Mensaje El Yugo Desigual Hno. Isaías Rodríguez A..

Presentación del tema: "Mensaje El Yugo Desigual Hno. Isaías Rodríguez A.."— Transcripción de la presentación:

1 Mensaje El Yugo Desigual Hno. Isaías Rodríguez A.

2 Corinto, en los tiempos del Apóstol Pablo.
Introducción Corinto, en los tiempos del Apóstol Pablo. La introducción del evangelio en Corinto. Surgen problemas en la iglesia de Corinto a la salida del Apóstol Pablo.

3 Esto motiva el envío de dos cartas de Pablo a los Corintios.
Uno de esos problemas posiblemente tenía que ver con la contaminación de los creyentes de Corintio por sus ilimitados tratos con los no creyentes. Esto motiva el envío de dos cartas de Pablo a los Corintios.

4 Texto 2ª a los Corintios 6:14-7:1

5 Idea Central El pasaje constituye un mandato a los creyentes a no unirse en yugo desigual con quienes no eran creyentes, sea cual sea el terreno que se pretenda hacer común.

6 Idea Central Una clara lección que se desprende de este pasaje es que nuestras relaciones interpersonales deben ser gobernadas siempre por el principio de la separación bíblica.

7 no puede haber “santidad”.
Proposición Sin “separación” no puede haber “santidad”.

8 Interrogación La pregunta que muchos creyentes parecen estarse planteando es, ¿puedo ser amigo de pecadores y mantenerme, al mismo tiempo, separado de los pecadores?

9 I. La Demanda Moral del Pasaje
A. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos.” . 1. El origen del concepto. 2. La idea del yugo desigual viene del lenguaje de los agricultores.

10 Levítico 19:19: “No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie.”
La base de esta prohibición es que Dios ha establecido un orden físico en el mundo, y éste no ha de ser confundido por la mezcla de las especies.

11 “No ararás con buey y con asno juntamente.”
Deuteronomio 22:10: “No ararás con buey y con asno juntamente.” 3. El yugo es la pieza de madera que se coloca en la cabeza de dos animales para unirlos.

12 B. Éste es el principio de. separación que es. aplicado en forma ética
B. Éste es el principio de separación que es aplicado en forma ética en 2ª a los Corintios 6:14.

13 1. La aplicación más común de este principio es a la cuestión del matrimonio mixto.
2. Esto se ve con mayor fuerza en las palabras de 2ª a los Corintios 6:17, en donde leemos: “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo…”

14 3. Lo que el pasaje está diciendo, en esencia, es que los cristianos no debemos establecer una relación comprometedora en ninguna área que sea extraña a Dios. ¡Siempre habrá cosas o personas a las que el cristiano tendrá qué decirles NO!

15 II. El Fundamento de la Demanda Moral
A. La base en la que se funda esta demanda es el hecho de que hay dos principios éticos en el mundo el bien y el mal, y estos dos principios son inconsistentes el uno con el otro.

16 Esta declaración genera dos implicaciones.
Veamos qué piensa usted de ellas.

17 1. La primera es que al optar una persona por uno de esos principios, necesariamente está rechazando al otro.

18 2. La segunda implicación es que, en el análisis final, sólo hay dos clases de personas en el mundo:
los que se identifican a sí mismos como seguidores del principio del bien, y los que se identifican a sí mismos como seguidores del principio del mal.

19 B. Ahora bien, lo cierto es que mientras este razonamiento se mantenga en un nivel abstracto, no hay problema alguno.

20 Y es cierto, esta manera de interpretar la realidad puede ser más tolerante y más humana
PERO NO POR ELLO ES VERDADERA.

21 A pesar de su aparente neutralidad, un hombre confrontado con una situación desesperada, finalmente se vería obligado a escoger un camino.

22 En ese momento de crisis no podría haber una mezcla de bondad y maldad coexistiendo en el ser humano.

23 C. Hay, en aquellos que están verdaderamente tratando de ir en pos de la santidad en el temor de Dios, un cierto instinto que les dice – sin hacer de ellos unos Fariseos en forma alguna – no sólo qué cosas, sino qué personas – no sólo que ideas y prácticas sino qué individuos -- no son para amistarse con ellos.

24 así también los hay entre los adultos.
Y con este aserto, permítanme decirlo, es la voz de la experiencia cristiana la que habla. Así como hay niños y jóvenes que claramente representan a la maldad, y cuya sociedad debe ser declinada, así también los hay entre los adultos.

25 D. El escritor sagrado comienza expresando una idea (en forma de un imperativo negativo), y después se enfoca en el tema de las relaciones interpersonales.

26 1. ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?
Cinco preguntas retóricas. 1. ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? “Compañerismo” de μετοχὴ -- metoquéi. Implica una participación cercana en algo; un propósito compartido.

27 La respuesta a la primera pregunta es: NINGUNO.
2. ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? “Comunión”, de κοινωνία – koinonía. Implica contacto, intimidad, comunión. La respuesta, de nuevo, es NINGUNA.

28 La respuesta a la tercera pregunta vuelve a ser: NINGUNA.
3. ¿Y qué concordia Cristo con Belial? “Concordia”, de συμφώνησις -- simfoneisis. Implica armonía, acuerdo, concordia. La respuesta a la tercera pregunta vuelve a ser: NINGUNA.

29 La respuesta vuelve a ser: NINGUNA.
4. ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? “Parte”, de μερὶς -- merís, que significa precisamente porción, parte, participación La respuesta vuelve a ser: NINGUNA.

30 5. ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?
”Acuerdo”, de Συνκατάθεσις – sinkatatheois, que significa “poner nuestros votos juntos; es decir, aprobar, asentir, acordar.”

31 La respuesta a la quinta pregunta vuelve a ser
la misma: NINGUNA.

32 ¿Cuáles son esas promesas?
III. Las Promesas Divinas que Inspiran La Observancia de la Demanda ¿Cuáles son esas promesas? A. La primera gran promesa la encontramos en 2ª a los Corintios 6:16b, que dice: “Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos…”.

33 1.- Hermanos, nosotros somos hoy en día “el templo de Dios” como enseño Pablo a los corintios (1ª Corintios 6:19). 2.- La expresión, “Habitaré en ellos…”, 3.- “… y andaré entre ellos.”

34 B. La segunda gran promesa la constituyen las palabras
“… Y seré su Dios y ellos serán mi pueblo…”.

35 C. “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso.”,

36 El escritor vuelve a expresar promesas que surgen de pasajes como
2º de Samuel 7:1-19, y Jeremías 31:1 y 9.

37 D. El pasaje termina con una expresión en forma positiva de la misma demanda moral con la que inició la sección.

38 “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

39 Éste es el ideal de la vida cristiana.
Siempre hay algo que debemos eliminar de nuestra vida, ya sea en nuestra vida de pensamiento o en nuestra vida de acción.

40 Siempre podemos tender hacia la santidad, recordando el elemento espiritual que se requiere para este logro: el temor de Dios.

41 Es el temor de Dios el que hará que nuestro pecado muera de raíz, pudiendo mostrar limpieza de cuerpo y espíritu.

42 Esta demanda moral ha sido puesta para nuestro beneficio.
IV. Conclusión Así que, ¿de qué se tratan todas estas advertencias acerca del yugo desigual? Esta demanda moral ha sido puesta para nuestro beneficio. ¡Cuidado!

43 “¿No les has cercado alrededor a él y a su casa
Satanás dijo a Dios, hablando acerca de Job, “¿No les has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene?” (Job 1:10).

44 “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos.”
Dios ha hecho lo mismo con nosotros al señalarnos lo que Él espera de nosotros: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos.” Ese principio es para nuestro beneficio.

45 No obstante, siempre habrá alguien que desee “brincarse las trancas”, y lo hará.
Acerca de esas personas, el escritor sagrado dice, “El que hiciere hoyo caerá en él; y el que aportillare vallado, le morderá la serpiente.” (Ecl. 10:8).