Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
Publicada porDiego Miguélez Franco Modificado hace 9 años
2
24 domingo –B- 17 de septiembre de 2006
3
Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante; porque inclina su oído hacia mí cuando lo invoco. Salmo 114
4
Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Me envolvieron las redes de la muerte, me atraparon los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia, pero invoqué el nombre del Señor: “¡Señor, salva mi vida!”.
5
Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. EL Señor es benigno y justo, nuestro Dios es todo ternura; el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas me salvó.
6
Él libró mi vida de la muerte, mis ojos de las lágrimas, y mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Caminaré en presencia del Señor. en el país de la vida.
7
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz del Señor en la cual el mundo está crucificado para mí y yo par el mundo. (Gál. 6, 14)
8
Mc 8,27-35 27 Jesús salió con sus discípulos hacia las aldeas de Cesarea de Filipo y por el camino les preguntó: –¿Quién dice la gente que soy yo? 28 Ellos le contestaron: –Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que uno de los profetas. 29 El siguió preguntándoles: –Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Pedro le respondió: –Tú eres el Mesías. 30 Entonces Jesús les prohibió terminantemente que hablaran a nadie acerca de él. 31 Jesús empezó a enseñarles que el Hijo del hombre debía padecer mucho, que sería rechazado por los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que lo matarían, y a los tres días resucitaría. 32 Les hablaba con toda claridad. Entonces Pedro lo tomó aparte y se puso a increparlo. 33 Pero Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: –¡Ponte detrás de mí, Satanás!, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres. 34 Después Jesús reunió a la gente y a sus discípulos, y les dijo: –Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. 35 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mí y por la buena noticia, la salvará.
Presentaciones similares
© 2024 SlidePlayer.es Inc.
All rights reserved.