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Publicada porHerberto Tejada Modificado hace 9 años
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Meditación sobre el Meditación sobre elEvangelio del próximo Domingo
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Meditación sobre el Meditación sobre elEvangelio del próximo Domingo 12 de Octubre de 2014
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28° Domingo Durante el Año
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Invitados a una gran fiesta
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EVANGELIO: Mateo 22, 1-14
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Jesús habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
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El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo.
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Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir.
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De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados:
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“Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas”.
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Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio;
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y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
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Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad.
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Luego dijo a sus servidores: “El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él.
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Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren”.
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Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos,
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y la sala nupcial se llenó de convidados.
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Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta.
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"Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?."
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El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias:
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“Átenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes”.
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Palabra del Señor Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.
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MEDITACIÓN
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¿Cómo hacer para que todos comprendieran a qué inmensa felicidad nos invitaba el Padre?
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Jesús se desvivía por transmitir aquello que había descubierto acerca de Dios
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Parece que las parábolas se le hacían pocas
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O la incomprensión y tozudez de sus contemporáneos demasiado grandes…
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¿Cómo explicarles que el Padre nos invita a compartir su gozo?
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¡Una fiesta! Pero una grande, la mayor que pudieran imaginar:
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«un rey que celebraba las bodas de su hijo»
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¿Y cómo hacerles entender que a esta celebración están todos/as invitados/as?
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«Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren»
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En este momento es necesario aclarar que el traje de fiesta era proveído por el anfitrión del banquete
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por lo que si alguien no lo usaba sólo podía deberse a que no quería participar del ambiente de alegría
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¿Qué simbolizaría ese atuendo?
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Los talentos y capacidades con que el mismo Creador nos ha dotado
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Estamos invitados a la fiesta de la felicidad, a la que el Maestro llama Reino de los Cielos
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la que no ocurrirá en un futuro indefinido, sino que ya comenzó (cf Lucas 17,21)
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Señales de ésta las vemos cuando, al querer agradecerle por ser “invitados”…
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nos damos cuenta que no podemos hacer nada a cambio por Dios, porque Él no necesita nada
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Pero sus hijos sí que necesitan…
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Que nuestra alegría por tu invitación, Señor, se convierta en colaboración para que todos puedan participar del banquete del Reino. Así sea.
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