DOMINGO XXVIII DEL T.O. AÑO C. El Señor revela a las naciones su justicia.

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1 DOMINGO XXVIII DEL T.O. AÑO C

2 El Señor revela a las naciones su justicia

3 Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo

4 El Señor revela a las naciones su justicia

5 El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.

6 El Señor revela a las naciones su justicia

7 Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.

8 El Señor revela a las naciones su justicia

9 Lectio El salmo que hoy proclamamos o cantamos es el salmo 97, uno de los llamados “salmos reales” porque canta la realeza del Señor. Los estudiosos lo suelen datar en torno al postexilio (siglos VI- V a. C) por sus numerosos paralelismos con Is 52. Es un salmo exultante, lo que hace que la liturgia lo emplee en fiestas y solemnidades tan importantes como el día de Navidad o durante el tiempo Pascual. Al proclamar toda la asamblea “el Señor revela a las naciones su justicia” queremos gozarnos en la justicia de Dios que SIEMPRE es salvífica. Además, en la Biblia muchas veces esta “justicia” es equiparable a “santidad”. Santidad de Dios que manifiesta lo que ÉL es: Misericordia y Fidelidad.

10 Meditatio Todo salmo responsorial es respuesta a la 1ª lectura (por eso se llama así). Pero además, en los domingos siempre están relacionadas la 1ª lectura y el Evangelio. ¡Qué hermoso es, entonces, caer en la cuenta de que es Dios mismo quien nos inspira nuestra reacción ante su victoria ! Ya sea la lepra de Naamán, ya sea la del leproso del Evangelio. Reconocer que es Dios mismo quien nos revela su justicia, su deseo de salvación plena de la persona. Además, la gran victoria que los confines de la tierra han contemplado es la Resurrección de Jesucristo, “ el Señor resucitado de entre los muertos” (2ª Lectura). Resurrección que cada domingo celebramos.

11 Oratio Quiero proclamar, Señor, este salmo 97 como lo proclamarían Naamán y el leproso samaritano: llenos de gozo y agradecimiento. Pero me doy cuenta que los dos “se volvieron” = “se convirtieron” a Ti cuando descubrieron que estaban curados. Te pido, Señor, que abras los ojos de mi corazón para descubrir las maravillas de tu misericordia y fidelidad en mi, en los que me rodean, en las circunstancias que me tocan vivir. Es verdad, Tú revelas en nosotros tu Justicia a la vista de todos. También la revelaste con los otros nueve leprosos, pero ellos no “se volvieron” para darte gracias. ¿Y yo, Señor?

12 “ Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios” “ El Señor revela a las naciones su justicia” Hoy, Señor, contemplo esta victoria y esta justicia en los numerosos mártires de España (entre ellos 38 monjes Benedictinos) que hoy van a ser beatificados. Contemplatio Ellos comprendieron que tu justicia es siempre para nuestra salvación, y que tu victoria se manifiesta en la entrega de la propia vida, amando y perdonando como Tú. Ellos cantan ahora el cántico nuevo… yo me quiero unir a sus voces y arrastrar conmigo a muchos, por eso, con el salmista clamo: “¡gritad, vitoread, tocad !”

13 Procuraré cantar un cántico nuevo al Señor no sólo con mi voz, sino también con mis obras ; No sólo en la Iglesia, sino con toda mi vida, donde quiera que esté. Actio