Poner nombre a las dificultades "Corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús " (Hb 12, 1-2).

Presentación del tema: "Poner nombre a las dificultades "Corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús " (Hb 12, 1-2)."— Transcripción de la presentación:

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2 Poner nombre a las dificultades

3 "Corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús " (Hb 12, 1-2).

4 La carta a los Hebreros está dirigida a critianos, cuya vida conoce pruebas y sufrimientos. A veces sería como para desaminarse: ¿por qué no elegir un camino más fácil?, ¿por qué no rendirse?

5 El autor del escrito, en cambio, invita aproseguir el camino emprendido: es difícil, cuesta, pero la senda del Evangelio es la que lleva a la plenitud de la vida. Es más, el autor incita a los cristianos para que corran y sigan firmes incluso bajo el peso de los sufrimientos.

6 Igual que cualquier atleta, también todos los que decidimos seguir a Jesús, necesitamos perseverancia para llegar a la meta, es decir, resistencia, capacidad de aguantar y nos la da la convicción de que Dios está con nosotros y la firme decisión de querer conseguirlo.

7 Pero, sobre todo, estamos invitados a manter la mirada bien fija en Jesús, que nos ha precedido y nos guía.

8 Él de hecho, en la cruz, especialmente cuando se siente abandonado por el Padre, es modelo de valor, de perseverancia, de sufrimiento: supo mantenerse firme en la prueba y se volvió a abandonar en las manos de ese Dios por quién se sentía abandonado.

9 "Corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús"

10 Chiara Lubich habla a menudo de cómo Jesús afronta con valor y sin rendirse, la prueba más grande: es el modelo de nuestra carrera y de cómo se superan las pruebas. Jesús en la cruz, con su abandono, ya hizo suyos cada uno de nuestros dolores o pruebas de la vida. Dejemos que ella misma nos indique cómo mantener la mirada fija en Él:

11 “¿Estamos embargados por el miedo? ¿Acaso en la cruz, en su abandono, Jesús no parece dominado por el miedo de que el Padre se haya olvidado de Él?”

12 Cuando seamos presa del desconsuelo y del desánimo, podemos mirar a Jesús que en ese momento “parece sumergido en la impresión de que en su divina pasión le falte el consuelo del Padre; parece que estuviera perdiendo el ánimo al concluir su dolorosísima prueba (…)

13 ¿Las circusntancias nos llevan a desorientarnos?

14 Jesús en aquel tremendo dolor parece no comprender ya nada de lo que le está sucediendo, y grita: “¿Por qué?”

15 Y cuando nos sorprenda la desilusión o estemos heridos por un trauma o una desgracia imprevista, o una enfermedad, o una situación absurda, podemos siempre recordar el dolor de Jesús abandonado, que personificó todas estas pruebas y mil más”.

16 Él está a nuestra lado en cada dificultad que tengamos, dispuesto a compartir con nosotros cada dolor.

17 "Corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús"

18 ¿Cómo vivir, pues esta Palabra?

19 Mirando a Jesús y acostumbrándonos a “llamarlo por su nombre en las pruebas de la vida. Así que le diremos: Jesús Abandonado herida, soledad, duda,

20 Desolación, etc. Jesús Abandonado prueba, Jesús Abandonado

21 Al llamarlo por su nombre Él verá que lo descubrimos y reconocemos detrás de cada dolor y nos responderá con mayor amor.

22 Y abrazarlo será nuestra paz, nuestro consuelo, la fuerza, el equilibrio, la salud, la victoria. Será la explicación de todo y la solución de todo”.

23 "Corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús"

24 Así le pasó a Luisa que hace años encontró un hojita con el comentario a esta Palabra de Vida. Ella misma cuenta: “De repente nos cayó como una losa la noticia terrible: mi hijo mayor, de 29 años, había tenido un accidente de tráfico y estaba gravísimo.

25 Corrí al hospital con el corazón en un puño. Mi hijo estaba allí, inmóvil, ausente. Estaba desesperada.

26 Uno de esos angustiosos días de espera pasé casualmente por la capilla del hospital y encontré la Palabra de Vida que me invitaba a mantener la mirada fija en Jesús abandonado. La leí atentamente: sí, me dije, precisamente habla de mi prueba...

27 No tenía esperanzas, pero la sala de reanimación no me parecía ya un martirio, sino un vínculo con el amor de Dios. Y cogiendo la mano de mi hijo, fui capaz de rezar por él, que me estaba dejando. Murió pero yo nunca lo había sentido tan vivo”.

28 "Corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús" (Hb 12, 1-2). “Palabra de Vida” publicación mensual del Movimiento de los Focolares. A cargo de Fabbio Ciardi y Gabriella Fallacara Gráfica de Anna Lollo en colaboración con don Placido D’Omina Gráfica de Anna Lollo en colaboración con don Placido D’Omina Anna LolloPlacido D’OminaAnna LolloPlacido D’Omina (Sicilia - Italia)