicos para el bautizo, después de unos años, ellos traerán un hijo, o un sobrino… a bautizar y esta es la cadena de la fe. ¿Qué quiere decir esto? Yo quisiera solamente decirles esto: ustedes son trasmisores de la fe, tienen el deber de trasmitir esta fe a estos niños. Es la mejor herencia que les dejarán a ellos:¡la fe! Sólo esto. Hoy lleven a casa este pensamiento....

60 Nosotros debemos ser trasmisores de la fe, piensen esto, piensen siempre como trasmitir la fe a los niños. Hoy canta el coro, pero el coro más bonito es este de los niños, que hacen ruido. Algunos llorarán, porque no están cómodos o porque tiene hambre: si tienen hambre mamás denles de comer. ¡Tranquilas eh! Porque aquí son ellos ‘lo principal’. Y ahora con esa conciencia de ser sus trasmisores de la fe, continuamos la celebración del bautismo». (Papa FRANCISCO: en la Misa de la fiesta del Bautismo del Señor, en la Capilla Sixtina y donde bautizó a 32 niños).

61 ¿QUÉ LE DECIMOS NOSOTROS a DIOS?
ORACIÓN ¿QUÉ LE DECIMOS NOSOTROS a DIOS?

62 Oremos con la PALABRA

63 Te damos gracias, Padre, porque tu hijo, el amado, el predilecto, descendió a las aguas del Jordán, se solidarizó con los pecadores, se unió al pequeño resto de los pobres y compartió con ellos la esperanza de tu Reino. Concede a la Iglesia que siga ofreciendo el Bautismo cristiano como puerta de salvación.

64 Que el Evangelio de Jesús
sea una fuerza verdaderamente renovadora en el camino de los hombres. Que todos nosotros veamos en nuestro Bautismo un signo de liberación humana y alegría cristiana como hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Amén.

65 ¿QUÉ NOS PIDE HACER la PALABRA?
CONTEMPLACIÓN - ACCIÓN

66 Contemplemos la PALABRA
Y comprometámonos

67 El Bautismo recibido por nosotros y la unción del Espíritu por la confirmación, denotan lo que somos por la gracia de Dios que se ha manifestado en Jesucristo. Bautismo y Confirmación son signos de una fuerza que nos ha sido dada para cumplir en el mundo la misión característica de hijos de Dios. Al participar de la filiación divina y ser investidos del Espíritu de Cristo, nos sumergimos en los planes de Dios, contribuyendo a la liberación integral de todos los hombres.

68 No podemos poner la luz debajo del celemín.
Somos portadores de un mensaje cuyos destinatarios son todos los hombres y todos los pueblos. No podemos poner la luz debajo del celemín. No se puede ser cristiano renunciando a ser hombre y no se puede ser hombre renunciando a ser cristiano. Lo cristiano no está por encima, debajo o al lado de lo humano: el cristiano no es un hombre dividido. Lo cristiano es una superación de lo humano en el pleno sentido de la palabra.

69 Nuestro Compromiso: En concreto, será bueno que reflexionemos ya desde ahora si imitamos ese estilo de actuación que Isaías anunciaba y que Jesús cumplió a la perfección: * si también nosotros promovemos el derecho y la justicia, * si somos personas de alianza y de unión, * si no actuamos con violencia, * si somos tolerantes y comprensivos con los demás, si echamos una mano para ayudar y no para empujar...

70 * si cuando vemos a una persona que, por su desánimo o sus crisis, se puede comparar a una caña cascada, no la terminamos de quebrar, sino que intentamos rehabilitarla, * si cuando alguien a nuestro lado está a punto de apagarse, como un pábilo vacilante, no soplamos para que se acabe de apagar, sino que hacemos lo posible para que se recupere, * si somos personas que saben apagar fuegos o bien que los encienden y azuzan.

71 Bautismo de Cristo y Bautismo cristiano
El Bautismo de Jesús es el prototipo del nuestro: «en el Bautismo de Cristo has realizado signos prodigiosos para manifestar el misterio del nuevo Bautismo» (Prefacio). El Papa Benedicto XVI nos enseña: «Se da una íntima relación entre el Bautismo de Cristo y nuestro Bautismo. En el Jordán, se abrieron los cielos (Cf. Lucas 3, 21) para indicar que el Salvador nos abrió el camino de la salvación y que podemos recorrerlo precisamente gracias al nuevo nacimiento "en el agua y en el Espíritu" (Jn. 3, 5), que se realiza en el Bautismo...

72 ... En él, quedamos introducidos en el Cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia, morimos y resucitamos con Él, nos revestimos de Él, como subraya en varias ocasiones el apóstol Pablo (Cf. 1Co. 12,13; Ro. 6,3–5; Gá. 3,27). El compromiso que surge del Bautismo consiste por tanto en «escuchar» a Jesús: es decir, creer en Él y seguirle dócilmente haciendo su voluntad, la voluntad de Dios. De este modo, cada uno de nosotros puede aspirar a la santidad, una meta que, como ha recordado el Concilio Vaticano II, constituye la vocación de todos los bautizados...

73 ... Que nos ayude María, la Madre del Hijo predilecto de Dios, a ser siempre fieles a nuestro Bautismo» (BENEDICTO XVI: El Bautismo, llamada a la santidad, Intervención durante el Ángelus en la fiesta del Bautismo del Señor, 2007).

74 Relación con la Eucaristía
Estamos participando del misterio de Cristo, sumergidos en el Bautismo por el que tuvo que pasar. Cada uno debe aceptar esta misión como la suya: no «privatizar» lra fe y vivirla a plena luz del día, en medio de toda la vida. Al hacernos «hijosۑ, el bautismo nos lleva a la Mesa a participar del Pan de los hijos.

75 Algunas preguntas para meditar durante la semana
1. Medite un momento sobre su propio Bautismo, y lo que éste significa como predilección de Dios para con usted. 2. ¿Soy una persona humilde con respecto a mis fracasos y limitaciones? 3. ¿Cómo cumplimos nuestra misión de bautizados? 4. ¿Qué importancia damos a nuestra acción en el mundo en medio de lo que llamamos nuestros compromisos cristianos? 5. ¿Cómo hacer profesión pública de fe cristiana?

76 MADRE DE LOS DISCÍPULOS DE CRISTO,
MARIA SANTISIMA MADRE DE LOS DISCÍPULOS DE CRISTO, RUEGA POR NOSOTROS

77 Libro virtual:

78 P. Carlos Pabón Cárdenas, CJM.


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