Nuestro Alcalde tuvo la idea de hacer un museo que mostrase la historia de nuestro pueblo. En él se expusieron restos de una antigua calzada, el pórtico.

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3 Nuestro Alcalde tuvo la idea de hacer un museo que mostrase la historia de nuestro pueblo. En él se expusieron restos de una antigua calzada, el pórtico de la primera iglesia del pueblo, estatuas y escudos, textos y documentos antiguos...

4 Todo esto era de gran valor para los entendidos pero, para mí, lo más importante del museo se hallaba en una sencilla vitrina.

5 La vitrina, iluminada por una tenue luz, dejaba ver: varios metros de soga una vieja linterna, y una fotografía con la siguiente inscripción: «Gracias a ti, Germán, vemos salir de nuevo el sol» un casco

6 De repente me sentí invadido por emociones y sentimientos. Recordé y reviví aquel 27 de noviembre en el que Luisa y yo, mientras inspeccionábamos el estado de una presa cercana al pueblo, caímos en uno de sus pozos.

7 Viví de nuevo aquella caída interminable mientras la angustia me envolvía; nada a qué agarrarme... y por fin, el estruendo de nuestros cuerpos... el silencio... la oscuridad.

8 El sonido de sirenas despertó mis mermados sentidos en el interior de aquel pozo. Era imposible que nos rescatasen a tal profundidad. Luisa estaba como muerta y mi dolorido cuerpo me empujaba a la otra vida.

9 En ese instante oí varias veces: «Tranquilos». La voz se escuchaba cada vez más próxima y venía acompañada por la luz de una linterna.

10 La luz me iluminó y una voz segura y cálida dijo: “Hola, soy Germán. ¿Cómo estáis? Allí arriba todo está previsto para vuestro salvamento…”

11 Me incorporó, me abrazó y dándome ánimos ató la soga, con la que había descendido, a mi pecho. Gritó con todas sus fuerzas: ¡Arriba! y al instante comencé a ascender.

12 Después todo fue rápido: La ambulancia, el hospital… Después todo fue rápido: La ambulancia, el hospital…

13 Un rayo de sol llega hasta la vitrina. Todo lo allí expuesto cobra vida: la soga que me izó, la linterna que me iluminó, el casco que me protegió y sobretodo, el hombre que me salvó.

14 Luisa y yo visitamos con frecuencia esta vitrina y dejamos una flor.

15 Germán murió en el pozo, pero la luz de su linterna se ilumina con nuestra presencia.