Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
2
DíadelSeñor
3
Para un judío, -yo, tú, él-, era un día cualquiera, primero de la semana, domingo laboral. Había que madrugar e ir, -qué fastidio y qué resaca-, muy temprano a trabajar.
4
De trabajar..., nada, seguro que lo pensaste, Jesús, y lo convertiste en el día primero y el principal de la semana para el cristiano creyente, -yo, tú, él-, sin tener que madrugar ni ir a trabajar, bendito el Señor mi Dios, porque para siempre en el domingo la Resurrección de Cristo se celebraría, y Cena gratuita y de gala y habría.
5
Tú preparaste el banquete, con el mejor Pan y el Vino mejor, y a todo mundo invitaste sin importarte lengua, religión, ni color de su piel. En tu mesa no hay primero, ni segundo, ni tercero, ni último puesto, porque el pobre, el rico, y el mendigo, son de la misma condición.
6
Sólo exiges para entrar llevar en el corazón al menos, un poquito de amor. Que el Vino y el Pan a cuenta corren del anfitrión.
7
Día del Señor Para un judío, -yo, tú, él-, era un día cualquiera, primero de la semana, domingo laboral. Había que madrugar e ir, -qué fastidio y qué resaca-, muy temprano a trabajar. De trabajar..., nada, seguro que lo pensaste, Jesús, y lo convertiste en el día primero y el principal de la semana para el cristiano creyente, -yo, tú, él-, sin tener que madrugar ni ir a trabajar, bendito el Señor mi Dios, porque para siempre en el domingo la Resurrección de Cristo se celebraría, y Cena gratuita y de gala habría. Tú preparaste el banquete, con el mejor Pan y el Vino mejor, y a todo mundo invitaste sin importarte lengua, religión, ni color de su piel. En tu mesa no hay primero, ni segundo, ni tercero, ni último puesto, porque el pobre, el rico, y el mendigo, son de la misma condición. Sólo exiges para entrar llevar en el corazón al menos, un poquito de amor. Que el Vino y el Pan a cuenta corren del anfitrión. Juan Manuel del Río
Presentaciones similares
