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Al anochecer de aquel día...

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Presentación del tema: "Al anochecer de aquel día..."— Transcripción de la presentación:

1 Al anochecer de aquel día...
Lectio divina Domingo de Pentecostés. Ciclo B 20 Mayo Secretariado Catequesis de Cádiz y Ceuta Música: Ven Espíritu de Dios (Reduc.) Elaboración: Manuel López/Eloísa Díaz-Jara Montaje: Eloísa Díaz-Jara Avance Manual

2 ORACIÓN INICIAL Gracias, Padre, por tu Palabra Salvadora. Gracias, Espíritu, por venir a nuestras vidas, cuando tenemos miedo y estamos escondidos. Danos tu Paz, necesitamos tu paz. Queremos ser portadores de tu paz, y seguirte sin importar cómo ni dónde. Gracias por enviarnos, perdona nuestras discordias y divisiones. Que sepamos, Señor, continuar tu Historia de Salvación.

3 TEXTO BÍBLICO Jn Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

4 lectura ¿Qué dice el Texto?

5 En la sala donde se tuvo la última Cena, solían reunirse, eran concordes, y oraban con algunas mujeres y con María. Tras la Ascensión de Jesús, los discípulos volvieron a Jerusalén. Allí esperarían el cumplimiento de la promesa del Espíritu. “Todos los discípulos estaban juntos el día de Pentecostés”.

6 La Madre de Jesús… era una mujer que sabía de la fidelidad de Dios, de cómo Él hace posible lo que para nosotros es imposible; era una mujer creyente que había aprendido a guardar en su corazón todo lo que Dios le manifestaba. Ella era, y sigue siendo, la que reunía a la Iglesia. La tradición cristiana siempre ha visto esta escena como el prototipo de la espera del Espíritu.

7 A diferencia de la torre de Babel… ahora en Jerusalén ocurría: que las maravillas que se escuchaban eran las de Dios, y que lejos de ser víctimas de la confusión, aun hablando lenguas distintas, eran las justas y necesarias para entenderse.

8 Efectivamente, se trataba de hacer entender en todos los lenguajes lo que maravillosamente Dios había dicho y hecho. La misión de la Iglesia es continuar la de Jesús: “como el Padre me ha enviado, así también os envío yo”. Los discípulos de Jesús que formamos su Iglesia, como miembros de su “cuerpo”, desde nuestras cualidades y dones, en nuestro tiempo y en nuestro lugar, estamos llamados a continuar lo que Jesús comenzó.

9 El Espíritu nos da su fuerza, su luz, su consejo, su sabiduría para que a través nuestro también puedan seguir escuchando hablar de las maravillas de Dios y asomarse a su proyecto de amor otros hombres, culturas, situaciones. El Espíritu “traduce” desde nuestra vida, aquel viejo y nuevo mensaje, aquel eterno anuncio de Buena Nueva. Esto fue y sigue siendo el milagro y el regalo de Pentecostés.

10 ¿Qué me dice el Señor en el Texto?
MEDITACIÓN ¿Qué me dice el Señor en el Texto?

11 La Palabra de Dios, hoy de modo especial, nos dice que el Espíritu actúa, en las personas y en las comunidades que están colmadas de él, las hace capaces de recibir a Dios. Y ¿Qué es lo que hace el Espíritu Santo mediante esta nueva capacidad que nos da? Guía hasta la verdad plena, renueva la tierra y da sus frutos. Guía, renueva y fructifica.

12 Los Apóstoles… hombres, antes asustados y paralizados, encerrados en el cenáculo para evitar las consecuencias del viernes santo, ya no se avergonzarán de ser discípulos de Cristo, ya no temblarán ante los tribunales humanos. Gracias al Espíritu Santo comprenden que la muerte de Jesús no es su derrota, sino la expresión extrema del amor de Dios.

13 Amor que en la Resurrección vence a la muerte y exalta a Jesús como el Viviente, el Señor, el Redentor del hombre, el Señor de la historia y del mundo. Y esta realidad, de la cual ellos son testigos, se convierte en Buena Noticia que se debe anunciar a todos.

14 El Espíritu Santo renueva la tierra
El Espíritu Santo renueva la tierra El Espíritu Santo que Cristo ha mandado de junto al Padre, y el Espíritu Creador que ha dado vida a cada cosa, son uno y el mismo El respeto de la creación es una exigencia de nuestra fe. Renovados por el Espíritu, podemos vivir la libertad de los hijos en armonía con toda la creación y en cada criatura podemos reconocer un reflejo de la gloria del Creador: «¡Señor, que admirable es tu nombre en toda la tierra!».

15 …Existen muchos modos de cerrarse al Espíritu Santo: en el egoísmo del propio interés, en el legalismo rígido, en la falta de memoria de todo aquello que Jesús ha enseñado, en el vivir la vida cristiana no como servicio sino como interés personal, entre otras cosas. El mundo tiene necesidad de hombres y mujeres no cerrados, sino llenos de Espíritu Santo

16 El mundo tiene necesidad del valor, de la esperanza, de la fe y de la perseverancia de los discípulos de Cristo. El mundo necesita los frutos, los dones del Espíritu Santo: «amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí».

17 contra la corrupción que, día tras día, se extiende cada vez más en el mundo, y de dedicarnos con paciente perseverancia a las obras de la justicia y de la paz. Reforzados por el Espíritu Santo – que guía, nos guía a la verdad, que nos renueva a nosotros y a toda la tierra, y que nos da los frutos – llegamos a ser capaces de luchar contra el pecado sin concesión alguna,

18 ¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?
oración ¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?

19 Fuerza de amor, Espíritu, que te cuelas como el aire
por las rendijas de mi destartalada existencia, y le ofreces el respiro inconsciente que necesita para vivir.

20 Presencia que llenas e invades los vacíos que forja
mi no deseada superficialidad, que ansía lo que no sabe buscar en ésta mi intimidad en la que tú penetras. Rompe las ataduras de mis miedos cobardes y cómodos.

21 Enséñame a vibrar desde ti,
al ritmo de ese amor con que has impregnado el cosmos de mis existencia, y que gime en su deseo de brotar en su fuerza de vida y de paz.

22 ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?
contemplación ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?

23 ¿Tus puertas están cerradas para hablar de Dios a los demás?
Estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. ¿Cómo están las puertas de tu corazón? ¿cerradas al igual que las del Cenáculo? ¿Qué te lleva a cerrar tus puertas?, ¿es por seguridad o para no sentirte molestado por otro? ¿Tus puertas están cerradas para hablar de Dios a los demás?

24 Les dijo: «Paz a vosotros»
¿Qué cosas te dan o te transmiten Paz? ¿Entiendes que es Cristo la verdadera Paz? ¿La Paz que experimentas en los sacramentos y en la oración…, la pierdes con facilidad? ¿Eres persona de paz, la repartes?

25 Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
¿El encuentro con Jesús te llena de alegría? ¿Eres motivo de alegría para los demás? ¿En tu familia? ¿Y en tu comunidad, en tu grupo, entre tus compañeros…?

26 Jesús repitió: «Paz a vosotros
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». El Señor de la Paz te envía para anunciarlo, ¿como y con que animo lo haces? ¿Comprendes que también tú como discípulo del Señor tienes que darlo a conocer? ¿A qué te compromete esto?

27 «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Como bautizados hemos recibido el Espíritu Santo. ¿Qué significa para ti esta presencia tan particular de Dios en tu vida? ¿Cómo vives que eres templo del Espíritu Santo? ¿Le pides que te guíe y asista en cada momento para hacer su voluntad? ¿Eres agente del perdón?

28 Recibe y vive la venida del Espíritu Santo con María, la madre de Jesús, madre de la Iglesia, madre tuya.

29 acción ¿A qué me comprometo?

30 Da gracias por lo que el Señor te ha manifestado, y pide al Espíritu Santo que te haga pasar de la escucha de la Palabra a la vida.

31 Reconoce la presencia de Jesucristo y del Espíritu Santo en tu vida.

32 Déjate iluminar, guiar, acompañar por el Espíritu Santo para ser capaz de interpretar los acontecimientos de la historia desde una perspectiva cristiana.

33 Está atento a las diversas manifestaciones del Espíritu Santo en los acontecimientos que se producen a tu alrededor.

34 Manifiesta y muestra a los demás el amor incondicional y gratuito del Padre Infunde y ofrece paz y perdón.

35 Si hay alguna persona con la cual reconciliarte, es el momento de acércate a ella, para perdonar o ser perdonado.

36 Piensa en alguna persona que puedas visitar o acompañar en la semana, y lleva “algo” que represente y comunique a ellos también la llegada del Espíritu Santo. FIN


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