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Publicada porMaría del Carmen María Victoria Córdoba Macías Modificado hace 8 años
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IV Domingo Ordinario 31 de Enero
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Lectura del libro de Jeremías
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En tiempo de Josías, el Señor me dirigió estas palabras: “Desde antes de formarte en el seno materno, te conozco; desde antes de que nacieras,
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te consagré como profeta para las naciones
te consagré como profeta para las naciones. Cíñete y prepárate; ponte en pie y diles lo que yo te mando. No temas, no titubees delante de ellos, para que yo no te quebrante.
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Mira: hoy te hago ciudad fortificada, columna de hierro y muralla de bronce, frente a toda esta tierra,
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así se trate de los reyes de Judá, como de sus jefes, de sus sacerdotes o de la gente del campo.
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Te harán la guerra, pero no podrán contigo, porque yo estoy a tu lado para salvarte”.
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Palabra de Dios Te alabamos SEÑOR
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Salmo 70 Salmo 70, a. 5-6ab. 15ab y 17
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R.) Señor, tú eres mi esperanza.
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Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado
Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado. Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración y ponme a salvo. / R. Ordinario
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R.) Señor, tú eres mi esperanza.
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Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves
Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados. / R
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R.) Señor, tú eres mi esperanza.
15
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío. Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me sostenías. / R
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R.) Señor, tú eres mi esperanza.
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Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia
Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi orgullo. / R
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R.) Señor, tú eres mi esperanza.
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Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los corintios
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Hermanos: Aspiren a los dones de Dios más excelentes
Hermanos: Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor de todos.
21
Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que resuena o unos platillos que aturden.
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Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los misterios, aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia
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y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy.
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Aunque yo repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.
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El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece;
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no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad.
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El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites.
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El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se acabará; el don de lenguas desaparecerá y el don de ciencia dejará de existir,
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porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos
porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos. Pero cuando llegue la consumación,
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todo lo imperfecto desaparecerá
todo lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño y pensaba como niño;
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pero cuando llegué a ser hombre, hice a un lado las cosas de niño
pero cuando llegué a ser hombre, hice a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente, pero después será cara a cara.
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Ahora sólo conozco de una manera imperfecta, pero entonces conoceré a Dios como él me conoce a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes:
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la fe, la esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres.
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Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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R. Aleluya, Aleluya. El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y proclamar la liberación a los cautivos. R. Aleluya, Aleluya.
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Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
Lc 4, 21-30 Gloria a ti, Señor
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En aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga un pasaje del libro de Isaías, dijo:
Ordinario
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“Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.
Ordinario
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Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: Ordinario
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“¿No es éste el hijo de José
“¿No es éste el hijo de José?” Jesús les dijo: “Seguramente me dirán aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’ y haz aquí en tu propia tierra, Ordinario
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todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm”
todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm”. Y añadió: “Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra”.
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Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías
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cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país;
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sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta,
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ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo;
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sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria”.
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Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad
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y lo llevaron hasta una saliente del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo.
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Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
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A Gloria a ti Señor Jesús
Palabra del Señor A Gloria a ti Señor Jesús
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Oraciones de los Fieles
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S : Unánimes en la oración, dirijámonos a Dios que ha hecho de nosotros profetas de su reino y nos auxilia en nuestras necesidades. Digamos juntos:
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Te rogamos óyenos
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Oremos por los que hemos recibido la misión de anunciar el Evangelio: para que lo anunciemos sin temor, denunciando el pecado, llamando a la esperanza, consolando e iluminando. Roguemos al Señor
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Te rogamos óyenos
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Oremos para que el amor y la solidaridad afiancen la paz y el perdón en nuestra sociedad venezolana y nos ayuden a superar los conflictos . Roguemos al Señor
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Te rogamos óyenos
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Oremos por los padres de familia, los educadores y formadores, para que enseñen con autoridad, con coherencia, con la palabra y el testimonio de vida. Roguemos al Señor
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Te rogamos óyenos
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Oremos por aquellos a quienes le cuesta reconocer la palabra de Dios anunciada por sus hermanos o amigos, para que sepan aceptarla con fe y humildad, Roguemos al Señor
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Te rogamos óyenos
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Oremos por los que sufren, física o espiritualmente, para que el Señor transforme sus angustias en gozo y puedan recibir las atenciones necesarias, Roguemos al Señor
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Te rogamos óyenos
65
Oremos por todos nosotros para que no rechacemos la palabra de Dios que nos interpela, incluso cuando contradice nuestra manera de pensar y de vivir, Roguemos al Señor
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Te rogamos óyenos
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S : Señor y Padre nuestro, que nos invitas a vivir el Evangelio hasta las últimas consecuencias, atiende nuestro ruego y danos fuerza en la debilidad. Por Jesucristo nuestro Señor
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AMÉN
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