El conferencista debe comenzar con un testimonio de una vida pecaminosa y/o un estilo de vida perverso y cómo la sangre de Cristo trajo salvación.

Presentación del tema: "El conferencista debe comenzar con un testimonio de una vida pecaminosa y/o un estilo de vida perverso y cómo la sangre de Cristo trajo salvación."— Transcripción de la presentación:

1 El conferencista debe comenzar con un testimonio de una vida pecaminosa y/o un estilo de vida perverso y cómo la sangre de Cristo trajo salvación a esa persona.

2 De la condenación a la salvación

3 Hebreos 9:22 “Y según la Ley, casi todo es purificado con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay remisión.”

4 Efesios 1:7 “En él tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”

5 El Imperio Romano y la cruz
La crucifixión era algo tan vergonzoso, que ese castigo sólo era aplicado a los traidores y a los extranjeros.

6 El Imperio Romano y la cruz
La crucifixión era tan dolorosa que existe una palabra específica para ese tipo de tormento: “dolor excruciante” es un “dolor insoportable” (del latín: “de la cruz”).

7 El Imperio Romano y la cruz
El Antiguo Testamento claramente indicaba que cualquiera que muriera “colgando de un madero” era maldito (Galatians 3:13).

8 Características de la cruz
Aquellos condenados a morir en la cruz, eran flagelados y azotados. Muchos no alcanzaban a morir en la cruz por las heridas de los latigazos. Por la pérdida de sangre y líquidos, los torturados experimentaban vértigos y deshidratación.

9 Características de la cruz
Los condenados a la cruz sufrían asfixia: sus cuerpos colgando bloqueaban su respiración. Para respirar, los crucificados tenían que lastimarse empujando sus cuerpos sobre los clavos para tomar aire.

10 La muerte en la cruz Morir en la cruz era una tortura larga y terrible. A veces esa agonía duraba días enteros. Asfixia, infección de tétanos y fiebres venían sobre el cuerpo de los crucificados.

11 La muerte en la cruz Muchas veces, la muerte de los crucificados se aceleraba rompiéndoles las piernas. De esa manera, al estar sus cuerpos totalmente colgados, morían de asfixia en breves minutos.

12 La muerte de Jesús Jesús fue azotado 39 veces, pero el látigo tenía 9 puntas de metal y/o hueso, lo que significa que el Cordero de Dios recibió 357 heridas de azotes. Su cabeza fue traspasada por decenas de filosas espinas, que provocaron dolorosas hemorragias en su cabeza.

13 La muerte de Jesús Jesús al final murió, porque su corazón reventó, como lo prueba el chorro de agua y sangre que salió de su costado. Fue enorme la carga en su corazón.

14 Romanos 5:6-10 “6 Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguien tuviera el valor de morir por el bueno. 8 Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

15 Romanos 5:6-10 9 Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira, 10 porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”

16 El significado de la cruz
La cruz revela el perdón de Dios: nosotros merecíamos la muerte que Jesús sufrió. Pero nuestro castigo fue sobre El. La cruz revela el amor de Dios: “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”, Juan 15:13.

17 El significado de la cruz
La cruz revela la paciencia de Dios: Aunque con nuestros pecados mostramos odio hacia Dios y hacia nuestros semejantes, Dios nos llama “amigos” y por su amor Jesús murió por nosotros.

18 Colosenses 2:13-14 “13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. 14 Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz.”

19 El perdón y amor de Dios Hoy Dios nos llama a venir y entregarnos completamente a El, así como Jesús se dio completamente por nosotros. Hoy, Dios no nos odia, no nos rechaza ni hay un pecado tan grande que nos pueda impedir recibir su perdón y salvación. Ven al Señor Jesús y recibe su perdón y amor.

20 Oración Alza tus manos y dile a Jesús que le entregas tu vida así como el se entregó por ti. Dile a Jesús que te acepte y que sea el único Salvador de tu vida.

21 De la condenación a la salvación