“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua.

Presentación del tema: "“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua."— Transcripción de la presentación:

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2 “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6)

3 El mensaje del primer ángel es pertinente y universal porque atañe al destino del mundo, es -a saber-, la adoración al verdadero Dios.

4 LA UNIVERSALIDAD DEL EVANGELIO
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6). ¿Qué tan importante es el alcance de la predicación del evangelio eterno? Que toda y cualquier persona en esta Tierra, debe oír el evangelio. No puede y no debe haber una sola persona que pueda alegar ante el Juez de todos que no oyó hablar del Plan de Salvación que Dios preparó desde antes de la fundación del mundo para todos los seres humanos. Así como en la Gran Comisión, Cristo ordenó a sus discípulos que enseñaran a los demás todo lo que habían aprendido, nosotros tenemos el mismo mandato de presentar los mensajes de los tres ángeles. Los mensajes de los tres ángeles son una extensión de la Gran Comisión que debe ser proclamada al mundo entero. Ambas comisiones forman parte del evangelio eterno, que nuestro mundo a la deriva, sin mapa ni brújula, tanto necesita. PIENSA: Cuando compartes el evangelio eterno, no tan solo estás preparando a otros para aceptar a Cristo en sus vidas, sino que, tú vida espiritual experimentará un crecimiento que te hará idóneo para la salvación.

5 EL LADRÓN EN LA CRUZ Y EL “EVANGELIO ETERNO”
“Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:42,43). ¿Cómo revela esta historia la gran esperanza del “evangelio eterno” para todos los pecadores? El ladrón no tenía ninguna credencial para merecer la atención de Cristo, pero Él amó a ambos (los dos ladrones). El que lo miró con arrepentimiento por los sentimientos inapropiados oyó palabras de esperanza y certeza de salvación. En el último momento de su vida, aquel malhechor fue justificado por la gracia mediante la fe en Jesús. Podemos decir con certeza que el evangelio eterno es un proceso de: a) conocimiento y comprensión del inmenso amor de Dios por nosotros, b) nuestra completa incapacidad para tratar nuestras propias deficiencias c) arrepentimiento por herir a Cristo con nuestros errores y pecados, d) aceptar la transposición de su justicia y vida santa en lugar de nuestra vida impía y desordenada, e) vivir diariamente y total dependencia del amor y poder de Cristo para cada día de nuestra vida. PIENSA: No existe un lugar tan bajo en el que hayamos caído, desde el cual no podamos alzar nuestras manos y obtener oportuno socorro. Nadie está tan lejos que no pueda ser alcanzado por la mano de la misericordia divina.

6 TEMED A DIOS Y DADLE GLORIA
“diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:7). ¿Qué significa temer a Dios y darle gloria? El concepto de temer a Dios está ligado a las siguientes ideas: El temor del Señor es sabiduría (Job 28:28, Salmo 111:10, Proverbios 1:7, 29, 9:10, 15:33). Caminar en los caminos del Señor (Deuteronomio 8:6, 10:12, 2 Crónicas 6:31, 19:9, Salmo 25:12, 86:11, 128:1). Cumplir la ley (Éxodo 20:20, Deuteronomio 6:2, 8:6, 13:4, 17:19, 28:58, 31:12, Salmo 112:1, 119). No hacer el mal (Levítico 19:4, 25:17, 36, 43, Deuteronomio 13:11, Proverbios 3:7, 8:13). Hacer la voluntad de Dios, Juan 9:31) y Hacer lo que es justo (Hechos 10:35). Por otro lado, quien no teme al Señor no cumple la ley (2 Reyes 17:34, Jeremías 44:10, Malaquías 3:5, Lucas 18:2). Dar gloria a Dios es el efecto posterior a temer a Dios, porque cuando una persona teme a Dios, su vida glorifique a Dios por guardar la ley (Juan 15: 8; 17: 4; La Revelación de Jesucristo: Comentario del Libro del Apocalipsis, p. 449). Los que temen al Señor le glorifican (Salmo 22:23, 135:20, Isaías 25:3, Apocalipsis 15:4, 19:5). Glorificar a Dios es obedecerle. PIENSA: Los que creen en Cristo y mantienen una relación de amor y salvación con él no experimentan el temor que sienten los no creyentes: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo” (1 Juan 4: 18).

7 LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO
“Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:7). ¿Cuál es la relación entre el juicio y temer a Dios? Este juicio tiene su antitipo en el Día de la Expiación que se desarrollaba una ves al año en el servicio del Santuario terrenal. Normalmente, al hablar sobre el juicio, tenemos una idea negativa, pensamos en condenación. Pero la función principal del juicio es la salvación (1 Reyes 8:32, 2 Crónicas 6:23). Para el que teme al Señor hay bendiciones (Salmo 34:9, 111:5, 128:4), perdón (Salmo 130:4), misericordia (Salmo 33:18), protección (Salmo 34:7), salvación (Malaquías 4:2), justicia divina (2 Crónicas 19:7), y la vida se prolonga (Proverbios 10:27). En cambio, los que no temen al Señor sufren (Jeremías 2:19). ¡El juicio forma parte del evangelio de la salvación! La buena noticia es que en este juicio no seremos juzgados por nuestros méritos, sino por los méritos de Cristo, quien es la propiciación por nuestros pecados (Romanos 3:23-26, Hebreos 2:17, 1Juan 2:2, 4:10). PIENSA: ¿Cómo esta buena noticia puede ayudarle a esperar el juicio divino con alegría?

8 ADORAD A AQUEL QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA
“Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:7). ¿Qué parte desempeña el llamado a adorar a Aquél que hizo el cielo y la tierra en el mensaje del primer ángel? "Adorar" Aquel que hizo el cielo, y la tierra, y el mar, y las fuentes de las aguas "es la tercera invitación imperativa del mensaje del Ángel que trae esa primera advertencia a los habitantes de este mundo y puede ser sintetizado en adorar al Creador. El primer informe bíblico sobre la adoración es una respuesta directa al acto divino de la creación. La adoración no fue solo el primer acto humano; la adoración fue la primera respuesta humana a la creación (Génesis 2:3). Por esta razón, el mensaje del primer ángel alude al mandamiento del sábado al utilizar exactamente las mismas palabras que el mandamiento (Éxodo 20:8-11). En lo sucesivo, de sábado en sábado, los seres humanos recordarían que la creación era la razón fundamental para adorar. Como lo dice Elena de White: “La importancia del sábado, como institución conmemorativa de la creación, consiste en que nos recuerda siempre la verdadera razón por la cual se debe adorar a Dios” (El conflicto de los siglos, p. 433). PIENSA: ¿En qué sentido el día de reposo sabático es una respuesta a la creación?

9 El Día de la Expiación apuntaba al juicio de Dios sobre la humanidad y sus caminos. También apuntaban para que los participantes se acordaran del juicio de Dios ya aplicado en el diluvio. En ambos los casos se pueden reconocer un Dios que juzga, bajo justicia incontaminada, pero también bajo gracia, misericordia y amor. Jesús enseñó también que en el tiempo del fin, Dios traerá a juicio toda obra y toda intención del corazón del ser humano y la base de su juicio será Su ley, santa, justa y buena. Y que ese hecho no tendría día marcado, pero sólo el Padre conoce ese tiempo. Pero no hay necesidad de temer estos acontecimientos del tiempo del fin. Cristo derrotó al enemigo y libró a su pueblo. ¡En la cruz, hay gran regocijo!