LA FLAGELACIÓN Las flagelaciones romanas eran conocidas por ser terriblemente brutales. Generalmente consistían de treinta y nueve latigazos. El soldado.

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1 LA FLAGELACIÓN Las flagelaciones romanas eran conocidas por ser terriblemente brutales. Generalmente consistían de treinta y nueve latigazos. El soldado usaba un látigo con tiras de cuero trenzado con bolas de metal entretejidas. http://www.corazones.org/jesus/sufrimiento s_pasion_medicina.htm

2 CAMINO AL CALVARIO Jesús se encontraba en condición hipovólemica ( es una disminución del volumen circulante de sangre u otros líquidos dentro del sistema cardiovascular, debido a múltiples factores como hemorragia, deshidratación, quemaduras, entre otros.) mientras ascendía por el camino hacia el lugar de la ejecución en el Calvario llevando el madero horizontal de la cruz. Finalmente Jesús se desplomó y un soldado romano le ordenó a Simón que llevara la cruz por él. http://www.corazones.org/jesus/sufrimientos_pasion _medicina.htm

3 EN EL MOMENTO DE LA CRUCIFIXIÓN A Jesús lo acostaron y clavaron sus manos en posición abierta en el madero horizontal. Esta viga se llamaba patibulum y en ese momento estaba separado el madero vertical, que estaba clavado al suelo de forma permanente. Los clavos que los romanos usaban eran de trece a dieciocho centímetros de largo, afilados hasta terminar en una punta aguda http://www.corazones.org/jesus/sufrimientos_pas ion_medicina.htm

4 JESÚS COLGADO EN CRUZ Al momento de estar en posición vertical sus brazos se estiraron intensamente, probablemente 15 centímetros de largo y ambos hombros debieron haberse dislocado (solo tome en cuenta la gravedad, para sacar su conclusión), lo que confirmaba lo escrito en Salmos 22 "dislocados están todos mis huesos". http://www.corazones.org/jesus/sufrimien tos_pasion_medicina.htm http://www.corazones.org/jesus/sufrimien tos_pasion_medicina.htm

5 POR SUS LLAGAS FUIMOS SANADOS Romanos 5,7-11 "En verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir -; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera! Si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Y no solamente eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación."