Capítulo. El propósito de la iglesia es guiar a cada creyente a un conocimiento pleno de Dios para que pueda crecer en su verdad y reconocerlo como el.

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1 Capítulo

2 El propósito de la iglesia es guiar a cada creyente a un conocimiento pleno de Dios para que pueda crecer en su verdad y reconocerlo como el dueño y Señor de todo cuanto existe.

3 Dios es el proveedor y el ser humano es un mayordomo y colaborador con Dios en la administración de los recursos de la tierra.

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5 En 1853, Elena G. de White llamó a los primeros adventistas a apoyar la financiación del ministerio. En 1858, formó un grupo de estudio con el fin de investigar en las Escrituras la búsqueda de un plan que permitiera sostener el ministerio.

6 De 1860 a 1870 se decidió la forma en que la iglesia devolvería el diezmo y se desarrolló una comprensión sobre el tema. Entre 1966 y 1967, la Asociación General creó el “Departamento de Mayordomía y Desarrollo”, con el fin de promover la mayordomía entre los miembros como un estilo de vida.

7 Los líderes espirituales deben cuidar el plan establecido por Dios para el sostén de su iglesia (Malaquías 3:10). Deben ser enseñadas al pueblo y esa responsabilidad recae sobre cada dirigente en todos los niveles de la iglesia.

8 La iglesia pertenece a Dios y él la sustentará mientras haya almas que salvar en esta tierra.

9 Por ello diseñó un plan para que en forma continua fluyeran los medios a la tesorería para que la obra no carezca de recursos y así poder sostener la predicación del evangelio en todos los sectores.

10 La llama del evangelio debe mantenerse viva, ardiendo en los corazones de la humanidad como un poder salvador para todo aquel que cree en su nombre.

11 El diezmo, como medio señalado por Dios es para el sostén del ministerio evangélico. Levíticos 27:30-33 Génesis 28:18-22

12 El diezmo no era opcional en la vida religiosa del pueblo de Israel, y tampoco lo es para la iglesia de este tiempo El diezmo no era opcional en la vida religiosa del pueblo de Israel, y tampoco lo es para la iglesia de este tiempo.

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14 El Manual de la iglesia, dice: “El diezmo ha de ser consagrado para la obra del ministerio, para la enseñanza de la Biblia, para el sostén de la Asociación en el cuidado de las iglesias y para las actividades misioneras”.

15 Un Dios perfecto ha ideado un plan perfecto para el financiamiento de su iglesia. ¡Qué compromiso y qué gran responsabilidad tenemos cada uno, de ser un colaboradores con Dios en su bendita causa!